Los clientes del Sabadell aceleran la retirada de dinero de su gestora de fondos
La compañía, que se verá afectada por las rupturas de las alianzas por la opa de BBVA, pierde 538 millones hasta abril
Banco Sabadell sufre una nueva sangría en su gestora de fondos de inversión y lo hace justo antes de que BBVA haya presentado su oferta pública de adquisición de acciones (opa) con carácter hostil. La entidad catalana ha registrado la mayor salida de dinero en estos productos en los cuatro primeros meses del año, después de que en 2023 también liderara la retirada de recursos por parte de sus clientes.
Los datos recabados por THE OBJECTIVE en Inverco reflejan que la gestora del Sabadell -que está administrada por la francesa Amundi como consecuencia de su venta en 2020– tuvo entre enero y abril de 2024 una suscripción neta negativa de 538 millones de euros, una cantidad que supone una aceleración en la retirada de dinero por parte de sus clientes respecto al pasado ejercicio. Entonces, la fuga fue de algo más de 1.000 millones. Fuentes del banco señalan que estas cifras no recogen todas las ventas que hace de productos de la francesa y que si se incluyeran en los cuatro primeros meses el saldo sería positivo en 726 millones.
Este negocio es una pieza elemental del Sabadell en la fusión que pretende materializar BBVA una vez culmine con éxito la opa. El grupo vasco, en principio, tendrá que indemnizar a Amundi si se lleva a cabo la integración y decide romper esta alianza comercial, elevando así los costes de la reestructuración. Hace cuatro años, cuando ambos grupo fracasaron en sus negociaciones, los analistas de Barclays calcularon en cerca de 500 millones dicha factura.
BBVA no ha detallado en su propuesta el gasto de esta indemnización como las del resto de pactos que el Sabadell tiene en otros segmentos, como los seguros con Zurich. Los expertos elevan hasta los 2.000 millones el rompimiento de las diferentes joint venture y dan por hecho que el comprador deshará prácticamente todas ellas. El grupo que preside Carlos Torres gestiona y administra su propia gestora con el fin de retener todos los ingresos por comisiones por la venta de fondos.
Por otro lado, en función de la evolución de la actividad, el Sabadell tenía previsto percibir hasta 30 millones con datos a cierre de 2023, según el acuerdo alcanzado con Amundi en enero de 2020, cuando le trasmitió el 100% del capital de la compañía. Y las cifras ponen de manifiesto una rebaja del negocio.
La gestora de BBVA tampoco está teniendo un buen arranque de ejercicio, ya que también ha registrado salida de dinero, aunque mucho menor que la compañía del banco catalán. En su caso, la pérdida es de 78 millones hasta abril. Estos comportamientos negativos contrastan con la buena marcha de este nicho en el sistema financiero en su conjunto, que ha tenido en el mismo periodo entradas netas por un importe de casi 9.400 millones. Las entidades que más han captado han sido Caixabank y el Santander, con 3.000 millones y 1.800 millones, respectivamente.
Sabadell alerta sobre su pacto con Amundi en fondos
En un documento presentado el jueves en la CNMV, el Sabadell alertaba de las «múltiples incertidumbres» a las que le ha sometido BBVA con su opa hostil, entre ellas para su negocio de fondos. Así, el grupo liderado por Josep Oliu explicaba que el órdago le podía provocar eventuales consecuencias sobre los acuerdos estratégicos que mantiene en los seguros y gestión de activos, además de la depositaría institucional (BNP Paribas), y los costes que pudieran derivarse de la extinción de dichas alianzas. Además, colocaba en inestabilidad a su plantilla, ya que la operación podría generar posibles salidas de personal cualificado en busca de otras oportunidades profesionales ante el riesgo de pérdida de su empleo en el caso de prosperar la oferta.
El Sabadell también añadía que le podía generar «posibles pérdidas de oportunidades de negocio como consecuencia de las limitaciones a la actuación de los órganos de administración y dirección durante la pendencia de la opa», así como otros potenciales efectos adversos en la actividad.
El banco catalán indicaba en el documento que «en este momento no es posible prever la duración del proceso de revisión regulatoria y autorización por la CNMV de la opa», aunque reseñaba que BBVA ha estimado este periodo de tiempo entre seis y ocho meses. Y que tampoco se podía pronosticar «el resultado que eventualmente, de ser aprobada, pueda tener la oferta», generando dudas sobre su éxito.
Por el momento, BBVA ha calculado en 1.450 millones los costes de la reestructuración, principalmente por el ajuste de personal y oficinas, para obtener unas sinergias de 850 millones. El grupo vasco estima que si logra la fusión, operación que quiere bloquear el Gobierno, despedirá más de 4.500 trabajadores y cerrará unas 800 sucursales.