Las aseguradoras pagarán al menos 72 millones a los camioneros por la crisis francesa
Desde el pasado jueves, miles de transportistas se han visto sacudidos por las protestas del campo en el país vecino
Protesta del campo francés. | Reuters
La crisis del campo en Francia está sacudiendo el negocio de los transportistas españoles. «Esto ya se hacía en los años ochenta. Los agricultores y ganaderos del país vecino siempre han cometido este tipo de bloqueos, pero nunca a estos niveles. Si uno era pícaro, podía evitarlos por otras rutas», asegura un transportista a este periódico, que se ha visto salpicado de lleno por el boicot sin parangón que hay en la frontera entre España y Francia. Los agricultores del país vecino denuncian competencia desleal de los productos españoles.
La crisis del campo francés está teniendo una repercusión económica considerable ya que, desde el jueves, según fuentes de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), se están perdiendo diariamente 12 millones de euros (600 euros de facturación diaria por cada 20.000 transportistas que cruzan la frontera). Las mismas fuentes del sector apuntan a que esta cantidad alcanzará este miércoles los 72 millones de euros. Las miradas ahora se ciernen sobre quién pagará la factura millonaria, y todas estas giran hacia las aseguradoras, que sirven de respaldo económico para los camioneros en este tipo de imprevistos. Un escenario que conllevará una negociación.
«Estos millones no se pueden recuperar. Al final, un camión es como una habitación de hotel. Si yo hoy no alquilo una, mañana no puedo alquilarla dos veces. Cada día que no se trabaja es dinero perdido. En esos millones diarios no se están incluyendo los daños vandálicos, que muchos seguros no cubren y tampoco la pérdida del valor de las mercancías estropeadas», sentencian desde la patronal del transporte de mercancías.
De momento, el Ejecutivo no ofrece información a los transportistas sobre las negociaciones que están llevando a cabo con el ejecutivo francés. Una situación que genera incredulidad y enfado dentro del sector. «No tenemos ni idea de lo que está haciendo el Gobierno. La situación la vemos cada vez más enquistada. Esto está siendo una locura». El titular de Transportes, Óscar Puente, viajó ayer a Bruselas (Bélgica) para verse con la comisaria europea de Transportes, Adina Valean, con la que estuvo tratando la actual crisis que azota al transporte español.
El sector primario francés arde por las políticas del gobierno de Emmanuel Macron. Mientras los agricultores franceses mantienen sus tractores paralizados en las carreteras cocinando salchichas, chuletas de cerdo y queso brie en barbacoas, sus representantes —agrupados en el sindicato agrario mayoritario FNSEA— negocian con el Ejecutivo. Este martes por la noche, el primer ministro francés, Gabriel Attal, volvió a reunirse con ellos. Desde el Elíseo culpan al resto de países miembros, principalmente a España y a Italia, a los que acusa de competencia desleal. Pero los transportistas españoles responden que los franceses «están llevando a cabo una política mucho más agresiva que la que estipula la UE y que la legislación es la misma para todos».
Una respuesta que, no obstante, puede no ser un caso aislado de Francia, sino el inicio de un movimiento europeo que cruce fronteras. El retraso de los subsidios, el elevado precio del diésel… son muchos los argumentos que aglutinan en el campo europeo para protestar contra sus gobiernos. Sin ir más lejos, en el campo español ya preparan algunas manifestaciones.
Casos violentos
Los transportistas españoles denuncian que la policía francesa no está colaborando para atajar los ataques de los agricultores franceses hacia sus camiones. También sostienen que les roban parte de los productos que tienen en el interior del vehículo. «Te abren el camión y te tiran la mercancía al suelo. La mitad la queman y la otra se la llevan», lamenta un camionero que se ha visto perjudicado por uno de estos ataques.
La mayoría del sector de los transportistas cuenta con seguros que pagan y que generan clausulas para minimizar económicamente este tipo de ataques. A diferencia del sector del campo, donde existe un pool de seguros que se concentran en Agroseguro, cada transportista contrata su propio seguro con su compañía privada para este tipo de acontecimientos. La incertidumbre es máxima dentro del sector de los transportistas, pero también entre las empresas de seguros, que ven cómo cada día que pasa sus balances se ven comprometidos por la crisis del campo francés. Una realidad que incluso se podría volver aún más cruda si se confirma también en España.
