Bankinter pone un obstáculo extra a la opa de BBVA sobre el Sabadell con el fin de Evo
Desaparece un banco en pleno debate sobre los efectos en la competencia que tendrá la oferta del vasco
El presidente de BBVA, Carlos Torres | Europa Press
Bankinter ha puesto un obstáculo extra a la oferta pública de adquisición de acciones (opa) de BBVA sobre el Sabadell al decidir poner fin a Evo Banco a través de su integración. Aunque la pretensión es otra, de manera indirecta, la entidad controlada por Jaime Botín se ha colado en el campo de batalla que el grupo vasco y el catalán están librando desde casi dos meses.
Fuentes financieras sostienen a THE OBJECTIVE que la fusión que pretende llevar a cabo Bankinter con Evo supone la eliminación del mercado de uno de los bancos digitales más potentes del mercado (casi 800.000 clientes) y, por tanto, tendrá consecuencias sobre los niveles de concentración. Por lo que señalan que la Comisión Nacional de la Competencia (CNMC) tendrá que tener en cuenta el impacto que tenga esta operación en el análisis que realizará sobre la toma de control del Sabadell por parte de BBVA, por muy pequeño que este pueda ser.
Aunque Evo era 100% de Bankinter, desde hace unos años mantenía viva su marca, su oferta diferente de productos y servicios y operaba de manera autónoma. Cuando se produzca la integración habrá una entidad menos en el sistema y su anuncio se produce en un momento en que desde algunos ámbitos, entre ellos el gubernamental, se está subrayando el daño que hará a los niveles de competencia la opa al banco catalán.
Estas fuentes señalan, por tanto, que la desaparición de Evo es «un obstáculo más» que se ha encontrado BBVA en su oferta por el Sabadell. Por el camino, tiene no solo pendiente un juicio por el ‘caso Villarejo’, sino que además cuenta con una gran oposición. En su contra, están el consejo del propio grupo vasellano, con el presidente Josep Oliu a la cabeza, ejecutivos autonómicos, organizaciones empresariales y el propio Gobierno central, aunque haya rebajado el nivel de ataque en los últimos días tras el encuentro del presidente Pedro Sánchez con el máximo responsable del conglomerado vasco, Carlos Torres.
El análisis y posterior veredicto que realice la CNMC serán clave para el resultado de la operación. Por el momento, BBVA ha sacado toda la artillería posible de defensa para rebatir que su opa no pondrá en peligro la suficiente competencia en el sector y confía en una autorización para finales de año, tal y como marcó en la hoja de ruta de la transacción.
La importancia de los bancos digitales
Esta semana, Torres ha señalado en un foro organizado por Apie y la UIMP que en la actualidad «hay menos barreras para competir, como estamos viendo nosotros en Italia» por la irrupción de bancos digitales. El banco ha captado ya en el país trasalpino medio millón de clientes. «La concentración hay que analizarla, pero hay otros factores importantes, como los servicios y los nuevos jugadores; estamos confiados porque nuestras cuotas de mercado son moderadas y no superan las reglas de la CNMC», ha indicado.
La presidenta de esta institución, Cani Fernández, consideró este martes en el mismo foro que la banca digital y la entrada de nuevos agentes al sector es uno de los factores que se tendrá que tener en cuenta a la hora de valorar la opa, además de las diferentes actividades y los mercados. Y dejó claro que «a más actores más competencia».
La CNMC, según su presidenta, ha requerido ya algún tipo de información adicional a BBVA y al Sabadell, como es habitual en este tipo de operaciones una vez se registra el proyecto, y a partir de ahora tendrá que llevar a cabo sus análisis para determinar si la aprueba en primera fase con compromisos y condiciones o si, por el contrario, por su complejidad tiene que abrir un segundo plazo para extender las exigencias o prohibir la adquisición. Si se produce este escenario, el Gobierno podría imponer algún tipo de medida adicional si lo considerara oportuno.
Desde la patronal AEB, a la que pertenecen tanto BBVA como el Sabadell, su presidenta, Alejandra Kindelán, no quiere pronunciarse sobre los efectos que podría tener la toma de control y posterior fusión de ambos grupos sobre el mercado. En el mismo foro, lo único que manifestó este jueves es que, como en ocasiones anteriores a la oferta hostil, «en España contamos con muchas entidades» y «que los clientes tienen una oferta muy variada». «Esto lo mantengo» porque solo en su asociación hay 63 entidades afiliadas, afirmó. «Los clientes en España tienen variedad de productos y servicios y eso se refleja bien en la competencia, por ejemplo, de las hipotecas», aseguró.
