La rebaja del IVA no evita que el aceite de oliva suba desde enero un 51% en los grandes súper
Los precios de Alcampo, Carrefour, Dia, ECI y Mercadona son idénticos, un indicio de pacto de precios, según Asufin
La bajada del IVA de los alimentos ha sido ineficaz para que el precio de la cesta de la compra básica baje. | Europa Press
El pasado 1 de enero, el Gobierno aprobó la rebaja de el IVA de los alimentos de primera necesidad -entre otros el del aceite de oliva– con el fin de paliar la subida de los precios causada por la guerra de Ucrania. La medida, que se prorrogó el pasado junio otros seis meses, no ha conseguido frenar el alza de precios. Incluso algunos productos han subido de forma muy importante pese a la drástica reducción del impuesto.
Es el caso del aceite de oliva virgen extra. Según los datos recabados por Asufin a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE su precio ha subido por encima del 51%. Lo ha hecho de forma prácticamente idéntica en las cinco principales cadenas de distribución, un indicio de un supuesto pacto de precios, según denuncia la Asociación Usuarios Financieros.
Resulta llamativo que el litro de aceite de oliva de marca blanca cueste hoy en Mercadona, El Corte Inglés, Dia, Alcampo y Carrefour lo mismo, 9,25 euros. Hace diez meses el precio mayor lo tenía Dia -7,59 euros- y el menor lo ofrecía Alcampo -5,39 euros-. Carrefour, Mercadona y El Corte Inglés lo vendían en torno a 5,90 euros, lo que supone un incremento desde principio de años de 3,35 euros. Mientras en Dia el alza ha sido superior al 21%, en las otras cadenas supera el 50%.
Del aceite de oliva a la leche
Tampoco se ha conseguido frenar el precio de una cesta de la compra compuesta por diez productos esenciales, entre ellos el aceite. Desde principio de año ha subido de media un 13,9%. Ha sido Alcampo la superficie en la que se ha notado más el aumento, un 22,55%. Mientras, en El Corte Inglés el conjunto de los diez productos básicos se ha incrementado apenas un 6,8%.
El kilo de harina de trigo apenas ha variado de media en los últimos diez meses. Se sitúa entre 0,69 y 0,80 euros, una diferencia mínima entre grandes distribuidoras. Tampoco ha habido grandes rebajas en la leche. La marca blanca en las grandes cadenas está a día de un precio prácticamente similar que oscila entre los 5,40 euros y los 5,46.
En el caso de la espinaca, hay importantes diferencias que va de los 1,59 euros por un kilo en El Corte Inglés a los 4 euros de Mercadona y Dia. Las variaciones han sido mínimas con respecto al mes de diciembre. Mientras, el aceite de girasol ha empezado a ser el sustituto del de oliva. Es uno de los productos que más han bajado en la cesta básica, en torno a un 55%.
La botella de girasol de marca blanca se puede comprar hoy, coincidentemente, por 1,55 en cuatro de las cadenas y por 1,60 en la quinta -Dia-. Otros productos como los fideos y los macarrones se venden a precios análogos en los cinco establecimientos que ha incorporado Asufin en su detallado estudio.
El efecto en la cesta básica
El Gobierno eliminó en enero el Impuesto sobre el Valor Añadido de los productos que ya tenían el tipo reducido del 4% y, además, rebajó del 10% al 5% el IVA de los aceites, incluido el de oliva, y las pastas. La finalidad de esta rebaja, que ha reducido los ingresos por el impuesto, pero no ha conseguido reducir los precios, era aliviar la situación de las familias.
La ineficacia de la medida ya se empezó a notar en la cesta básica en marzo, solo dos meses después de su aprobación. En ese mes se rompió la tendencia a la baja que se había observado desde enero. El efecto de la bajada del IVA comenzaba a diluirse. El aumento apenas fue de 1,31%, en torno a 39 céntimos, pero ya anticipaba los que pasaría en los meses siguientes.
En ese contexto, Patricia Suárez, presidenta de Asufin, asegura que la iniciativa del Gobierno estaba demostrando su ineficacia para reducir los precios. «Es muy difícil que la CNMC vigile los márgenes y se establezca un cauce de cumplimiento de lo que la bajada del IVA pretende: abaratar la cesta de productos básicos», aseguraba.
Además, destacaba que estas medidas «sin graduación», benefician tanto al que más compra como el que menos. Suárez admitía que «sin estar tampoco de acuerdo en topar precios, los Gobiernos tienen medios para determinar quién necesita ayuda directa para combatir los efectos perniciosos de la inflación».
