España, de los pocos países europeos con mar y sin eólica marina pese a liderar su exportación
Las compañías están especializadas en todas las áreas del suministro: desde las cadenas de anclaje hasta el montaje pasando por la fabricación de las piezas
El 28 de febrero de 2023 se aprobaron los planes de ordenación marítima como pistoletazo de salida para el desarrollo de la eólica marina en España. Sin embargo, meses después, las subastas siguen sin llegar y la inquietud cada día se acentúa en el sector. David Carrascosa, director de operaciones de Saitec, la única empresa que ha sido capaz de crear el único molino marino flotante en España, comenta a THE OBJECTIVE la situación de esta tecnología hoy.
«Nosotros como empresa pionera nos hemos encontrado con una regulación que, quizá, no estaba preparada para otorgar permisos para la éolica marina flotante. Hemos sufrido en nuestras carnes tener que ir caminando por todas las administraciones explicando qué es la eólica flotante. De hecho, nosotros empezamos con el desarrollo y la promoción de este proyecto allá por 2016″, comenta Carrascosa.
Aparte de las áreas para el desarrollo comercial de la eólica marina (recogido en los planes de ordenación), existen otras zonas destinadas para desarrollar la tecnología marina. Uno de esos ‘bancos de pruebas’ es el Biscay Marine Energy Platform (BiMEP). Allí, en las aguas de Vizcaya, se encuentra el gran plan de Saitec. «La turbina cuenta con dos megavatios y tiene una altura sobre el nivel del mar de 70 metros. Será la primera plataforma que inyecte electricidad en la red eléctrica española, con una generación bastante relevante porque pretende suministrar energía a unos 2.000 hogares. Los permisos ya están conseguidos y pasado el verano ya estará operando», sostiene Carrascosa.
«Hay un punto muy relevante y es que pese a no tener instalaciones de eólica marina somos uno de sus mayores proveedores, con grandes empresas que lo que están haciendo es exportar la tecnología. España es el gran líder -o uno de los grandes líderes- en patentes de energía eólica flotante«, apuntan desde Saitec.
Esta empresa es una más del amplio tejido empresarial español que rodea a esta nueva tecnología. Existen muchas otras, como Haizea Wind, que fabrica torres de aerogeneradores para proyectos eólico marinos, Vicinay, que produce cadenas para sistemas de anclaje, Navantia, que ha participado en numerosos planes de eólica marina, tanto en base fija como flotante, Nervión, especializada en montajes, y Windar Renovables, experta en la fabricación de torres de aerogeneradores flotantes. Destacan también otras empresas, como GRI, Ormazabal, que produce equipos eléctricos, e Ingeteam, que se dedica a la operación y el mantenimiento de la eólica marina.
Un ejemplo de esto se puede observar en el proyecto de Iberdrola en Francia, llamado Saint-Brieuc. Este plan tendrá sello español ya que los jackets -que vienen a ser las plataformas que sustentan los aerogeneradores marino- y los pilotes serán construidos y montados enteramente por Navantia-Windar, en Fene (Galicia), donde se instalará una grúa oruga de 1.600 toneladas para el ensamblaje final, y Avilés (Asturias). Es el primer gran proyecto de energía eólica marina de la energética española en la Bretaña francesa.
No obstante, las dudas han inundado el sector en nuestro país. «Las empresas ven en España un mercado con mucho potencial, pero el riesgo de retraso se tiene en cuenta por la ausencia de un marco regulativo estable. Esto es lo que se prometía este mismo año, pero veremos si se cumple cuando se forme gobierno tras las elecciones», afirman. Por otro lado, las mismas fuentes apuntan a que, tras las reuniones mantenidas en el seno del sector en los últimos días, se aprecia cierta paralización con respecto al despegue de la eólica marina.
A la cola de Europa en esta tecnología
España es de los pocos países de Europa que cuenta con mar, pero que no tiene ningún parque de eólica marina. Además es uno de los territorios más atrasados en cuanto al desarrollo de esta tecnología. Así, otros países, como Grecia, que tampoco cuenta con parques de eólica marina, sí tiene una regulación más avanzada que en el caso de España. De esta forma, en verano de 2022, el Ministerio de Energía griego, ultimó el marco jurídico de los parques eólicos marinos donde se tiene identificado las cinco áreas donde levantar molinos de viento.
Una realidad muy distinta al resto de países del continente. Hace varios meses, Italia anunció el fin de la construcción de su primer gran parque eólico marino, que suministrará electricidad a 21.000 hogares al año. Al noroeste de Francia se encuentra el parque Saint-Nazaire, que cuenta con 480 megavatios y que se puso en marcha el pasado año. Además, se espera que en 2025 se levanten nuevos parques de eólica marina. Otros territorios que también merecen mención son: Reino Unido -que es el que cuenta con mayor capacidad instalada-, Alemania, Dinamarca, Finlandia, Escocia y Bélgica. Por último, nuestro vecino, Portugal, cuenta ya con hasta tres aerogeneradores flotantes.