De Cos anuncia que el Banco de España revisará al alza sus previsiones de PIB en 2024
El gobernador ha recordado que las últimas proyecciones del Banco de España proyectaban una tasa de avance del PIB
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha anunciado que el organismo revisará al alza sus proyecciones de crecimiento de la economía española para este año 2024 en su siguiente actualización de previsiones, que se producirá a mediados de junio, por lo que el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) se situaría por encima del 1,9%. Hernández de Cos ha comparecido este martes en la Comisión de Economía, Comercio y Transformación Digital del Congreso de los Diputados para presentar el Informe Anual del Banco de España correspondiente a los años 2022 y 2023.
El gobernador ha recordado que las últimas proyecciones del Banco de España, publicadas en marzo, proyectaban una tasa de avance del PIB del 1,9% en 2024 y 2025 y del 1,7% en 2026, por encima del crecimiento potencial. No obstante, de acuerdo con la estimación del PIB del primer trimestre de 2024 publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) la semana pasada, la economía registró un avance del 0,7% respecto al cuarto trimestre, 0,3 puntos porcentuales por encima del crecimiento proyectado por el Banco de España en marzo. «Nos ha sorprendido al alza», ha reconocido el gobernador.
El buen comportamiento del empleo, la estabilidad de las tensiones geopolíticas y la mejora adicional de la actividad del sector turístico habrían contribuido a esta evolución. Destaca, en particular, el crecimiento de la formación bruta de capital fijo, tras las caídas de los dos trimestres anteriores. Con esta información, además de la disponible para el segundo trimestre sobre afiliación a la Seguridad Social, el gobernador ha anticipado que el Banco de España revisará sus proyecciones de crecimiento de la economía española al alza en su siguiente actualización, que se producirá a mediados de junio.
«Lo que podemos decir es que la economía se ha estabilizado en un crecimiento a ritmos elevados y a ritmos que son, además, por encima de los del área del euro», ha apuntado Hernández de Cos. Además, según el gobernador, el indicadores adelantados del PIB del primer trimestre de 2024 publicados la semana pasada situarían este nivel un 3,7% por encima respecto al de antes del Covid, frente al 3,4% en el caso del área del euro.
No obstante, en términos per cápita, el PIB se situaba en España apenas un 0,3% por encima de su nivel de finales de 2019 –en un contexto de elevados flujos de inmigración en los dos últimos años–, en contraste con lo observado en la UEM, donde el PIB per cápita se encontraba un 2% por encima de su nivel previo a la pandemia.
Entre los factores de soporte que subyacen a las favorables perspectivas de la economía española, cabe destacar la reactivación paulatina de la economía europea, la disipación gradual del impacto negativo del endurecimiento de la política monetaria sobre la actividad, la recuperación de las rentas reales de los agentes económicos, el crecimiento poblacional previsto y el impulso fiscal proveniente del programa Next Generation EU (NGEU).
En sentido contrario, el gobernador ha indicado que la acusada debilidad de la inversión y el pobre desempeño de la productividad, así como el agotamiento de algunos vientos de cola que han impulsado recientemente el crecimiento –relacionados con la intensa corrección de algunas de las perturbaciones de oferta negativas que lastraron la actividad en 2021 y 2022–, incidirán negativamente sobre el ritmo de avance futuro de la actividad.
Además, de acuerdo con los resultados de las últimas olas de la Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE), las empresas han percibido en los últimos trimestres un aumento de la incertidumbre sobre la política económica que estaría afectando negativamente a un 58% de las compañías, de forma que este se ha convertido en el principal factor condicionante de la actividad reportado por ellas.
«De mantenerse, estas dinámicas podrían llegar a incidir negativamente sobre las decisiones de inversión empresarial, en un contexto en el que esta se ha mantenido muy débil en los últimos años, y sobre la senda de crecimiento futuro», ha advertido Hernández de Cos.