La victoria de Erdogan mete a BBVA en otro lío en Turquía, pero salva a su 'número dos'
La reelección del mandatario otomano tendrá repercusiones económicas para el banco por el desplome de la lira, pero desactiva la salida de Onur Genç
La victoria de Recep Tayyp Erdogan en Turquía en las elecciones del pasado domingo ha metido a BBVA en otro lío en Turquía, su tercer mercado. La continuidad de Erdogan en la presidencia del país generará mucha incertidumbre en el banco, al menos a corto plazo, tal y como aseguran fuentes financieras a THE OBJECTIVE, y las primeras consecuencias ya se están reflejando con un desplome de la lira frente al dólar y al euro. Una situación que tendrá su incidencia en las cuentas del grupo español, previsiblemente.
La reelección del mandatario, sin embargo, elimina la incertidumbre sobre el gobierno corporativo de la entidad. Con las primeras encuestas, antes de que se celebraran los comicios en primera y segunda vuelta, una parte de la cúpula se planteó la posibilidad de iniciar el proceso de destitución del número dos y consejero delegado, el otomano Onur Genç, ya que éstas anticipaban una caída del régimen conservador en Turquía tras veinte años en el mando, tal y como publicó este periódico.
Este vuelco no se ha producido y los directivos y consejeros de BBVA impulsores de dicho plan han abandonado la idea de una salida de Genç de manera inmediata, conscientes de que su principal valedor es precisamente Erdogan y que se mantiene en el cargo gracias al apoyo del presidente turco, según indican fuentes financieras de primer nivel. Desde el banco se niega cualquier influencia política en el organigrama y desligan por completo los nombramientos de su alta dirección a mandatario otomano y a cualquier otro en el mundo.
Genç, junto al presidente de la entidad, Carlos Torres, ha tenido diferencias de gestión en los últimos tiempos. El comienzo de las discrepancias se produjo cuando el primero se impuso en la decisión de romper las negociaciones para integrar el Sabadell y apostar por un aumento de la presencia en el mercado turco a finales de 2020. Ésta se completó en la primavera del año pasado, cuando BBVA elevó su participación en su filial otomana Garanti hasta el 86% con una inversión de unos 1.400 millones de euros.
Efecto negativo a corto plazo para BBVA
Ahora, tras un año de consecuencias nefastas por dicha operación ante la inestabilidad de la economía turca, la continuidad de Erdogan añade nuevas presiones al banco español. En el mercado se da por hecho que a corto plazo plazo será negativo para BBVA, tal y como sostiene Bankinter en un informe, ya que aleja la política monetaria de la ortodoxia.
La inflación del país del Bósforo se sitúa aún por encima del 40%, aunque ésta llegó a superar el 80% en otoño y el régimen, en vez de subir los tipos de interés para contener la espiral de precios, ha venido bajándolos para mantener a flote la actividad. Los analistas descartan cambios en esta estrategia a pesar de que puede ser contraproducente, con una mayor salida de inversiones extranjeras y con un hundimiento mayor de la moneda.
Por el momento, la reacción ha sido inmediata y la lira se ha desplomado en las últimas sesiones, algo que reducirá la aportación de Garanti a BBVA por el tipo de cambio. Debido a la hiperinflación y al desplome de la divisa el ejercicio pasado, el grupo dejó de ganar unos 1.500 millones en el mercado turco, cantidad que en el primer trimestre aumentó en 300 millones de euros.
La lira ha descendido en tres sesiones un 4,5% y los pronósticos no son nada positivos. Algunas casas de análisis estiman que la tendencia, a lo largo del presente ejercicio, será bajista. Morgan Stanley augura una disminución del valor del 30%, que de producirse tendrá un impacto relevante sobre la contribución de la filial al banco español.
La preocupación de la aventura turca de BBVA es creciente entre los reguladores desde hace tiempo. Recientemente, el Banco de España alertaba de los riesgos para las entidades, entre ellas Garanti, del plan diseñado por el presidente Erdogan para controlar la inflación y avisaba de un abrupto retroceso en la rentabilidad del sector.
El banco español es plenamente consciente del entorno y ya a principios de este año anticipó que los retornos en Turquía iban a mermarse a la mitad. Pero los directivos confían en que en el medio y largo plazo, una vez superada esta etapa de incertidumbre, la aportación de Garanti será un puntal para el grupo.