El sector energético lamenta la falta de personal cualificado en el Ministerio de Ribera
Los altos funcionarios apenas han aumentado en un año: de 604 empleados en 2022 a 612 trabajadores en 2023
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. | EuropaPress
Una de las críticas que resuena en el sector energético es la falta de personal cualificado en el Ministerio para la Transición Ecológica en pleno boom por desarrollar los objetivos verdes. Es uno de los argumentos que se usa para explicar la falta de resolución en muchos de los frentes a los que no se les ha dado solución. «Estamos en un momento clave para la industria y el ministerio debería tener a un montón de trabajadores cualificados allí trabajando como si fuese una gran empresa», apuntan desde el sector.
De hecho, si uno acude a la información de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), observará que en la plantilla de personal cualificado del ministerio (es decir, los funcionarios A1) apenas se ha movido en los diferentes años. Por ejemplo, en 2022 el número se situó en los 604 empleados, y en 2023 este apenas ha subido unos pocos trabajadores más (612). Si tenemos en cuenta los funcionarios de menor nivel (agrupados en los A2), el número incluso empeora ligeramente: 328 de 2022 frente a los 326 de 2023.
Por otro lado, si analizamos departamentos específicos, como la Secretaría de Estado de Energía, observaremos que el número de funcionarios cualificados se ha reducido de 16 en 2022 a 15 en 2023. Por otro lado, en términos agregados sí se observa un aumento considerable de los trabajadores, de de 26 en 2022 a 41 en el año 2023. Números que, sin embargo, equivaldrían a lo que es hoy una mediana empresa.
No hay que olvidar, sobre esto último, que la Secretaría de Estado de Energía es uno de los organismos con más peso y tiene entre sus competencias velar por una política energética sostenible, mantener la seguridad en el suministro energético, la competitividad de los mercados de la energía y la protección del medio ambiente.
Otro de los departamentos importantes del ministerio es la Secretaría General Técnica. En esta sección el número de funcionarios se ha mantenido igual: en 16. Un número que tampoco parece que haya aumentado mucho desde hace más de un lustro. Si lo comparamos con los empleados cualificados que había en el antiguo Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, en el gobierno de Mariano Rajoy, este era de 33. Un número que habría que coger con pinzas ya que se integran varios ministerios allí, pero que demuestra que la cantidad no es muy inferior con respecto a 2023.
Los ambiciosos planes
El Ministerio para la Transición Ecológica tiene por delante grandes objetivos de cara a 2030. Según el PNIEC, se busca reducir en un 32% las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a 1990, que el 81% de la generación eléctrica proceda de energía renovable y la reducción de la dependencia energética en hasta un 51%.
Algunas fuentes incluso apuntan a que una de las consecuencias del retraso de la eólica marina en España podría ser este. Así, muchos países vecinos de nuestro entorno ya están desplegando esta nueva tecnología, como Portugal. Lo que repercute de forma indirecta en España, porque las energéticas comienzan a movilizar sus inversiones hacia otros países.
También existen muchos otros frentes que tiene el ministerio, tanto por el lado de la generación como por el lado de la demanda, que aún siguen sin resolverse. Esta problemática la monopolizan las redes eléctricas y sigue siendo la principal preocupación de los agentes por la falta de inversión. Otra de las críticas también gira en torno al hidrógeno, que sigue siendo un vector clave pero que, según las diversas fuentes, el ministerio resuelve tarde muchos proyectos relacionados con esta tecnología.
Todo apunta a que, si el Gobierno consigue aguantar los próximos cuatro años, este ministerio será clave para llevar a cabo todos los objetivos planteados para 2030, que son muy ambiciosos. Para ello, desde el sector sostienen que el departamento que dirige Teresa Ribera debería incrementar el número de trabajadores cualificados proporcionalmente al escenario que requiere este momento importante en el que se encuentra la transición energética en nuestro país.
