La banca alerta de un estancamiento del gasto con tarjetas tras la subida de los precios
Las operaciones sufren un frenazo en abril y mayo, que en términos reales suponen una caída interanual por las estrecheces económicas y el fin del ahorro
Pago con una tarjeta en una compra online | Europa Press
Los bancos alertan de un estancamiento del gasto con tarjetas fruto de las estrecheces económicas y la prudencia de los españoles ante la incertidumbre como consecuencia de la subida de los precios, unido a la caída en la hucha de ahorros creada durante el periodo de confinamientos en la pandemia.
Las cifras apuntan a que el dinero destinado por los españoles al consumo empieza a deteriorarse e, incluso, a bajar en términos interanuales. Las plataformas de big data tanto de Caixabank como de BBVA -dos de los mayores emisores de tarjetas y dispensadores de TPV- indican que ésta es la dirección, según los números recopilados por THE OBJECTIVE.
Caixabank, en un informe de su servicio de estudios, destaca que la actividad de las tarjetas creció un 4,1% en abril, pero que en términos reales -teniendo en cuenta la inflación- el indicador estaría registrando un retroceso. Esta tendencia de pérdida de dinamismo se observa, añade la entidad, en las tres modalidad de pago, con una especial incidencia en los realizados para adquisición vía internet (comercio electrónico).
La fortaleza de los pagos de los turistas también se resiente
Si se tienen en cuenta las operaciones llevadas a cabo por extranjeros, la evolución también es negativa pero de menor intensidad por la fortaleza que aún mantiene el gasto por la afluencia de turistas. En conjunto los pagos se incrementan un 7%, que contrastan con el crecimiento de 12% de marzo. Por ello, Caixabank Research considera que es una «señal de enfriamiento con respecto a los meses anteriores».
Las cifras de BBVA Research son incluso más relevantes, ya que confirman que este estancamiento se está profundizando, ya que con fecha 21 de mayo no hubo ningún tipo de avance en términos reales y del 3,7% en valor nominal, incorporando el consumo efectuado con tarjetas de los extranjeros.
Las retiradas de efectivo, gracias a las transacciones en sus cajeros automáticos, para abonar las compras en metálico, de igual manera se están aplanando. Mientras que Caixabank indica que en abril se estancan por completo, BBVA aporta que en las tres primeras semanas de mayo los reintegros se hunden un 5%.
Las dos casas de análisis de los bancos ponen de manifiesto que el segmento que más ve descender los pagos por tarjetas sigue siendo el transporte. Los españoles rebajaron, según Caixabank, un 11% el gasto con tarjetas, mientras que en mayo, según BBVA, en un 12%. Estas caídas se ven afectadas en parte por la moderación en los precios de las gasolinas y por la bonificación en los servicios públicos.
Otra de las industrias que también se estaría viendo impactada por el menor gasto es la de la salud. BBVA indica que está experimentando una bajada en los pagos de un 2,3%. Por contra, el resto de bienes y nichos presenta crecimientos, destacando el entretenimiento y la restauración. Pero es llamativo que en mayo los pagos para comida se han elevado un 10%, menos que la inflación de los alimentos, que en abril se situó en el 12,9%, lo que demuestra que el consumo se está detrayendo.
En el caso de las tarjetas de extranjeros, para entender su fortaleza, hay que tener en cuenta que hace un año en muchos países todavía había restricciones y, por tanto, la llegada de turistas no se había normalizado, lo que hace que las tasas de crecimiento sean mayores.
El gasto de las familias es uno de los indicadores fundamentales para medir la situación económica por la que atraviesa un país. A lo largo de 2022 y principios de 2023 el consumo pudo resistir gracias al dinero embolsado durante las restricciones de la pandemia, pero éste ha empezado a caer con fuerza.
Solo en enero los depósitos cayeron en 13.000 millones. Una cantidad que ha ido in crescendo tanto en febrero como en marzo, según los datos del Banco de España. Este decremento se ha visto impulsado por un lado, por el trasvase de dinero a las letras del Tesoro, y, por otro, a las mayores amortizaciones de hipotecas ante la escalada del euríbor.
Aún así, a pesar de esta alerta sobre el consumo, Caixabank, BBVA y otras instituciones están elevando las previsiones para la economía española para este 2023 debido a la resistencia del empleo y a los flujos en el turismo, principalmente. Asimismo, prevén un mayor dinamismo en la ejecución de los fondos europeos, algo que impactará en la evolución algo más positiva del Producto Interior Bruto (PIB).
