El frío frena las obras: 5.300 parados más mientras el sector agoniza por falta de albañiles
El 72% de los contratos firmados en la construcción fueron indefinidos en 2023, según la patronal
Las inclemencias meteorológicas han frenado las obras y con ello el empleo en el sector. De hecho, el paro registrado en la construcción ha subido en 5.285 (2,53%). Es el sector que más empleo ha destruido en el último mes del año. En total hay 213.778 parados en este sector, según los datos publicados este miércoles por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. Una cifra que rompe la buena racha que venía acumulando tras dos meses continuados de caídas que llevaron a la construcción a situarse en menos de 210.000 parados, en mínimos del año 2006.
Es una situación que «suele ser habitual durante este mes del año», según apunta Pedro Fernández Alén, presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) a THE OBJECTIVE. «Las inclemencias hacen que se ralenticen las obras y muchas se paralizan. Sobre todo la pequeña y mediana empresa de reformas que extingue contratos en estas fechas y llegan a parar todo el mes», añade Alén.
No obstante, se trata de un bache en el empleo que se produce en un momento en el que el sector adolece de falta de mano de obra. Faltan todo tipo de profesionales del sector desde albañiles hasta encofrados o carpinteros. El sector se muestra preocupado desde hace tiempo ya que esta falta de personal pone en riesgo la enorme cantidad de trabajos proyectados de cara a los próximos años, tal y como hemos contado en THE OBJECTIVE.
Faltan 700.000 empleos
La Confederación Nacional de la Construcción considera que hacen falta, al menos, 700.000 personas para poder cumplir con las obras que se encuentran en el Plan de Recuperación. Y es que la evolución de empleados en este sector ha caído de manera intensa desde 2008, con el estallido de la burbuja inmobiliaria, cuando se encontraba rozando el umbral de los tres millones de trabajadores. Ahora roza la cifra de 1.400.000 empleados.
Hay muchas causas detrás de esta situación de falta de atracción de mano de obra, pero fundamentalmente giran en torno a una realidad bastante simple: los jóvenes ya no quieren trabajar en la construcción. Un sector que hace 15 años, en pleno calentamiento de la burbuja inmobiliaria, encontró en este segmento de la población un importante caladero de mano de obra. Hoy difícilmente atrae talento.
«No puede ser y no nos podemos permitir que tengamos en España una tasa de desempleo juvenil cercana al 40% y que las empresas de la construcción no tengan mano de obra cualificada, y que los jóvenes no quieran venir a nuestro sector», ha lamentado en varias ocasiones el presidente de la patronal.
El 72% de los contratos, indefinidos
Las causas detrás de esta espantada juvenil en el sector son variadas y tienen que ver con una realidad mucho más compleja que afecta a otros sectores como el logístico o la hostelería, tal y como hemos contado en este diario. Desde el sector de la construcción consideran que se debe a la mala fama que arrastra esta actividad, que otrora era vista como una gran oportunidad laboral. Sin embargo, tras la burbuja inmobiliaria, los jóvenes la consideran precaria, caracterizada por largas jornadas laborales con un importante esfuerzo físico y una remuneración muy por debajo de otros empleos.
Un estigma que refutan desde el sector. La estimación de la patronal afirma que el salario medio está un 30% por encima del SMI y con jornadas que con el paso de los años han mejorado mucho. Además, tal y como explica Alén, los datos de paro y afiliación a la Seguridad Social conocidos este miércoles ponen de manifiesto que el 72% de los contratos firmados en 2023 son contratos indefinidos. «Esto demuestra que el sector se ha adaptado rápidamente a la reforma laboral, metimos en nuestro convenio colectivo el contrato indefinido adscrito a obras y le hemos dado estabilidad a los trabajadores», asegura el presidente de CNC.
En paralelo, desde la patronal recuerdan que el VII Convenio General también contempla la creación del primer plan de pensiones sectorial a nivel estatal que se firma en España, así como un incremento salarial del 10% entre 2022 y 2024, es decir, una subida del 4% para el 2022, del 3% para el 2023 y de otro 3% para este 2024 recién iniciado.