La industria de la bici: suben los precios, mejora la tecnología y emerge el gravel
Este sector emplea en España a unos 25.000 profesionales. El importe medio de una bicicleta rebasa los 1.000 euros
La bicicleta ha ido ganando terreno en las ciudades. La afición deportiva siempre estuvo ahí, pero el contexto aprieta y en los países más avanzados de Europa se sabe que el nuevo urbanismo conecta con ese viejo medio de transporte saludable y asequible.
Ambe, la Asociación de Marcas y Bicicletas de España, elabora cada cierto tiempo un informe sectorial. El último, publicado en abril de 2023 y pendiente de actualización, resalta que la facturación cayó un 6% en 2022 (año duro de la pandemia) respecto al ejercicio anterior. Si la toma se expande y se abarcan las ventas mundiales, se observa que, en efecto, según Statista, tras las cifras récord de 2021 se produce una contracción seguida de dos años de remontada (2023 y el saliente 2024).
Esta industria emplea en el país a unas 25.000 personas y cuenta con marcas tan destacadas como Orbea, BH, Mondraker, Berria, Conor, Megamo y Massi. La primera de la lista es sin ninguna duda un referente mundial y cerró 2023 con unos ingresos de 374,4 millones de euros. El próximo abril presentará los resultados de 2024.
Varios fenómenos moldean la fisonomía del sector. Por una parte, por encima de cualquier otro, la irrupción de la bicicleta eléctrica, cuyas ventas rondaron el año pasado a escala planetaria los 40 millones de unidades. Europa aporta a esa suma 5,16 millones. Aquí entra en juego la adaptabilidad: existen equivalentes eléctricos a todas las categorías de bicis, desde las de carretera hasta las de montaña, pasando por las urbanas o las de gravel.
Cada vez más caras
De vuelta a los datos de Amber, y pese al desfase temporal, se aprecia una constante todavía presente hoy: el aumento de los precios. En 2022 se rebasó por primera vez la barrera de los 1.000 euros de importe medio (1.121 euros, +13,93%). Las bicicletas eléctricas repuntaron un 2,8% (2.940 euros de PVP) y las de gravel se dispararon un 42,4% (1.589 euros). Por otra parte, las categorías que registraron mejores ventas fueron bicicletas urbanas (+22,5%) y bicicletas eléctricas, que alcanzaron las 236.183 unidades transaccionadas (+5,7%). Mandan ciudad y comodidad.
¿Qué me compro?
Al público puede abrumarle la increíble cantidad de alternativas existente en el mercado, así que una microguía nunca está de más. El concepto más versátil, heredado del ciclocross, son las bicis de gravel, con una geometría a medio camino entre los modelos de carretera y montaña y lo mejor de los dos mundos. Permiten, por una parte, moverse bastante rápido, con velocidades medias de más de 25 kilómetros hora si uno está en forma, mientras que sus ruedas de taco están adaptadas para transitar caminos de gravilla y tierra y zonas rotas no muy exigentes. También son un aliado perfecto para la urbe.
En el gravel conviven dos subcategorías: el rendimiento y la aventura. La primera rama, con vehículos más rápidos y ligeros y pensados más para el asfalto que para el campo, Orbea ofrece su gama Terra M con cuadro de carbono desde 3.199 euros. Entre las exploradoras, Mondraker acaba de lanzar la Arid Carbon, disponible al mismo precio que la Terra básica pero más preparada para terrenos irregulares.
Sin motor, con colchón
Hay quienes aún se sienten jóvenes para recurrir a una e-bike pero ya rondan los 40 y tampoco desean maltratar sus lumbares. En tal caso, la reina es la bicicleta de montaña de doble suspensión, donde la tecnología obra milagros. Ni son tan pesadas como antes ni cuestan necesariamente un riñón. La Vitae 20 de Megamo se vende ahora por 2.659 euros (30% de descuento), la Mako Elite XT de Berria cuesta 3.699 euros y la OIZ M10 de Orbea trepa hasta 5.699.