China rompe el veto a las vacunas occidentales y permite a Moderna instalarse en Shanghái
La farmacéutica de biotecnología registró el 24 de mayo una entidad en el país llamada Moderna Biotech con un capital inicial de 100 millones de dólares
Giro rotundo de China que rompe el veto a las vacunas occidentales. La farmacéutica estadounidense Moderna se ha instalado en Shanghái tras tres años de censura por parte del gigante asiático (Pekín solo permitía usar para su población vacunas covid-19 fabricadas en China) y a las puertas de una nueva ola de covid que provocará 65 millones de casos semanales en el gigante asiático. Según ha confirmado el propio laboratorio a THE OBJECTIVE, la empresa ha registrado una entidad legal en Shanghái con el nombre de ‘Moderna (China) Biotech Limited’ con el objetivo de «explorar nueva oportunidades para participar en el mercado y llevar el poder de la plataforma de ARNm de Moderna a la gente de China».
De esta forma, el fabricante de vacunas covid ARN mensajero (ARNm), con sede central en Cambridge, busca ampliar su mercado en la segunda economía más grande del mundo cuando la situación epidemiológica está prácticamente controlada en Occidente y el crecimiento de sus ingresos se desacelera de forma drástica, debido a la disminución de la demanda mundial de su vacuna contra el coronavirus. Además, los expertos apuntan a un nuevo brote de la variante XBB de ómicron que alcanzará su punto álgido a finales de este mes. Esta nueva cepa ya está causando 40 millones de infecciones a la semana.
El laboratorio de biotecnología tuvo entre enero y marzo un beneficio 79 millones de dólares (71 millones de euros), muy lejos de los 3.657 millones de dólares (3.318 millones de euros) que ganó en el primer trimestre de 2022 gracias a las ventas de su inyección, según datos de la compañía. De hecho, Moderna pronosticó en febrero una posible pérdida neta para 2023, calificándolo como un año de transición antes de que comience a ver ventas de vacunas experimentales para el virus respiratorio sincitial (RSV) y la gripe para 2024. Así, con la pandemia controlada y la consecuente caída de las ventas de inoculaciones, Moderna tuvo en los tres primeros meses del año una facturación de 1.862 millones de dólares, frente a los 6.066 millones de hace un año.
Inversión de 100 millones de dólares
En este contexto, Moderna está interesada en vender su vacuna de ARNm a China. Para ello, el pasado 24 de mayo registró en Shanghái la entidad ‘Moderna (China) Biotech Ltd’ en el centro financiero chino con un capital inicial de 100 millones de dólares, según se desprende de la plataforma en línea que proporciona servicios de búsqueda de información empresarial en China, Qichacha.
Si bien ninguna de las vacunas covid fabricadas en el extranjero está aprobada en el país asiático, los principales fabricantes de inyecciones —Moderna, Pfizer, BioNTech y Novavax— han peleado por ser los primeros en llegar a producir inoculaciones contra el covid en la segunda economía más grande del mundo cuando ésta rompiese el veto. El verano de pasado, China parecía estar en camino de aprobar la vacuna ARNm de Pfizer-BioNTech, luego, de repente, cambió de dirección. Moderna parece haber ganado inicialmente esta batalla tras recibir el visto bueno de las autoridades chinas meses después de que el gobernante Partido Comunista eliminara sus estrictas restricciones pandémicas.
No obstante, el laboratorio estadounidense no ha confirmado a THE OBJECTIVE si ya han comenzado a trabajar en la fabricación de su vacuna ARNm en China, cuáles son sus proyecciones de venta o cuánto personal contratará para el desarrollo de esta nueva base. «No estamos proporcionando más información en este momento», ha señalado un portavoz de la compañía a este medio tras preguntar por estas cuestiones.
Vacunas ARNm en China
China se ha negado en numerosas ocasiones a utilizar vacunas de ARNm del extranjero a pesar de que se haya demostrado que los pinchazos de los que disponían en ese momento eran menos efectivos que las inyecciones de ARNm de Moderna y Pfizer- BioNTech, autorizadas en EEUU desde diciembre de 2020.
Pekín optó por promover sus propias empresas farmacéuticas, primero en el lanzamiento de una vacuna covid más tradicional pero menos efectiva, y más tarde, en la búsqueda de una vacuna de ARNm. Sin embargo, ésta no ha llegado hasta el pasado mes de marzo. Desarrollada por CSPC Pharmaceutical Group Ltd., en la ciudad norteña de Shijiazhuang, fue aprobada para uso de emergencia, según un comunicado de la compañía, aunque los estudios han demostrado consistentemente que la vacunación con pinchazos de ARNm fabricados por Pfizer-BioNTech y Moderna ofrecen mayor protección.
Entre las vacunas actualmente disponibles en China, las más conocidas son las de las empresas Sinopharm y Sinovac. Al igual que otras vacunas tradicionales, se basan en un método de inoculación de un siglo de antigüedad, que utiliza un virus inactivado para desencadenar una respuesta del sistema inmunitario y, desde entonces, ha demostrado ser menos eficaz para proteger contra enfermedades sintomáticas.
El número oficial de muertos en China durante toda la pandemia es de alrededor de 83.000 personas. No obstante, los epidemiólogos creen que el conteo es muy bajo, y estiman que el número real es de entre un millón y 1,5 millones de personas. Según Our World in Data, alrededor del 91% de la población china ha recibido la pauta completa de vacunación.