Telefónica, Orange y Vodafone mantienen a Huawei en su redes pese al veto de la UE
La operadoras esperan la lista de proveedores de «algo riesgo», en el aire desde marzo del año pasado, para mover ficha
Telefónica, Orange y Vodafone mantienen a Huawei en sus redes móviles en España, cuatro meses después de que la Unión Europea anunciara formalmente su intención de prohibir los suministradores chinos de las infraestructuras digitales de los Estados miembros. Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE indican que estas operadoras se resisten a mover ficha a la espera de que el Gobierno español se posicione y publique definitivamente la esperada lista de proveedores de «alto riesgo»que está en el aire desde marzo del año pasado.
El pasado 6 de junio, la Comisión Europea (CE) instó a prohibir a los suministradores chinos de las redes de 5G, debido a los escasos movimientos que habían realizado hasta la fecha los Estados para vetar a proveedores como Huawei o ZTE en sus redes. Bruselas llevaba varias semanas pidiendo a los países que tomaran acciones concretas para garantizar la autonomía estratégica de la UE y reducir al mínimo la dependencia digital de proveedores ajenos al continente y a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Posteriormente, la CE publicó su 5G cybersecurity toolbox, en el que estableció un marco normativo para que se activase el bloqueo y en el que además se incluía explícitamente la necesidad de que estas empresas salieran de todas las infraestructuras digitales, incluso las ya construidas. Bruselas daba además un margen amplio para que cada país decidiera qué nivel de profundidad debía tener este bloqueo y a qué equipos específicos tendría que afectar.
Ley de Ciberseguridad 5G
En el caso de España, Telefónica, Orange y Vodafone mantienen una importante dependencia en el 4G, donde Huawei es uno de sus principales proveedores. Este 4G fue utilizado además como tecnología de apoyo para los primeros avances del 5G por lo que también está presente indirectamente en estas redes.
De esta manera, a día de hoy Huawei sigue presente en el 4G español y en los tres grandes proveedores que han desplegado redes móviles. Tampoco hay planes de desmontar estas infraestructuras. Las fuentes consultadas por este diario indican que el principal problema es la indefinición del Gobierno que, cuatro meses después de la directriz de la UE, sigue sin realizar ningún movimiento concreto para avanzar en la aplicación de esta legislación europea.
El marzo del año pasado se publicó la Ley de Ciberseguridad 5G con todo el marco legal para proteger nuestra redes digitales de amenazas externas, sin embargo quedó pendiente la elaboración de la lista de proveedores de «alto riesgo». Un listado que debería incluir el nombre de los suministradores que quedarían excluidos de las redes españolas y que permitiría a las operadoras planificar sus desarrollos y el eventual desmontaje de sus actuales infraestructuras.
Huawei y ZTE
Pero nada se mueve en el Ejecutivo. Las últimas declaraciones de la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, indicaban que la lista no era necesaria porque ya se había cumplido el objetivo de sacar a Huawei de los futuros desarrollos del 5G. Cinco meses después la Unión Europea exigió que también se incluyesen en este veto despliegues ya realizados, lo que volvió a poner el punto de mira la postergada decisión del Gobierno español.
El problema -dicen desde las operadoras- es que es imposible tomar una decisión sin tener la certeza de qué vetará el Ejecutivo y cómo lo hará. Telefónica, Orange y Vodafone quieren tener la certeza de que partes de sus infraestructuras deberán modificar y los plazos que tendrán para hacerlo, así como eventuales compensaciones o impactos económicos. Y nada de esto se sabe hasta la fecha.
El Gobierno ha incluido en su última convocatoria de ayudas públicas 5G exigencias explícitas para que los futuros despliegues financiados con los fondos Next Generation no cuenten con proveedores de alto riesgo, apuntando directamente a operadores de fuera de la Unión Europea como Huawei o ZTE. Pero, el problema es el mismo: si no se conocen los suministradores de alto riesgo se corre el riesgo de presentarse a un concurso y tener que desmontar la red en el futuro, si es que se publica posteriormente este listado.
Desmontar las redes
Hablamos de un proceso extremadamente oneroso. Este diario ha publicado que las operadoras españolas de telecomunicaciones tendrán que afrontar un coste de entre 400 y 1.000 millones de euros si es que finalmente el Gobierno decide aplicar un veto a los suministradores chinos como Huawei y ZTE, algo que todavía mantiene en el aire, pese a las preocupaciones de las operadoras.
Con una política dura como ya se ha aplicado en Portugal, la factura de sustituir los equipos de estos proveedores estaría en la parte alta de esta franja, unos 1.000 millones. Esto significa que habría que retirar todo el equipamiento de Huawei del del 3G y el 4G que se ha utilizado para soportar el despliegue de 5G non stand alone, además de nubes de seguridad, los sites (emplazamientos) y todo el equipamiento virtual de estos suministradores.
En el escenario menos intervencionista y con las mínimas restricciones, las operadoras españolas deberían asumir un coste cercano a los 400 millones. Un informe de la consultora Strand dijo que la factura total de sustituir equipos de Huawei y ZTE de las redes en Europa sería de 3.300 millones si solo se reemplaza el material que no tendría que ser actualizado e independiente del operador seleccionado. En el caso español, esta cifra llegaría a los 377 millones.