Digi alcanza un acuerdo para comprar los activos de la fusión Orange-MásMóvil
Las dos operadoras de la ‘joint venture’ trabajan en cerrar otros pactos y así darle más alterativas a la Unión Europea
Digi ha alcanzado un acuerdo preliminar con Orange y MásMóvil para quedarse con los activos sobrantes de la fusión que se negocia en Bruselas. Un pacto que también se está cerca de alcanzar con otras compañías. Las fuentes involucradas en el proceso confirman a THE OBJECTIVE que estamos ante un nuevo paso en la operación, pero ni mucho menos el definitivo ya que ahora los convenios deben llevarse a Bruselas para que la Comisión Europea negocie con la joint venture cuál será la resolución definitiva.
En cuanto al pacto, que no es vinculante, se han cerrado las condiciones económicas como la cantidad de activos que se cederán, aunque no han trascendido públicamente los detalles. Lo que está claro es que ha sido supervisado por Bruselas lo que implica que cuando lleguen a instancias comunitarias (en los próximos días) deberían tener un trámite mucho más rápido de lo que se ha producido hasta la fecha. En cualquier caso, no se sabría nada antes de principios del próximo año, como ya ha publicado este diario.
De esta manera, el procedimiento implica que cuando sea pertinente Orange y MásMóvil pondrán sobre la mesa de la Comisión Europea las diferentes opciones que hayan logrado cerrar y a partir de aquí se abre una nueva etapa del proceso en la que se debería decidir cuál es la opción que más conviene a las partes. En el caso de Digi (cuyo acuerdo fue adelantado por Bloomberg), siempre ha sido el favorito de Bruselas ya que consideran que reforzarle sería la mejor manera de garantizar la competitividad en el mercado y que la nueva compañía fusionada no suba precios.
Opciones de Digi
No han trascendido los detalles del acuerdo pero la clave está en la red móvil, tanto en el espectro como en la infraestructura que deben ceder Orange y MásMóvil. Desde el comienzo del proceso la red de Yoigo ha estado en el punto de mira y es seguro que parte o toda esta red será cedida a precios bastante por debajo de mercado.
De la mano de este acuerdo, es probable que también se haya cerrado un acuerdo preferente de uso de red, que en el caso de Digi sería clave para desplegar una red móvil, primero limitada pero con aspiraciones de tener una cobertura a nivel nacional. Finalmente, también deberá acordarse alguna cesión de fibra óptica, menos relevante para los candidatos a remedy taker, ya que tienen importantes despliegues de redes en marcha, pero que ha sido una condición de Bruselas para cerrar el pacto.
Con todo, esto confirma que la aprobación de la Comisión Europea de la fusión (y la cesión de remedies a Digi u otra compañía) entre Orange y MásMóvil se irá con toda probabilidad a las primeras semanas del año 2024. Pese a que la intención de las dos operadoras es tener luz verde antes de que finalice diciembre, como ha dicho la CEO de la francesa, Christel Heydemann, la burocracia de Bruselas sumada a la demora en el envío de la propuesta de cesión de activos harán que el estreno de la nueva compañía se mueva como mínimo hasta comienzos del segundo trimestre.
Plazos de la ‘joint venture’
«Es un proceso complejo que requiere cerrar muchos flecos», dicen quienes siguen de cerca el proceso. Es por ello por lo que, pese a que Orange dijo en sus últimos resultados económicos presentados el 23 de octubre que esperaban tener la aprobación antes de finalizar el año, los plazos se moverán algunas semanas más. En la joint venture se confía en que se produzca a más tardar a finales de enero, aunque otras fuentes dentro de la Unión Europea creen que no habría respuesta antes de febrero.
Cuando se presente la propuesta, la Comisión Europea debe activar el calendario nuevamente y a partir de ahí tiene 50 días laborables para dar una respuesta definitiva -si no consideramos nuevas paradas del reloj-, es decir, unas diez semanas. A partir de ahí, las dos compañías deben constituir la nueva sociedad, firmar los contratos correspondientes y definir la ecuación de canje y valoración definitiva. El pacto se cerró inicialmente en 7.800 millones de euros para Orange España y 10.900 millones para MásMóvil (2.000 millones de Euskaltel y otros 6.000 millones de deuda) y no deberían producirse cambios sustanciales.
La joint venture deberá acudir a los mercados y a la banca para financiar la operación. Primero tendrá que ratificar su rating, un proceso donde las operadoras esperan que esté más cerca del BBB+ de Orange que del B+ de Lorca (MásMóvil), siempre siguiendo la metodología de Fitch. Con esta clasificación deberán acudir al sindicato bancario con el que han acordado el préstamo y cerrar los flecos de los 6.600 millones que ya se han preconcedido.
Negociaciones bancarias
De este montante se utilizarán 6.000 millones para pagar un dividendo asimétrico para los socios: 4.200 millones para Orange y otros 1.650 millones para los dueños de MásMóvil, Cinven, Providence y KKR. Los otros 150 millones restantes se usarán para pagar comisiones. En total, la deuda de la nueva empresa se situará en los 12.000 millones de euros, los 6.000 del préstamo sindicado y los otros 6.000 heredados de la operadora española.
Finalmente, deberán reorganizar los departamentos, definir sus principales directivos y la forma en que se integrarán los departamentos duplicados. No están planificados despidos, según han dicho Orange y MásMóvil . Todos estos procesos en su conjunto deberían tardar unos tres meses, lo que implica que no antes de comienzos del segundo semestre la nueva compañía pueda echar a rodar.