El fantasma de la fuga de empresas salpica a Sánchez en plena precampaña electoral
El descontento de las empresas es creciente y podría desembocar en más cambios de sede si es que se vuelve a reeditar el Gobierno de coalición
Pedro Sánchez interviene durante el foro ‘Fondos Europeos III: España, por el liderazgo global en economía verde y digital’. | Eduardo Parra / Europa Press
El fantasma de la fuga de empresas irrumpe en la actualidad política. Este viernes el fondo de inversión valenciano, First Drop, hacía público su cambio de sede a Luxemburgo un mes después de que Ferrovial certificara un movimiento similar a Países Bajos. Una noticia que no ha sentado nada bien en el entorno del Gobierno, ya que pone en el primer plano las críticas empresariales a las políticas de Pedro Sánchez y del Ejecutivo de coalición y que además se conoce en plena precampaña para las elecciones generales del 23 de julio.
Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE indican que esta salida confirma lo que viene siendo un secreto a voces en todo el mundo empresarial, tanto en pequeñas como en medianas y grandes empresas: la creciente inseguridad jurídica y las mejores condiciones para empresas en expansión que se ofrecen fuera de España. Hasta la fecha, el cambio de sede de empresas tras el anuncio de Ferrovial se ha producido con cuentagotas, pero en el sector se considera que estas decisiones podrían ir a más en los próximos meses si es que Sánchez vuelve a gobernar con Unidas Podemos.
En este contexto, la salida de First Drop no es una buena noticia para el Gobierno. Es verdad que es un fondo de inversión relativamente pequeño que aspira a manejar un volumen de inversión en start-ups de 25 millones de euros, por lo que su impacto económico es limitado y reducido. Sin embargo, su anuncio -y el hecho de que se hiciera público- rompe el dique de contención establecido por el Gobierno tras el anuncio de Ferrovial y que hasta la fecha había logrado evitar que se siguiesen produciendo cambios de sede de compañías españolas.
Críticas de las empresas
El gran objetivo de la campaña del Sánchez contra Ferrovial no fue evitar que la constructora rectificara su decisión, ya que nunca tuvo ninguna herramienta para impedirlo, sino que fue generar un clima hostil que hiciese recular a cualquier empresa que tuviese intenciones similares. Esto diario informó de que la misma semana en la que se conoció esta decisión, el Ejecutivo llamó a una serie de empresas para que no adoptasen una decisión en este sentido. Una estrategia que hasta la fecha había conseguido su objetivo.
Es por ello por lo que este anuncio de First Drop se puede entender en clave política ya que vuelve a poner sobre la mesa las críticas de las empresas al actual Ejecutivo y el hartazgo del sector que viene acentuándose en los últimos meses. Una bomba de relojería que puede estallar en plena campaña electoral donde -si se producen más anuncios de este tipo- se asestaría un duro golpe al relato del Gobierno que intenta vender los logros económicos como uno de los pilares de su campaña.
El crecimiento económico, la ralentización de la inflación, la caída del paro son uno de los principales elementos que se están comenzando a destacar en campaña electoral. El propio presidente de Gobierno resaltó este lunes en un foro sobre fondos europeos Next Generation que se han creado más de medio millón de empleos en los cinco primeros meses del año, que hay una tasa de temporalidad en «mínimos históricos» del 14%; que hay tres millones de contratos indefinidos desde la reforma laboral; un crecimiento interanual del 9,3% en ingresos por cotizaciones; «récord absoluto» de mujeres ocupadas, y un paro juvenil que se sitúa en «mínimos históricos».
Acoso a Ferrovial
«¿Esto quiere decir que la economía española va bien? Esto quiere decir que la economía española va como una moto y a partir de ahí, si alguien tiene una alternativa de política económica, que levante la mano y que explique muy bien cómo va a mejorar estos datos y quién va a ser la persona responsable de esa tarea», dijo en una intervención en la que entró primera vez en el terreno económico una semana después de que anunciara el adelanto electoral para el 23 de julio.
De lo que no habla Sánchez, y de lo que no quiere oír hablar el Ministerio de Asuntos Económicos de Nadia Calviño, es de la seguridad jurídica y de las condiciones que se ofrecen en el extranjero para el crecimiento de las empresas, los dos principales argumentos esgrimidos por First Drop para su salida hacia Luxemburgo y que estuvieron sobre la mesa en el anuncio de Ferrovial a finales de febrero. Las fuentes consultadas por este diario indican que no estamos ante hechos aislados y advierten de que este posicionamiento es compartido por buena parte de las empresas españolas.
Después de conocer la decisión de Ferrovial, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos se cansó de repetir en diferentes foros que en España las empresas podían operar en cualquier parte del mundo desde nuestro territorio. Un mensaje dirigido también a los inversores internacionales. No obstante, en el caso de la constructora se constató además que la operativa de las empresas es más compleja desde suelo español, algo que ha vuelto a confirmar el fondo First Drop en el comunicado anunciado su marcha a Luxemburgo.
Ralentización de la inversión
Los hechos se han impuesto a las palabras y precisamente el acoso a la constructora fue el mayor ejemplo del intervencionismo gubernamental, una situación que genera gran desconfianza entre el capital foráneo. De hecho, grandes empresas y fondos de inversión desmienten la mayor e indican que los cambios legislativos que se han producido en los últimos meses, como los impuestos extraordinarios a la banca, energéticas y grandes fortunas, sumado a otros como la renovación del decreto antiopas o la ley de vivienda, son hechos concretos que rebaten el optimismo de las ministras del área económica.
El relato de la ministra Calviño indica además que el mejor ejemplo de la seguridad jurídica de España es la elevada inversión extranjera registrada en 2022 con un crecimiento del 13,6%. No obstante, lo que no dice la vicepresidenta primera es que buena parte de la llegada de capital foráneo durante el año pasado se debe a la irrupción de fondos oportunistas –mayoritariamente desde Luxemburgo– que buscan máxima rentabilidad en economías precisamente con poca seguridad jurídica y que pueden otorgar grandes tasas de interés (asociadas al riesgo) en sus inversiones.
Calviño tampoco dice que el boom inversor del año pasado se produjo durante la primera parte del año y que en el segundo semestre se produjo una importante ralentización. De hecho, durante el cuarto trimestre de ese año se experimentó una bajada del 32%, que se suma al bajón que se ha producido en la primera parte de este 2023, como ya ha contado este diario. Asesores de inversión explican a este diario que uno de los argumentos que más incide en estas cifras es precisamente la falta de confianza de las empresas con el actual Gobierno.
