Atlas, un proyecto para controlar la actividad de las criptomonedas
El Banco de Pagos Internacionales se lanza a rastrear y unificar la información de la industria cripto
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El Banco de Pagos Internacionales (BIS), que es para muchos el «banco central de los bancos centrales», sigue trabajando con instituciones de medio mundo para comprender las implicaciones macroeconómicas de los mercados de criptoactivos y la Finanzas Descentralizadas (DeFi). Prueba de ello son los diversos proyectos que lleva liderando en los últimos años en colaboración con varios países, y que buscan tanto detectar las posibles amenazas para el sistema tradicional como capitalizar las oportunidades que presenta la tecnología.
Su última iniciativa recibe el nombre de Proyecto Atlas, lanzado en colaboración con el Nederlandsche Bank y el Deutsche Bundesbank. El proyecto trabaja específicamente para combinar datos de dentro y fuera de las distintas blockchains, o lo que es lo mismo, datos on y off-chain, con el objetivo de ofrecer una visión completa e integrada de la industria y su actividad. Esto podría revolucionar la forma en que los bancos centrales abordan el análisis de flujos de capital transfronterizos, si bien es cierto que levanta los temores habituales ante este tipo de iniciativas, ya que podría repercutir directamente en la privacidad ofrecida por defecto en la operativa de las redes de blockchain.
El Proyecto Atlas se centra en armonizar los datos criptográficos
Uno de los objetivos prioritarios de la industria financiera tradicional es aprender a leer y navegar por el fragmentado paisaje de los datos de los distintos criptoactivos. Y es que, aunque hay una abundancia de datos disponibles en varias blockchains, protocolos y jurisdicciones, no hay un marco estandarizado para su informe, lo que dificulta extraer información concluyente sobre movimientos de capitales o titularidad de fondos. El Proyecto Atlas se centra en armonizar estos datos al mejorar las metodologías de recolección, brindando con ello una visión mucho más útil para los distintos gobiernos y entes reguladores.
Según Cecilia Skingsley, directora del Hub de Innovación del BIS, «el Proyecto Atlas es un excelente ejemplo de lo que el Hub de Innovación del BIS puede lograr». «Trabajando en la intersección de la economía, las finanzas y la ingeniería informática, estamos desarrollando un bien público nuevo e importante para los bancos centrales a nivel mundial. Los datos sobre flujos transfronterizos son relevantes para áreas como pagos y análisis macroeconómico», asegura.
Una solución de datos on y off-chain
En su etapa de prueba de concepto, el Atlas combina datos de intercambios de criptomonedas, como los exchanges, lo cual sucede fuera de las cadenas de bloques, con datos detallados extraídos de las blockchains públicas, información rastreable en las propias cadenas. Para ello, utiliza transacciones entre intercambios de criptomonedas en la red de Bitcoin y las ubicaciones geográficas de estos intercambios como un indicador para evaluar los flujos de capital transfronterizos, y así ir interpretando y correlacionado los datos.
Una revisión inicial de los datos indica que los flujos transfronterizos son económicamente sustanciales y están distribuidos de manera desigual geográficamente, ofreciendo un punto de vista novedoso tanto para los responsables de políticas como para los analistas.
Para Burkhard Balz, Miembro del Consejo Ejecutivo del Deutsche Bundesbank, «Atlas permite una variedad de casos de uso. Los investigadores pueden analizar de manera estructurada los microdatos, mientras que los responsables de políticas pueden acceder a paneles personalizados para obtener percepciones de forma sencilla en un simple vistazo. Estoy entusiasmado por el potencial y los futuros desarrollos de este proyecto».
El foco del análisis apunta a la actividad de Bitcoin
El BIS ha explicado que, si bien es cierto que el alcance del proyecto será extrapolarlo a toda la actividad que suceda en redes blockchain, la primera fase de prueba conceptual de Atlas ofrece una visión más precisa de las transacciones asociadas específicamente a la red Bitcoin. Estos datos proporcionan una estimación más certera del flujo de Bitcoin en los pagos internacionales a través de ubicaciones geográficas específicas, lo cual enriquece la base para investigaciones y análisis más rigurosos y exhaustivos, afirmó la entidad financiera.
Además de Bitcoin, Atlas arroja luz sobre la influencia que están teniendo otras criptomonedas y el ecosistema de Finanzas Descentralizadas (DeFi) en los pagos y en la economía mundial. Igualmente, podría ser utilizado para evaluar la demanda potencial y el impacto de las stablecoins en distintas jurisdicciones.
El BIS sigue lanzando diversos proyectos entorno a la blockchain
El Banco Internacional de Transacciones es una entidad financiera global que funciona como el banco de los bancos centrales a nivel mundial. Por ello, está especialmente implicado tanto en el análisis y trazabilidad de la actividad de la industria de las criptomonedas y su impacto en el sector financiero tradicional, como en el desarrollo de diversos proyectos piloto que procuran integrar las monedas digitales emitidas por Bancos Centrales, las CBDCs, en la economía real mediane bancos comerciales.
El año pasado, el BIS se asoció con el Programa de Activos Digitales de Cambridge (CDAP) de la Universidad de Cambridge, con el propósito de explorar las posibles aplicaciones y escenarios de uso de las criptomonedas y las nuevas tecnologías. Desde entonces, ha lanzado multitud de proyectos similares, como el recientemente anunciado Proyecto Mandala. En este caso, y en colaboración con los bancos centrales de Australia, Corea, Malasia y el objetivo es abordar los requisitos regulatorios específicos de cada jurisdicción para transacciones transfronterizas. Esto incluye las CBDCs, pagos con depósitos tokenizados y préstamos transfronterizos. Todo ello con el objetivo de aprovechar las eficiencias que la tecnología blockchain puede ofrecer a un sistema financiero tradicional, lastrado por silos y procesos lejos de estar optimizados ante los retos de la economía digitalizada global.
