Ganaderos de Castilla y León avisan de la entrada «masiva» de corderos de Italia y Francia
Denuncian que no pueden competir con sus precios y piden que se identifique la procedencia en el etiquetado
Ganaderos de Castilla y León han lanzado un aviso a los consumidores para informar de que «en los últimos días está entrando a los mataderos de la región una gran cantidad de corderos franceses y también italianos» que podrían estar entrando al mercado «sin la información suficiente al consumidor sobre la procedencia de esa carne».
En plena época navideña, en la que la venta de carne de cordero es más elevada que el resto del año, los ganaderos reclaman que se informe con claridad sobre la trazabilidad y el origen de la carne que llega al lineal del supermercado, como los lechazos de asado fácil y hamburguesas, así como que se intensifiquen los controles del etiquetado.
«Nosotros no cuestionamos la legalidad de esta situación, pero sí pedimos que haya una trazabilidad, que eso es exigible a todos los mataderos», explica a THE OBJECTIVE Lorenzo Rivera, coordinador de COAG en Castilla y León. «Se mata a la vez a los corderos nacidos y criados aquí que a los que son de otras partes de Europa, pues que al menos haya esa diferencia en el producto final, ya sean hamburguesas, cortes o bandejas, que aparezca el origen».
«Estamos en un mercado común y esto evidentemente es así. La circulación libre de mercancías no la vamos a parar dentro del mercado comunitario, pero nosotros queremos defender lo nuestro, eso es lo que queremos reflejar», añade Rivera.
«No podemos competir a nivel de precios»
Los corderos que vienen de otros países, principalmente de Italia y Francia este año, se venden a un precio inferior al de los producidos en Castilla y León debido a unos costes de producción inferiores por el modelo de crianza, así como a un mayor tamaño de los animales, explica Rivera.
Desde la alianza UPA-COAG lamentan que los ganaderos locales no pueden competir con estos corderos que están llegando a los mataderos de Castilla y León, puesto que «la calidad no tiene nada que ver con nuestro ganado, alimentado exclusivamente con leche materna».
«El cordero lechal de aquí es nacido y criado aquí, directamente con la leche de la madre, lo que no tiene nada que ver con lo que se hace en otros países», explica Rivera. Por lo general, los procedentes del extranjero son alimentados con leche artificial o incluso con pienso, pues son corderos más grandes, por lo que existen unas diferencias organolépticas, apunta.
Añade que hay que tener en cuenta que mucha de la producción viene de ganadería extensiva, que tiene su punto álgido de ventas en Navidad puesto que los animales solo paren una vez al año y se hace coincidir con estas fechas.
Además, la diferencia de precio se debe a que lo que se importa no es lechazo, como se cría en la región principalmente, donde existe la IGP del lechazo de Castilla y León, sino corderos que pueden llegar hasta los 20 kilos, muy lejos de los 12 kilos como máximo que pesa el lechazo.
«Una situación límite para los productores de lechazo»
Desde las dos organizaciones ganaderas aseguran que los productores «se encuentran un año más en estas fechas con una situación límite», pues en algunos casos «tienen problemas para vender sus animales al no poder competir a nivel de precios con corderos cuya calidad no tiene nada que ver con nuestro ganado», aseguran.
Este año, explica Rivera, el perjuicio económico ha sido mayor que otros, puesto que el precio era más alto que en años anteriores y, por tanto, hay más diferencia con la competencia extranjera. «No podemos competir con corderos amamantados artificialmente y, sobre todo, con pienso», insiste.
«Una vez que pasen las fiestas, evidentemente bajarán los precios, pero en el momento álgido de ventas sí que hace daño», añade.
Por eso, UPA y COAG pide a los consumidores que soliciten a sus carniceros o al establecimiento donde adquieran la carne de cordero que les proporcionen toda la información sobre el producto «y después decidan qué es lo que quieren o pueden llevar a la mesa, pero siendo sabedores de lo que han comprado».
También piden a las administraciones que «intensifiquen los controles de las importaciones y los etiquetados para verificar que mataderos y vendedores cumplen la ley en materia de trazabilidad e información».