Founderz y Microsoft: el dúo dinámico para enseñar en tres meses los secretos de la IA
Su CEO Pau García-Milà resume la filosofía de su escuela de negocios: «Aprende rápido o estarás desfasado»
Pau García-Milà es uno de esos prodigios con pinceladas de precocidad, audacia y clarividencia. Con 17 años fundó su primera empresa, EyeOS, vendida en 2014 a Telefónica; ese mismo curso creó la consultora de innovación IdeaFoster (comprada después por un fondo de inversión de EEUU) y en octubre de 2020 moldeó Founderz, una escuela de negocios bastante atípica.
Con diez programas, presencia en España, Francia, Portugal, Estados Unidos y Reino Unido, casi 9.000 alumnos, 120 profesores y 38 empleados en el núcleo duro de la empresa, Founderz opera bajo tres premisas: formación de rabiosa actualidad, duración contenida (dos o tres meses por programa) y precio asequible (entre 450 y 750 euros), incluida la posibilidad de optar a una beca a través de la Fundación Princesa de Girona.
En español se abordan cuatro grandes temáticas: ciberseguridad, blockchain, emprendimiento digital y, sobre todo, inteligencia artificial, el fenómeno del momento. Todo se imparte online, aunque «aquí no se trata de ver unos vídeos y obtener un certificado, sino de interactuar con otros alumnos y trabajar en equipo».
Las titulaciones, claro, no son oficiales, pero Bruselas presentó en julio de 2022 un borrador para regular las micro credenciales siguiendo los pasos de EEUU. El mini máster, arguye García-Milà, exige entre dos y cinco horas de dedicación a la semana y se adapta como un guante al perfil del estudiante medio, unos 33 años y proveniente de consultorías, despachos de abogados, entes educativos, las ingenierías menos técnicas y el variopinto mundo de la pyme.
La vía Jobs
El CEO de Founderz se escandaliza ante la idea de que se le compare con Steve Jobs. El motivo de dicha comparación no es su estatus de estrella en redes sociales como TikTok, LinkedIn y Twitter, donde graba y emite píldoras divulgativas de un minuto, sino su abandono precoz de la universidad.
Pese a aparcar sus estudios en informática, no dudó en amasar ideas, inscribir compañías y reunir capital, convirtiéndose con el tiempo incluso en profesor en Esade e IMD, la prestigiosa escuela de negocios de Lausana. «En España parece que o tienes carrera o no eres nada. Yo elegí otras formas de aprender. Celebro que haya instituciones donde un papel vale menos que el conocimiento», reflexiona.
Esta sabiduría se vuelca en el programa más demandado (IA) en colaboración con Microsoft, «la multinacional más avanzada en esta materia». «Debemos ir rápido porque el ritmo de novedades es tan vertiginoso que si empleas un año en formarte corres el riesgo de aprender conceptos desfasados», apunta este emprendedor catalán de 36 primaveras.
Del bando optimista
García-Milà se alinea con los que celebran el auge de la IA generativa, una tecnología que «equivale a la introducción de la calculadora en las aulas». A su juicio, el enfoque tremendista es erróneo porque el uso malicioso será minoritario («por cada mil personas que usan un destornillador para montar un mueble hay una que lo utiliza como arma») y no habrá suplantación de empleos.
La máquina, prosigue, es simplemente una herramienta. «Pongámonos en la piel del director de Recursos Humanos que tiene ante sí a dos candidatos con similar experiencia y similares aspiraciones. Si en un currículo se acredita que se sabe manejar la IA y en otro no, ¿por quién piensa usted que se decidirá el cribador?».
En cualquier caso, el progreso arrastra consigo algunas sombras y una de ellas es la hiperconexión. Padre de tres hijos, Pau García-Milà prefiere que disfruten del Lego antes que de las pantallas y asegura que, aun con las 205 millones de reproducciones de sus vídeos en 2022, procura darle a las redes la importancia que realmente tienen.