Fracasa la puja española por los derechos de la Champions: ninguna televisión llega al mínimo
La UEFA decide pedir a los interesados que mejoren sus ofertas y establece un nuevo plazo de un mes para recibirlas hasta el 14 de julio
La adjudicación de los derechos televisivos de la Champions League para la temporada 2024-2027 en España ha fracasado. Al menos en su primera fase. Las fuentes cercanas al proceso consultadas por THE OBJECTIVE indican que el procedimiento que expiró el pasado 13 de junio quedó inconcluso, lo que significa que todas las propuestas que llegaron hasta la UEFA estuvieron muy por debajo de las pretensiones del órgano rector del fútbol europeo. Una situación que le ha obligado a pedir nuevas ofertas a las operadoras interesadas y a poner sobre la mesa un nuevo plazo que expira el próximo 14 de julio.
Las fuentes consultadas por este diario indican que el objetivo de la UEFA es recaudar más que los 975 millones que Telefónica pagó por tres años en el anterior ciclo, al menos una subida del 10% al 15% hasta un total de 1.100 o 1.200 millones. No obstante, las ofertas reales estuvieron muy por debajo de estas pretensiones e incluso sumamente alejadas del suelo establecido en la compra de estos derechos en 2020.
Una situación que se produjo en todos los paquetes que la UEFA sacó a concurso: el principal con los partidos más atractivos, el de bares y el de resúmenes. De hecho, la organización presidida por Aleksander Čeferin esperaba que la fragmentación de los derechos ayudará a elevar el precio, algo similar a lo que pasó en la última subasta de la Liga española, donde Telefónica y Dazn compartieron los gastos por los derechos en vigor desde la pasada temporada. No obstante, el objetivo no se cumplió ya que ni juntas ni separadas, las ofertas llegaron al mínimo exigido.
Nuevo formato de la Champions
Estas mismas fuentes indican que el número de oferentes se ha reducido considerablemente respecto de años anteriores y los que en principio iban más fuertes, como Telefónica, presentaron una propuesta muy lejos de las pretensiones iniciales. Tampoco se produjo la gran irrupción de Amazon que valoró presentarse al concurso para entrar en el mercado de los derechos televisivos en España. Es por ello por lo que la UEFA ha decidido convocar un nuevo proceso (tender) y extender el plazo para la presentación de propuestas durante un mes más.
En el órgano rector prefieren esperar -estos derechos comenzarán a regir en agosto de 2024- antes de venderlos por un precio inferior a lo esperado. La UEFA entiende que con su nuevo formato debe ingresar más dinero por publicidad y por derechos de televisión. En esta nueva Champions League que comenzará en el curso 2024-2027 se incluirán más equipos (36 en vez de 32) y más partidos, ya que se apostará por una fase de liguilla, sustituyendo la actual fase de grupos. Tendrá más minutos en pantalla y más exposición para anunciantes potenciales de las plataformas de televisión. Esperan, por tanto, volver a una recaudación ascendente tras la reducción experimentada en la pandemia en la que se negociaron precios a la baja.
A partir de esta semana, los operadores tendrán 30 días en los que deberán ajustar sus propuestas y acercarse más al precio inicial. Sin embargo, las fuentes del sector consultadas por este diario advierten de que no hay demasiado interés por subir considerablemente sus propuestas. Se considera que los actuales precios están sobredimensionados y que no es rentable pagar más de 300 millones de euros por temporada por un campeonato que no da una rentabilidad directa al negocio televisivo.
Televisión de Telefónica
Actualmente Telefónica es la dueña de los derechos de la Champions League y los compró en 2020 por 975 millones, un 10% menos que los casi 1.100 millones que se pagaron en el año 2017. Sin embargo, hace una década estos derechos para el mercado en abierto no costaban más de 100 millones por temporada, aunque tras la irrupción de los operadores de pago como Mediapro y Movistar+ los precios se dispararon hasta las actuales cifras.
Eran otros tiempos sin la irrupción de las grandes plataformas como Netflix, Disney+, Amazon o HBO y en los que el fútbol y los contenidos deportivos premium marcaban la diferencia en el mercado de la televisión de pago. En 2023 las cosas han cambiado radicalmente y los abonados de televisión ya suman 24 millones de los que apenas 6,5 millones corresponden a Movistar+, Orange TV y Vodafone TV (solo los dos primeros ofrecen la Champions) y al menos unos 10 millones corresponden a Netflix. Cifras que demuestran que la gente que paga por la televisión se interesa menos por los deportes y el fútbol.
En el caso de Telefónica -dueño de la Champions hasta la próxima temporada- las cifras tampoco invitan al optimismo. Al finalizar el cuarto trimestre del año pasado cerró con 3.526.000 abonados, lo que supuso un retroceso del 5,1% respecto de los 3.716.000 de un año antes. En doce meses perdió 190.000 clientes, 528.000 menos desde junio de 2020, cuando alcanzó su máximo histórico por encima de los cuatro millones. Es decir, desde que adquirió la Champions para este ciclo se ha dejado más de medio millón de clientes en televisión.
Derechos en España
No obstante, si Movistar+ se queda sin Champions tendrá que realizar una importante reconfiguración, no solo de su oferta de televisión, sino que de todos sus paquetes de servicios. Hasta ahora, la estrategia de la operadora de comprar contenidos deportivos premium es clave para entender la configuración de los paquetes convergentes de alto valor y que buscan elevar el ingreso por cliente, pero sin la primera competición de clubes del continente solo se quedaría con la mitad de La Liga en propiedad como su principal apuesta deportiva.
¿Es probable que España se quede sin Champions? Las fuentes consultadas indican que es casi imposible. Las operadoras y la UEFA están tensando la cuerda para poder obtener el máximo rendimiento: los primeros para pagar lo menos posible y los segundos para obtener un acuerdo que al menos se acerque a sus previsiones iniciales. De hecho, ambos parten de la base de que todavía falta más de un año para que entren en vigor estos derechos que se negocian, lo que da un amplio margen de negociación.
Sin embargo, Telefónica se enfrenta al riesgo de que competidores como Mediapro, Dazn o el propio Amazon puedan mejorar su oferta y quedarse con los derechos que en los últimos cinco años han estado en su poder. Sin Champions League la operadora de telecomunicaciones perdería el último gran derecho deportivo que tiene en propiedad tras ceder a Dazn la Formula 1 y Moto GP y la mitad de la Liga de fútbol español. Un escenario hasta ahora desconocido para la compañía tras la compra de Digital+ en 2015 y adquirir en exclusiva este torneo desde 2017.