Credit Suisse sufrió una fuga de la mitad de sus depósitos en España en pleno rescate
La filial del grupo helvético, salvado por UBS con ayudas públicas, reduce a solo 352 millones el volumen de imposiciones de sus clientes en el primer trimestre
Credit Suisse sufrió una fuga de la mitad de los depósitos de sus clientes en España en pleno rescate de su matriz helvética, que tuvo que ser adquirida de manera urgente a mediados de marzo por su competidor UBS con ayudas públicas tras un colapso de liquidez. Como no podía ser de otra manera, la filial en nuestro país se vio afectada, dando continuidad a una salida sin precedentes de recursos.
Los datos más recientes, recabados por THE OBJECTIVE, ponen de manifiesto la sangría registrada por la entidad, ya que perdió la mitad de las imposiciones a plazo y a la vista de sus usuarios, todos ellos con elevados patrimonios. Entre enero y marzo, la franquicia española de Credit Suisse redujo en concreto el volumen de depósitos en un 50,7%, hasta dejar el saldo administrado en 352 millones.
Esta salida de dinero tiene lugar después de que en 2022 ya experimentara otra de proporciones significativas, de acuerdo con los datos del Banco de España. El ejercicio pasado, el banco suizo vio una retirada del 87%, con lo que en quince meses ha perdido el 93,6% de las imposiciones de sus usuarios, que sacado sus recursos ante el temor a quedarse atrapados o sufrir minusvalías. La fuga, con todo, sobrepasa los 5.100 millones.
Además, la sucursal de Credit Suisse también ha venido reduciendo la actividad de la gestora de fondos de inversión. En marzo, cuando la matriz helvética se vio en el ojo del huracán y tuvo pedir auxilio tras la caída de varios bancos en Estados Unidos, mermó este negocio un 21%, hasta los 857 millones de euros. Con ello, el desplome en la gestión de fondos de la entidad en nuestro país ha bajado en doce meses un 40%.
UBS intentará recuperar la operativa de Credit Suisse
UBS, comprador de Credit Suisse, ha decidido mantener la operativa de la filial en España, a pesar de que vaya a tener que enfrentarse a una demanda millonaria por parte de Singular Bank. Este se ha planteado, según distintos medios, una querella.
Singular Bank considera que UBS estaría incumpliendo el contrato sellado entre ambas partes cuando el primero adquirió la actividad de banca privada del segundo. En dicha operación se estipuló una cláusula por la que en varios años UBS no podría competir en dicho segmento en nuestro país. Desde UBS se considera que tal circunstancia es sobrevenida ya que se ha tenido que hacer con Credit Suisse para salvaguardar el sistema financiero suizo.
En este estado tan delicado, con pérdida de negocio constante, intentará recuperar la filial del banco rescatado, cuya adquisición por fusión se ejecutará el día 12 de junio en virtud de los acuerdos alcanzados en marzo, cuando el sector bancario del Viejo Continente tembló de manera temporal. Las aguas han vuelto a su cauce, aunque los expertos no descartan sustos de menor envergadura en el futuro próximo, con caídas de pequeñas entidades sobre todo al otro lado del Atlántico.
Este mismo viernes, antes de que la integración se haga efectiva, UBS selló un pacto definitivo con el Gobierno helvético para recibir ayudas públicas de hasta 9.000 millones de francos suizos (9.270 millones de euros) por pérdidas en la cartera de Credit Suisse, en virtud de lo acordado en el momento del rescate.
Dicho salvamento implicó que los inversores de bonos de primera calidad emitidos por Credit Suisse perdieran todo su dinero, antes que los accionistas. Los depositantes no se vieron afectados. Este sistema puso en entredicho los esquemas de rescates bancarios en el mundo, ya que los reguladores y los países occidentales habían decidido tras la crisis financiera de 2008-2013 que los accionistas serían los primeros en sufrir las consecuencias, antes que cualquier otro inversor o cliente con el fin de minimizar la entrega de fondos estatales.
La filial española de Credit Suisse, en este contexto tan complicado, ha podido por contra mermar el ritmo de beneficios negativos trimestrales, a pesar de la caída del negocio. Los datos revelan que los resultados netos de la sucursal en nuestro país fueron de -1,5 millones de euros en el primer trimestre de 2013. En el conjunto de 2012, este agujero sobrepasó los 10 millones, siendo una de las pocas entidades que perdieron dinero en plena escalada del euríbor.