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Economía

La compra de chalets cae un 13% desde el pico histórico alcanzado en plena pandemia

La compra de vivienda unifamiliar cae hasta el 19,5% en el tercer trimestre frente al récord del 22,5% marcado en 2020

La compra de chalets cae un 13% desde el pico histórico alcanzado en plena pandemia

Viviendas unifamiliares en construcción en Madrid | Europa Press

La compra de vivienda sigue normalizandose, tanto en volumen –tras los datos históricos marcados en 2022– como en tipo de vivienda adquirida. Con la pandemia, durante 2020, el sector inmobiliario experimentó algunos cambios de tendencia como un cierto éxodo hacia el mundo rural. El teletrabajo y los continuos confinamientos llevaron a las familias a buscar nuevos espacios en los que vivir alejados de las ciudades.

Una situación que disparó la compra de viviendas unifamiliares o chalets tanto en las zonas rurales como a las afueras de las ciudades hasta registrar su máximo histórico a finales de 2020 con una cota del 22,5% de peso con respecto al total de viviendas vendidas. «La gente buscaba otro tipo de vivienda donde vivir, con espacios para conciliar, cerca del rural», explica a este medio un analista del sector. Sin embargo, durante 2021, esa marcha al rural se fue desinflando al igual que el interés por viviendas unifamialiares debido, entre otras cuestiones, a que la implementación del teletrabajo no ha fue tan elevada como se esperaba. 

Con la normalización y el fin de la pandemia estos datos han vuelto a las cifras previas. Durante el tercer trimestre de este año, respecto a la proporción de pisos y viviendas unifamiliares, las compraventas de vivienda se han desagregado en un 80,5% de vivienda colectiva (pisos) y un 19,5% de vivienda unifamiliar. Esto supone una caída del 13,33% con respecto al máximo marcado en la pandemia, según la Estadística Registral Inmobiliaria del tercer trimestre de 2023 del Colegio de Registradores analizados por THE OBJECTVIE.

Igualmente, en cuanto a los datos anualizados, se observa una cierta estabilidad en el peso de las compraventas de vivienda unifamiliar, con porcentajes similares a los del trimestre anterior. Además, según estas mismas cifras, durante el tercer trimestre del año, tomando las ocho principales capitales por número de habitantes, sólo Barcelona y Málaga han ganado peso relativo frente a su provincia si lo comparamos con el mismo periodo del año anterior, mientras que las otras seis capitales lo han perdido.

Vuelta a los pisos

Detrás de esa caída en la compra de vivienda unifamiliar o chalets del 13% con respecto al récord de pandemia está una vuelta a las ciudades y un incremento de precios. De hecho, está ocurriendo precisamente lo contrario de lo que ocurrió en 2020. Desde 2021 la demanda de vivienda ha estado volviendo masivamente a las grandes ciudades, según aseguran los expertos del sector. Lo que se ha reflejado en el aumento continuado del precio de las viviendas en las principales urbes españolas.

«Esto lo confirma la reducción del volumen de tipologías de unifamiliares y también lo verifica el peso que tienen las grandes capitales en su área de influencia que está volviendo a los niveles normales», añaden fuentes del sector. No obstante, el mercado inmobiliario es muy heterogéneo y la vuelta a la ciudad no ha sido similar en todo el territorio.

Sin embargo, hay diferentes factores que son comunes como que la recuperación económica ha reactivado fundamentalmente las grandes ciudades. Por otro lado, la implantación del teletrabajo no ha sido finalmente tan masiva como se esperaba en 2020.

Los jóvenes, al rural

A pesar de que el cierto éxodo hacia el mundo rural que se experimentó al inicio de la pandemia ha finalizado, estas zonas se están convirtiendo en la ‘esperanza’ de algunos ciudadanos debido a los altos precios en las ciudades. Concretamente los jóvenes. Más de la mitad de las personas que van a trasladarse a una zona rural próximamente tiene entre 18 y 34 años. Una cifra considerablemente más alta que hace unos meses, cuando solo este rango de edad suponía el 33% de los españoles con planes reales de mudarse a un pueblo, según un estudio realizado por Fotocasa Reseach y Proyecto Vivienda.

Como resultado de esto, además, ha descendido la edad media de los demandantes de vivienda que han planificado irse a una zona rural: actualmente son 36 años mientras que en agosto de 2022 eran 41. Una realidad que constatan desde el portal inmobiliario y que se debe a los altos precios de la vivienda y su encarecimiento continuado en el centro de las ciudades. Los precios «van expulsando cada vez más a las rentas más bajas y los colectivos más vulnerables, entre los que se encuentran los jóvenes», asegura María Matos directora de estudios y portavoz del portal.

Su índice socioeconómico en cuatro de cada diez casos es el nivel medio. Además, el 37% se engloba en un perfil alto o medio alto y el 21% en un perfil bajo. Si hablamos exclusivamente de ingresos mensuales brutos de la unidad familiar, la mitad (49%) tiene unos ingresos que son de 2.000 euros o menos. En agosto de 2022 eran el 37% los que declaraban estos ingresos, una cifra doce puntos más baja que la actual. 

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