Este es el máximo que deberías pagar por el alquiler si vives solo o compartes piso
La «regla de las 40 veces» calcula el dinero que se debe invertir en el alquiler en función del salario anual de la persona que alquila una vivienda
En el año 2021 hasta un 26% de la población española vivía en una vivienda de alquiler. | María Ziegler
Encontrar un lugar para vivir nunca es tarea fácil, especialmente, cuando se trata de la primera vivienda. A la decisión de escoger el que será nuestro hogar durante los próximos años se suman otros muchos condicionante que dificultan el proceso, entre ellos, el precio, que actúa como el más determinante, especialmente, para los más jóvenes. El primer paso tras la emancipación, en la gran mayoría de las ocasiones, pasa por el alquiler, ya sea solo, con una pareja o con amigos.
En España, según los datos ofrecidos por un informe del portal inmobiliario Fotocasa, en el año 2021 hasta un 26% de la población española vivía en una vivienda de alquiler. Este porcentaje se ha incrementado en los últimos años (en 2020 la tasa era del 24.9%) debido, principalmente, a la baja cuantía de los salarios, unida a la precariedad laboral y al valor cada vez más caro de las propiedades inmobiliarias.
Subida del precio del alquiler, más de un 50% del salario de los inquilinos
Después de trece meses en retroceso, los precios de alquiler han subido un 0,8% anual. Este crecimiento se ha visto motivado por diversos factores como el retorno de los estudiantes y del turismo extranjero, así como la captación de teletrabajadores. El desplazamiento de la demanda hacia zonas más baratas ya ha empezado a dejar ver un incremento del valor de los alquileres a marchas forzadas. Esta tendencia al alza se ha experimentado con gran notoriedad en algunas provincias.
En concreto, la provincia de Huelva lidera las subidas de precios del alquiler, seguida de Segovia (15,8%), Lugo (15,1%), Castellón (13,9%), Málaga (13,2%), Badajoz (12,5%), Alicante (12%), Valencia (11,1%), Murcia (10,5%). Por detrás quedan otras regiones como Toledo (9,4%), Baleares (7,7%), Gerona (8,5%), Ávila (6,8%), Las Palmas (6,7%) o Almería (6,3%). La subida del precio del alquiler en estas ciudades ha permitido que se alcancen cifras de arrendamiento superiores, en muchos casos, a las de las grandes urbes.
El incremento de los precios del alquiler registrado en los últimos meses, ha motivado que el Gobierno adopte una serie de medidas para paliar dichas subidas. Entre ellas, la nueva Ley de Vivienda o el Bono Social de 250 euros, una ayuda directa a la que pueden acceder personas con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años, con rentas anuales inferiores a 23.725 euros, para hacer frente a la precariedad de la emancipación.
El precio de alquiler perfecto: la regla de las 40 veces
Uno de los aspectos a tener en cuenta a la hora de alquilar es cuánto dinero debe invertir una persona en este tipo de gastos. La fórmula más aconsejada para ello es la conocida como «regla de las 40 veces«, que sirve para calcular el precio a pagar del alquiler en función del salario anual de la persona que alquila una vivienda. De esta manera, se ha de pagar un máximo al mes que resulte de dividir el sueldo anual neto del trabajador entre 40. Esta regla permite también flexibilizar otro tipo de gastos importantes, como el pago de las facturas, el dinero destinado a hacer la compra o el valor invertido en gasolina y combustibles.
Otro método reconocido para saber cuánto pagar por el precio del alquiler es lograr que los gastos del alquiler no excedan del 30% de nuestros ingresos brutos restando las deudas. Así, por ejemplo, para una persona con un sueldo medio neto de unos 1.500 euros al mes, la cantidad máxima que se debería destinar al alquiler no debería pasar de los 450 euros mensuales, sobre todo si se quiere ahorrar dinero para poder destinarlo a otro tipo de gastos.
El método de ahorro 50-30-20
Si lo que queremos es conseguir ahorrar una pequeña cantidad de dinero cada mes y que no todos nuestros ingresos vayan destinados al alquiler, una opción muy útil es seguir la regla del 50-30-20. Este método permite destinar el 50% del sueldo a pagos vitales del día a día, como comida, alquiler, hipoteca o transporte. De esta manera, un 30% del sueldo restante iría destinado a gastos prescindibles, pero que aumentan nuestra calidad de vida (un viaje, salir a cenar, decoración…) y el otro 20% al ahorro.
