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Correos perdió 125 millones en 2023, la mitad de lo previsto en su plan operativo anual

Durante el curso pasado, el operadora postal minimizó el impacto de la pérdida de ingresos y redujo costes totales

Correos perdió 125 millones en 2023, la mitad de lo previsto en su plan operativo anual

Fachada de una oficina de Correos. | Agencias.

Correos perdió 125 millones de euros en el ejercicio 2023, según han confirmado a THE OBJECTIVE fuentes cercanas a la gestión de la empresa pública. Pese a lo abultado de esta cifra, este desequilibrio representa menos de la mitad de los 258 millones de euros comprometidos en su plan operativo anual (POA) del año pasado y confirma que la marcha de la compañía fue mucho mejor de lo esperado, minimizando el impacto de la pérdida de ingresos y reduciendo los costes totales.

Fuentes oficiales de Correos han declinado hacer valoraciones sobre estas cifras que se producen en un momento de transición del operador postal tras la salida de Juan Manuel Serrano —presidente desde verano de 2018 hasta finales de 2023— y el nombramiento a finales de diciembre de Pedro Saura, hasta entonces responsable de Paradores.

La sociedad pública participada en un 100% por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y dependiente del Ministerio de Hacienda, lleva más de una década sumida en una importante crisis de modelo. El operador no ha podido hacer frente a la situación mundial, la tendencia de la caída del sector postal, sus elevados costes estructurales y una diversificación del negocio que no ha terminado de cuajar.

Pérdidas acumuladas

Esta situación se ha agudizado desde la irrupción de la pandemia y la consolidación de grandes competidores en el segmento de reparto, que han arrebatado ingresos a Correos en este periodo. La compañía facturó 2.400 millones en 2019, pero este 2023 habría superado levemente los 1.900 millones, 500 millones que se han perdido en el camino y que han impulsado al operador a registrar fuertes pérdidas acumuladas.

En 2019 —un año antes de la pandemia— registró sus últimos resultados positivos con una ganancia de 14,8 millones de euros (el primer beneficio neto de la compañía desde 2014), frente a las pérdidas de 156 millones en 2018. Desde entonces se han sucedido los desequilibrios: 264,2 millones de pérdidas en 2020; 105,6 millones en 2021 y 217 millones en 2022, datos que son más abultados si es que incluyen como consolidación en las cuentas de la SEPI.

Unos malos resultados a los que no ha ayudado el constante enfrentamiento de los sindicatos con Serrano. Los representantes de los trabajadores acusaron al directivo saliente de intentar desmontar la compañía y de llevarla a la «ruina económica», «con un desplome de carga de trabajo, abandono del servicio público y pérdida de calidad sin precedentes». Estos representantes les culparon de poner en marcha un recorte de 7.000 puestos en tres años y más 10.000 contratos a tiempo parcial.

Diversificación de Correos

Desde su llegada en 2018, Serrano intentó reestructurar la plantilla y diversificar los negocios de la compañía intentando apostar por nuevas áreas de negocio como Correos Cargo o Correos Telecom. Con suerte dispar, lo cierto es que los ingresos no han mejorado aunque, algunas fuentes coinciden en señalar en que se han dado algunos pasos para consolidar la diversificación de un negocio postal en retirada y a la baja en todas las grandes operadoras públicas del continente.

Las pérdidas de este 2023, que representan la mitad de los 256 previstos en el plan de comienzos de año, confirman que el año ha ido mejor de lo esperado, un ajuste que se ha producido por un mayor control de los costes y de una contención de la pérdida de la facturación. También ha impactado el crecimiento de facturación de estos nuevos negocios impulsados en el último lustro.

Sin embargo, la situación de la empresa no está ni mucho menos solucionada. Correos ha perdido más de 1.000 millones desde la pandemia y la previsión es que este 2024 siga con una sangría similar a la registrada en los últimos cinco años. La nueva administración es consciente que la actividad del grupo se está viendo afectada por profundos cambios que han transformado los mercados del servicio postal y de la paquetería. 

Correos y la SEPI

«Cambios que están sometiendo a la compañía a una exigente adaptación a las demandas de la ciudadanía de nuestro país y que requieren una reorientación en sus líneas estratégicas de gestión», dijo Pedro Saura a los sindicatos en la reunión que sostuvo con los representantes de la plantilla esta misma semana.

De esta manera, Correos y las organizaciones sindicales han coincidido en el diagnóstico sobre la situación y en la necesidad de abordar «las iniciativas necesarias para el fortalecimiento del servicio postal público, que permita la recuperación de la situación económica de la empresa, compartir un plan de orientación estratégica y el futuro laboral con el fin de garantizar un servicio púbico de calidad a los ciudadanos y ciudadanas, el crecimiento como compañía en un mercado cada vez más exigente, adaptando los procesos en tiempo, calidad y costes y así permitir crecer como empresa en un futuro». 

Correos es la joya de la corona de la SEPI. En 2022, últimos datos armonizados para todas las empresas públicas, representó el 37% de su cifra de negocio conjunta, el 40% de sus gastos operativos y el 63% de su plantilla total con 50.200 empleados. Es por ello por lo que la marcha del operador es clave para encarrilar las cuentas de la sociedad pública que llevan años lastradas precisamente por la compañía postal y Navantia.

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