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Economía

Saura se acerca a los sindicatos de Correos tras cinco años en guerra con Serrano

La compañía estima unas perdidas operativas cercanas a los 300 millones para el 2023 y de 400 millones para el 2024

Saura se acerca a los sindicatos de Correos tras cinco años en guerra con Serrano

Pedro Saura, actual presidente de Correos. | Agencias

El nuevo presidente de Correos, Pedro Saura, se ha reunido por primera vez con los sindicatos más representativos de la compañía -CCOO, UGT, CSIF, SL, CGT, CIG y ELA- y el resto de representantes de la dirección de la empresa, para intentar acercarse a la representación de los trabajadores que estuvo en pie de guerra con la anterior administración de Juan Manuel Serrano. La gestión del anterior gestor se saldó con pérdidas de más de 1.000 millones de euros pese a recibir grandes cantidades de fondos europeos y subvenciones.

En ese sentido, Saura ha explicado a los representantes de los trabajadores que en los últimos años, en el marco de una economía global, su actividad se está viendo afectada por profundos cambios que han transformado los mercados del servicio postal y de la paquetería, «cambios que están sometiendo a la compañía a una exigente adaptación a las demandas de la ciudadanía de nuestro país y que requieren una reorientación en sus líneas estratégicas de gestión».

De esta manera, la compañía y las organizaciones sindicales han coincidido en el diagnóstico sobre la situación y en la necesidad de abordar, «sobre la base del diálogo social y la negociación«, las iniciativas necesarias para el fortalecimiento del servicio postal público, que permita la recuperación de la situación económica de la empresa, «compartir un plan de orientación estratégica y el futuro laboral con el fin de garantizar un servicio púbico de calidad a los ciudadanos y ciudadanas, el crecimiento como compañía en un mercado cada vez más exigente, adaptando los procesos en tiempo, calidad y costes y así permitir crecer como empresa en un futuro». 

Disputas con los sindicatos

En este sentido, Saura ha pedido a los representantes sindicales su implicación y compromiso para conseguir los objetivos comunes en un momento crucial de la larga historia de Correos. El nuevo presidente intenta olvidar la anterior etapa en la que los representantes de los trabajadores estuvieron toda la administración de Juan Manuel Serrano enfrentados a la dirección. De hecho, el nuevo gestor se estrenó con una huelga de los trabajadores del servicio postal.

Según denuncian trabajadores de Correos, la improvisación ha sido una constante en la anterior etapa de Serrano. Sobrecarga de trabajo, precariedad, falta de contratación, órdenes contradictorias e incumplimientos de los requerimientos son algunas de las excusas. Según denuncian, los trabajadores de Correos en oficinas se han convertido en vendedores de todo tipo de productos y se han alejado de su función principal relacionada con el servicio postal.

El argumento es el constante deterioro de la plantilla de la empresa pública. Los sindicatos alegaron durante todo el periodo de Serrano que Correos está al borde de la «quiebra técnica» y de la «ruina económica», con un desplome de carga de trabajo, abandono del servicio público y pérdida de calidad «sin precedentes», a lo que se suman unos niveles «inaceptables de empleo basura», con el recorte de 7.000 puestos de media en plantilla en tres años y más 10.000 contratos a tiempo parcial.

Pérdidas de Correos

Correos siempre rebatió estas acusaciones indicando que seguirá siendo pública y desmiente que vaya a producirse un trasvase de su actividad a su filial Correos Express, al mismo tiempo que asegura que no está cerrando ninguna oficina o centro de distribución, sino, al contrario, está ampliando su servicio al área rural, donde está digitalizando los puntos de atención al público.

Lo cierto es que los números de Correos son desastrosos. Las pérdidas en 2020 superaron los 217,2 millones. Eso supone más del doble que en 2021. La sociedad estatal postal recortó su cifra total de negocios el año pasado casi un 6% hasta los 1.962 millones de euros, con descensos en su división postal y estancamiento en paquetería exprés, mientras que el número de envíos ha disminuido drásticamente, pasando de 2.700 envíos admitidos en 2018 a tan solo 1.368 en 2022, lo que representa una reducción de casi el 50%, según los sindicatos. 

Pero no es todo. Correos ha indicado a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) que estima unas pérdidas operativas cercanas a los 300 millones de euros para el 2023 y de 400 millones de euros para el 2024. Unas pérdidas que se suman a los mil millones de desequilibrio acumulado desde 2018.

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