La UE da luz verde a que se troceen proyectos de eólica y solar para eludir el control estatal
Desde Bruselas exculpan a España de este tipo de prácticas y dan libertad al Gobierno para actuar como lo considere
En España toda instalación que supere los 50 megavatios la tramita el Ministerio de Transición Ecológica, según la Ley 24/2013. Una realidad que ha empujado a muchas empresas en algunas comunidades concretas a trocear sus macroproyectos para que sumen el límite exacto que les permita eludir el control estatal. Algunos gobiernos regionales, muy permisivos con el despliegue de la energía renovable, sobre todo solar y eólica, han dado luz verde a este tipo de planes sin atender con gran rigurosidad al impacto ambiental.
Una realidad que, sin embargo, desde la Comisión Europea (CE) no supone, de momento, un problema. La ley europea hoy permite una cierta relajación de las exigencias medioambientales, como así aseguran desde Bruselas: «El Reglamento del Consejo para acelerar el despliegue de las energías renovables permite a los Estados miembros eximir a los proyectos de energías renovables de determinadas evaluaciones medioambientales, a condición de que los proyectos, independientemente de su tamaño, estén ubicados en una zona específica de energías renovables, cuya designación haya sido objeto de una evaluación ambiental estratégica. En todos los demás casos, siguen siendo de aplicación las evaluaciones pertinentes previstas en la legislación medioambiental de la UE».
La europarlamentaria izquierdista, Idoia Villanueva, denunció hace unos meses en el Parlamento Europeo el troceo de macroproyectos por parte de empresas de energía de España que había sido denunciada de forma previa, durante varios meses, por diversos colectivos y asociaciones vinculados a la España vacía. «A finales del pasado año, se aprobó un reglamento europeo que pidió a los Estados miembros establecer zonas específicas donde poder instalar energías renovables y donde hubiese una evaluación ambiental estratégica. La práctica de trocear macroproyectos en diferentes comunidades autónomas burla la zonificación, impide la planificación estructural del despliegue y desemboca en la acumulación de fragmentos de grandes parques de renovables, sin que se contemplen las afecciones acumulativas».
Pero la respuesta de la comisaria de Energía, Kadri Simson, no ha ido en la dirección esperada por Villanueva, que ha exculpado a España de esta práctica: «Los Estados miembros conservan la libertad de asignar la responsabilidad de la planificación y la concesión de autorizaciones al nivel administrativo adecuado».
Además, ha asegurado que «los proyectos de energías renovables entran en el ámbito de aplicación de la directiva sobre la evaluación del impacto ambiental y se someterán a una evaluación si es probable que tengan efectos significativos en el medio ambiente». Por otro lado, sostiene que, según el Tribunal de Justicia de la UE, el objetivo de esta directiva no puede eludirse mediante el fraccionamiento de proyectos. Pero añade: «El cumplimiento cotidiano del Derecho de la Unión Europea es principalmente competencia de las autoridades nacionales, incluidas las judiciales, que están en mejores condiciones para evaluar situaciones específicas como los troceos de macroproyectos en España».
Las asociaciones de Aragón son de las que más presión están haciendo con el troceo de los macroproyectos. «El Ministerio, hasta finales de 2022, estaba siendo bastante garantista, pero se ha saltado ya límites inauditos. La Unión Europea en su planteamiento de acelerar las renovables por la guerra en Ucrania, saltándose al Parlamento Europeo, ha hecho un proceso muy agresivo abriendo un proceso exprés de tramitación. Los estados deben marcar las zonas idóneas para ello y tienen que hacer un estudio de impacto ambiental estratégico. Europa solo permite esta tramitación en algunas zonas, pero España no lo está cumpliendo», sentencian.
Dominio solar y eólico
Según los últimos datos de Red Eléctrica, la energía eólica y solar supondrán el 42% del mix energético a finales de 2023. El objetivo es que para el año 203o se llegue al 50%. Los expertos aseguran que es una cifra que se podrá alcanzar. No obstante, cada vez surgen más voces críticas con respecto al aumento de placas solares y molinos de viento en la superficie terrestre.
Un estudio de la Universidad de Oxford, titulado The Race to Replace: the economics of using renewables to free Europe from Russian gas, y publicado hace unas semanas aseguró que la inversión total para sustituir el hidrocarburo de Vladimir Putin será de 811.000 millones de euros en 2028. En esta cantidad se incluyó el gasto previsto de 299.000 millones de euros como parte del Green Deal de la Unión Europea y una inversión adicional en energías renovables y bombas de calor de 512.000 millones de euros.