La subida de los tipos de interés se come ya el 1,4% de la renta disponible de las familias
El impacto del aumento de las tasas crece un punto sobre los ingresos de los hogares en menos de un año
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos | Europa Press
La subida de los intereses como consecuencia del alza de los tipos oficiales y del euríbor está arañando cada vez con más intensidad la renta disponible bruta (RBD) de las familias españolas. En la actualidad, consume ya en torno a un 1,4% de los bolsillos de los hogares, según los cálculos del Banco de España a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
La carga financiera por sus préstamos que soportan los ciudadanos españoles ha ido poco a poco aumentando, al ritmo que el BCE ha ido endureciendo su política monetaria, y en menos de un año el aumento de las tasas ha pasado de equivaler un punto puntual más de los ingresos de los particulares.
Hace unos meses, el Banco de España alertaba en un informe de que los ciudadanos de nuestro país se estaban viendo afectados por el encarecimiento del precio del dinero mucho más que el resto de europeos. Como consecuencia, tienen en cartera muchas más hipotecas variables, es decir, vinculadas al euríbor. En concreto, el 70% de los préstamos para vivienda dependen de este indicador, que se sitúa ya por encima del 4%.
La escalada de los tipos, además, no está siendo compensada por los bancos, que se siguen mostrando cautos a la hora de remunerar el ahorro tradicional de los particulares, aunque en el mercado cada vez existen mayores retribuciones tras las numerosas críticas de los supervisores y la presión ejercida por el Gobierno desde antes del verano. Esto está llevando a que el impacto neto sobre la renta de la subida de los intereses sea cada vez más grande y supere el 1%.
Mínimo efecto positivo del alza de los tipos de interés por el pago de los depósitos
Los números que maneja el organismo que gobierna Pablo Hernández de Cos apuntan a que las familias están teniendo un efecto positivo del alza en los tipos por los pagos de los bancos sobre su renta bruta es de únicamente el 0,3% del total, con lo que están perdiendo poder adquisitivo.
Hay que tener en cuenta que las cuotas de las hipotecas se han encarecido de manera generalizada. Hace unos días, el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, explicaba en un foro público que los clientes de la entidad estaban pagando unos 90 euros de media por la subida de los tipos, aunque admitía que en los préstamos que se habían concedido en los últimos años a tasas variables el incremento llegaba a los 300 euros debido a que la deuda contraída era mayor.
En este escenario, los impagos han dado la primera señal de alarma y la morosidad en las hipotecas ha empezado a repuntar ligeramente. Desde el sector financiero, pese a este aviso, confían en la capacidad de las familias para sortear el temporal y no prevén un ascenso sustancial de las insolvencias.
Los hogares, gracias al ahorro de la pandemia y a un mayor control de los gastos mensuales, están llevando a cabo al mismo tiempo amortizaciones anticipadas para quitarse de en medio todo o una parte de la deuda financiera y evitar, así, el golpe de la subida de los tipos de interés. Además, están llevando cabo modificaciones en las condiciones de los créditos gracias a las posibilidades abiertas por los bancos al margen del plan impulsado por el Gobierno, que está teniendo poco éxito por el momento. Con ello, el sector está facilitando los cambios para impedir que los morosos se disparen.
En la banca, además, consideran que el coste más importante de las subida de los tipos de interés se ha asumido, ya que el precio del dinero comenzó a crecer hace más de un año, y que el BCE ha llevado a cabo todos los aumentos salvo sorpresas. Es más, se espera que a mediados de 2024 inicie una bajada de las tasas para reactivar la economía. Los descensos dependerán de cuán dañada quede la economía de la zona euro y su intensidad. En España hay economistas que no descartan que el PIB descienda el próximo ejercicio, en la peor de las coyunturas.
Los expertos no descartan que el conjunto de la zona euro entre en recesión debido al endurecimiento de la financiación y las consecuencias de la inflación. Además, en la actualidad la guerra de Israel contra Hamás ha abierto un nuevo frente de incertidumbre y el petróleo y la energía podrían llegar a dispararse.
