La Sareb dispara un 49% la venta de hoteles, locales comerciales y oficinas
Las ventas de este segmento han alcanzado la cifra de 226 millones de euros, hasta los 3.071 activos terciarios propios
La estrategia de Sareb está centrada en la venta de vivienda a través del canal minorista, así como el desarrollo de suelo para con su posterior venta, lo que permite optimizar la recuperación de las ayudas para los contribuyentes. Es decir, el repago de la deuda. Pero dentro de su balance, la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria) también tiene otro tipo de activos, concretamente terciarios: locales, centros comerciales, hoteles y oficinas, entre otros. En el último año ha acelerado la desinversión de estos activos.
En 2022 la compañía ha escriturado un total de 3.071 activos terciarios propios. Las ventas de este segmento han alcanzado la cifra de 226 millones de euros, lo que supone un incremento del 48,7% respecto a 2021, según los datos del informe anual de la sociedad recogidos por THE OBJECTIVE.
Este fuerte impulso de los activos terciarios se debe fundamentalmente a la formalización en el año de una operación de tipo institucional, correspondiente a la venta de una cartera de activos de naturaleza hotelera por importe de 53 millones de euros. El conocido como banco malo tiene aún en balance 12.872 unidades de terciario (hoteles, centros comerciales, locales, residencias…), según apuntan fuentes de la compañía.
Negocio complejo
Desde la Sareb destacan que si bien el comportamiento en términos de volumen ha sido mejor que en el año anterior, esta línea de negocio, los inmuebles de terciario, implican «ciertas dificultades para la generación de ingresos». Unas dificultades que están directamente relacionadas con los cambios negativos que ha provocado la pandemia en las valoraciones de estos activos por nuevos modelos laborales que contemplan el teletrabajo en mayor medida. Fundamentalmente en lo que tiene que ver con la venta de oficinas.
Por geografías, las regiones que lideraron el año pasado la generación de ingresos por venta de terciario fueron fundamentalmente costeras. Concretamente Andalucía, Comunidad Valenciana y Región de Murcia concentraron el 48% de las ventas de inmuebles terciarios propios en el año.
Además de la pata del negocio correspondiente al terciario, Sareb vendió 13.019 inmuebles el año pasado -un 6,7% menos que en 2021- por valor de 825 millones de euros, esto es un 4,5% menos que el año anterior. De estos ingresos, la venta de viviendas aportó 791 millones de euros y supuso la venta de 8.153 unidades, por lo que el precio medio de este segmento de viviendas se situó en torno a 97.000 euros. De estas ventas, el 92% fue a particulares, a personas físicas. «Es la estrategia de la compañía, hacerlo así, uno a uno, notario a notario, se venden a precio de mercado», aseguran desde el banco malo. Por otro lado, Sareb ha vendido suelo por valor de 310 millones de euros, lo que supone un 31,9% más de lo que vendió el año pasado.
Cartera de 23 activos
La mayor operación de esta parte del negocio de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria se produjo durante el mes de julio, cuando la entidad cerró la venta de una cartera formada por 23 activos terciarios de uso turístico, principalmente inmobiliarios y algunos préstamos con activos en explotación en garantía. La operación incluía apartamentos turísticos, apartahoteles y hoteles que cuentan con un total de 1.729 habitaciones, según los datos de la compañía.
La adjudicación de estos activos, con un valor neto contable (VNC) de 235,4 millones de euros, se resolvió mediante un proceso de competencia entre inversores especializados con el fin de maximizar el precio, según Sareb. Los activos incluidos en la operación estaban ubicados en las provincias de Murcia, Málaga, Valencia, Almería y Madrid.
Al contrario de lo que ocurre con parte de su negocio residencial, donde promueven y rehabilitan inmuebles, en este caso se trataba de activos que requerían una gestión especializada que desborda las actividades estratégicas de Sareb, según la propia compañía.
Por ello, Sareb decidió su desinversión ya que «su explotación requeriría disponer de capacidades específicas en gestión hotelera y vacacional. La cartera hotelera tiene un peso específico muy reducido en el balance de la compañía y no es posible mejorar su rentabilidad con inversión o gestión propia», explicó la Sareb a través de un comunicado.