Fedea alerta del alto gasto farmacéutico en hospitales, que apunta a un 2023 de récord
Hasta noviembre, el gasto fue de 8.692.348 euros, una variación interanual del 9,6% con respecto al mismo mes de 2022
El gasto farmacéutico hospitalario sigue creciendo año tras año. A falta de datos de diciembre, todo apunta a que 2023 cerrará con cifras de récord. Hasta noviembre, el gasto fue de 8.692.348 euros, una tasa de variación interanual del 9,6% con respecto al mismo mes de 2022, que cerró el año con 8.895.305 euros, según datos del Ministerio de Hacienda.
En este sentido, Fedea ha presentado recientemente el quinto estudio del Observatorio de Sanidad, en el que se hace una valoración de una lista de 29 indicadores que resumen el estado corriente o la evolución del sistema sanitario. Entre los puntos a analizar se encuentra el gasto farmacéutico hospitalario, con una actualización que consideran «negativa».
En cada caso, Fedea identifica con color verde una situación o una evolución positiva, con color naranja una situación preocupante, en rojo una situación negativa y en negro aquellos indicadores que los autores han considerado que han tenido o siguen teniendo una evolución muy negativa.
Del total de 29 indicadores que presentan, 13 reflejan una situación positiva, 13 preocupante, tres negativa y ninguno muy negativa. En los indicadores negativos señalan la esperanza de vida en buena salud, la obesidad infantil y el gasto farmacéutico hospitalario, este último, además, con un comportamiento «sustancialmente peor» que otros componentes del gasto sanitario.
De esta forma, Fedea que muestra la evolución del gasto farmacéutico hospitalario y su crecimiento anual desde 2014 hasta 2022, considera que después de un primer momento de crecimiento disparado (27% entre 2014 y 2015), seguido de una esperanzadora contención entre 2015 y 2016 (caída del 5%), el gasto farmacéutico hospitalario creció hasta cerca de un 10% en 2018, para posteriormente oscilar el crecimiento anual entre el 9% y el 5%.
«Sin duda, un comportamiento sustancialmente peor que otros componentes del gasto sanitario y farmacéutico», valoran los autores del informe, que señalan que ello se debe especialmente «al continuo crecimiento derivado de los tratamientos oncológicos».
En este sentido, también se pronunció el Ministerio de Sanidad en 2022, quien en una nota indicaba: «En 2021 el gasto en medicamentos oncológicos a través de hospitales y oficinas de farmacia fue de 3.110 millones de euros, lo que supone un 16,91% sobre el total de medicamentos, siendo el 93,19% del consumo total en importe de medicamentos oncológicos corresponde al consumo en el ámbito hospitalario. Si se compara el consumo en importe en relación a 2016, el crecimiento asciende a un 105,9%».
Tendencia alcista
De esta forma, según se desprende del índice de gasto en productos farmacéuticos y hospitalarios del Ministerio de Hacienda y actualizado el pasado 22 de enero, se aprecia una tendencia alcista en el gasto farmacéutico hospitalario año tras año: 5.153.683 (2014), 6.549.654 (2015), 6.255.246 (2016), 6.447.891 (2017), 6.944.330 (2018), 7.489.852 (2019), 7.934.301 (2020), 8.491.409 (2021), 8.895.304 (2022) y 8.692.348 (hasta noviembre de 2023).
De esta forma, según el informe Health at a Glance 2023, elaborado por la OCD (con datos hasta 2021), España, como ya contó THE OBJECTIVE, es el segundo país de la OCDE que más aumenta el gasto farmacéutico hospitalario después de Alemania.
Alto precio de medicamentos novedosos
En este sentido, desde la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp) y el Observatorio del Medicamento advierten de la necesidad de tomar medidas para afrontar la escalada en farmacia hospitalaria. En un reciente informe publicado por la Fadsp, califican el aumento del gasto farmacéutico hospitalario como «un disparate» y apuestan por «incrementar la utilización de genéricos o biosimilares», realizar «compras agregadas por parte de todas las comunidades» y «regular estrictamente los conflictos de interés entre profesionales sanitarios y la industria farmacéutica».
Gran parte del aumento de este gasto se debe a los precios de especialmente aquellos tratamientos que son más novedosos y tratan las enfermedades más graves. Entre los llamados medicamentos de alto impacto presupuestario (o de altos precios), el más destacado es Zolgensma, un fármaco para la atrofia muscular espinal, aprobado en 2021, que se administra una sola vez y cuyo precio por paciente alcanza los dos millones de euros. En España el coste para las arcas públicas oscila entre los 28 y 35 millones de euros al año, como ya informó este medio.
Otros de los casos más relevantes es Luxturna y el conocido Spinraza. El coste de la terapia del primero, indicado para la pérdida de la visión aprobado en marzo de 2021, es de 688.896 euros; en el caso del segundo, considerado un medicamento huérfano para la atrofia medular espinal aprobado en nuestro país en 2018, tiene un gasto de 419.328 euros durante el primer año y 269.360 euros los siguientes. En cinco años, el tratamiento asciende a 1.496.768 euros por paciente.