El Ministerio de Ribera se gastó 2,3 millones en la última cumbre del clima en Emiratos Árabes
A finales de noviembre aterrizaron en Dubái 49 trabajadores del ministerio, de los cuales solo cuatro eran altos cargos
La vigésimo octava cumbre del clima (conocida como COP28) que tuvo lugar entre finales del mes de noviembre y mediados del de diciembre del pasado año supuso para el Ministerio de Transición Ecológica un coste total de 2,3 millones de euros si atendemos a los gastos por representar a España y a la Unión Europea (UE), a través de stands, además del desplazamiento, los hoteles y los restaurantes.
A finales de noviembre, aterrizaron en Dubái (Emiratos Árabes Unidos), y liderados por la ministra Teresa Ribera, casi medio centenar de trabajadores (49 en concreto) del ministerio, de los que solo cuatro eran altos cargos. Estos últimos eran, además de la ministra, la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, el director de gabinete de la ministra y la directora general de la Oficina Española del Cambio Climático.
Un despliegue que le ha supuesto al ministerio un coste total de 279.000 euros. Desde Transición Ecológica justifican los precios asegurando que las tarifas las establecía el propio organizador, que era el único proveedor de los servicios y que además estos no eran negociables. Por otro lado, añaden que como España en ese momento portaba la presidencia del Consejo de la Unión Europea tuvieron que incurrir en una serie de gastos extra, como fue la financiación de gran parte del pabellón de la UE en la cumbre, que tuvo un coste de 1,1 millones de euros.
Otros gastos fueron la contratación del pabellón para la representación de España (que fue de 417.500 euros), así como los costes relacionados con estos pabellones: desde todo lo relacionado con el ámbito audiovisual (que alcanzó los 489.127 euros) hasta el catering, transporte, gastos financieros y de personal de asistencia a eventos (que fue de 57.345,23 euros). Los primeros días de la cumbre, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acompañó a la ministra Ribera. Sin embargo, su viaje fue fugaz en comparación con el de su ministra, que estuvo allí dos semanas.
La COP 28 se convirtió de nuevo en un gran foco de atracción para inversores, empresarios y políticos. Se anunciaron durante —y después— miles de millones de euros en proyectos energéticos. Destacaron las empresas españolas Cepsa e Iberdrola. Un escenario que en términos agregados generó casi mayor impresión dentro del mundo de los negocios que el tradicional foro de Davos, que se celebra cada enero en Suiza.
Tensión en la cumbre
El transcurso de la cumbre del clima no fue fácil y durante varios días se generó tensión. Sin ir más lejos, la ministra Ribera tachó la actuación de la OPEP (el principal lobby del petróleo) de «repugnante» por intentar dificultar el acuerdo durante la cumbre del clima. «Es repugnante que los países de la OPEP estén presionando para no llegar donde se tiene que llegar», aseguró unos días antes de que concluyesen las negociaciones para acordar un texto en común. Un nerviosismo que acabó en alegría por parte de la ministra por haber conseguido un texto acorde al Acuerdo de París.
Sin embargo, fuentes industriales subrayan que en el documento final genera dudas y deja todo abierto con respecto a los compromisos de cada país. Una conclusión que ya ha ocurrido en las anteriores cumbres del clima. Días antes de que arrancase la COP 28 hubo un cruce directo entre los que apuestan por la energía renovable frente a los que mantienen la apuesta por el gas y el petróleo.
Así, la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que agrupa a Estados Unidos y la Unión Europea principalmente, publicó un informe titulado ‘La industria del petróleo y el gas se enfrenta a la hora de la verdad —y a la oportunidad de adaptarse— a medida que avanza la transición hacia energías limpias’. Un mensaje claro que ponía de sobre aviso a todas las petroleras, sobre todo a las de Oriente Medio. En ese documento se podían leer frases como «los productores deben elegir entre contribuir a una crisis climática cada vez más grave o convertirse en parte de la solución adoptando el cambio hacia la energía limpia».
Unos días después de este contundente informe de la AIE, el medio británico BBC publicó que los Emiratos Árabes Unidos planeaban utilizar su papel de anfitrión en la cumbre del clima de la Organización de Nacionales Unidas (ONU) como una oportunidad para negociar y cerrar acuerdos sobre petróleo y gas.