Uno de cada cuatro vuelos en España no llega puntual a su destino
Tenerife Norte, Bilbao y Sevilla son algunos aeropuertos más puntuales en Europa
Panel con vuelos cancelados y retrasados en un aeropuerto español. | Europa Press
Uno de cada cuatro vuelos en España llega tarde. Más concretamente, el 25,8% de los viajes en avión no aterriza a la hora prevista, según datos de la Organización Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea, más conocida como Eurocontrol. A pesar de ello, nuestro país no es de los peor situados, ya que es el octavo con los vuelos más puntuales de la Unión Europea (UE).
Es más, Eurocontrol sitúa a tres aeropuertos españoles entre los más cumplidos de los Veintisiete. Se trata de Tenerife Norte, el cuarto más puntual de toda la UE (se retrasa el 18,7% de los vuelos); Bilbao, el sexto (19,3%); y Sevilla, el undécimo (21,4%).
Por su parte, los dos principales aeropuertos de nuestro país, el Adolfo Suárez Madrid-Barajas y el Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, registran peores tasas de impuntualidad: un 21,7% el aeródromo de la capital y un 25,4% el de la Ciudad Condal. No obstante, pese a la gran cantidad de vuelos que operan, ambos están por debajo de la media del 25,8% de retrasos y ocupan, respectivamente, el puesto 13º y 29º en el ranking europeo de puntualidad.
Eso sí, por el volumen de viajes que acogen, Barajas y El Prat concentran la mayor parte de las reclamaciones de pasajeros en 2023. Según el portal Reclamio.com, empresa especializada en gestionar estos trámites, los aeropuertos de Madrid y Barcelona protagonizan el 35,5% y el 20,1% de las quejas por impuntualidad. Les siguen Palma de Mallorca, Málaga y Lanzarote. Por contra, el aeropuerto de Tenerife Norte ha recibido tan solo un 2,2% del total de reclamaciones; Bilbao, un 3,2%; y Sevilla, un 2,1%.
Según datos de la misma empresa, las aerolíneas que más reclamaciones han recibido en 2023 han sido, por este orden, Iberia, Vueling, Ryanair, Volotea y TAP Portugal.
Requisitos y excepciones a la hora de cobrar una indemnización
Estos retrasos pueden deberse a cuestiones ajenas a las aerolíneas, como condiciones climatológicas adversas, o bien por razones que sí tienen que ver con estas compañías, véanse incidencias técnicas, huelgas o lo apretado de los horarios de vuelos. En este sentido, cabe recordar que no todos los retrasos y cancelaciones se traducen automáticamente en una indemnización para el viajero. Para empezar, la causa de la impuntualidad debe ser achacable a la aerolínea.
Desde Reclamio recuerdan que el tiempo de demora es otra variable clave. Para tener derecho a una restitución, el pasajero debe llegar a su destino final tres o más horas después de la hora de llegada inicialmente prevista por la compañía. Noemí Fernández, gerente de Reclamio, aclara que aquí no entran escalas que se ven acortadas por el retraso del primer vuelo; si no se llega tarde al destino final, no se puede reclamar indemnización.
Aunque hay excepciones a esta norma si el retraso ha sido causado por un evento extraordinario y la aerolínea ha hecho lo posible por evitar llegar tarde. Hablamos de inestabilidad política en el país de origen o de destino del vuelo, de condiciones meteorológicas incompatibles, de riesgos para la seguridad, de deficiencias inesperadas en la seguridad o de huelgas que afecten a las operaciones de un transportista aéreo.
En este punto, desde Reclamio.com hacen hincapié en que no se considera causa extraordinaria una huelga del propio personal de la aerolínea, por ejemplo, en el caso de las huelgas de Air Europa y Air Nostrum la pasada primavera o la de los pilotos belgas de Ryanair de este mismo verano. En este caso, sí hay derecho a indemnización.
Por otra parte, el Reglamento europeo fija tres sumas de compensación según el trayecto del vuelo. En viajes de hasta 1.500 kilómetros de distancia, 250 euros; entre 1.500 y 3.000 km, 400 euros; y en vuelos de más de 3.000 km de distancia, 600 euros.
