El 'superalimento' que elimina los gases y regula el colesterol
Aunque esta es una reacción natural del cuerpo, hay ciertas comidas que propician su formación en el intestino
Las flatulencias son un síntoma normal que produce el cuerpo al acumular gases en el sistema digestivo. Aunque es una reacción natural, cuando tienen lugar en exceso y pasan a ser una señal crónica es importante acudir al médico para diagnosticar si hay un problema mayor detrás.
Es importante tener en cuenta que los gases se forman normalmente en los intestinos a medida que el cuerpo digiere los alimentos. De igual forma, pueden provocar que la persona se sienta inflada y aparezcan síntomas como cólicos o retorcijones en el vientre. Estos síntomas suelen estar asociados al tipo de alimentación que lleve la persona, de forma que algunas comidas difíciles de digerir, como la fibra, serán más propensas a provocar gases.
Aparte de esto, su desarrollo aumenta también cuando la persona ingiere algo que su cuerpo no puede tolerar. Uno de los casos más comunes es, por ejemplo, la intolerancia a la lactosa. Sin embargo, también existe lo contrario: distintos alimentos que pueden ayudar a regular la producción de gases intestinales. En este sentido, y según la revista Mejor con Salud, un alimento muy recomendado son las lentejas rojas, también conocidas como lentejas turcas.
También respalda esta alimento un artículo publicado en Internacional Journal of Molecular Sciencies. Este destaca que las lentejas rojas contienen polifenoles, proteínas, aminoácidos aesenciales, fibra y otros compuestos activos que benefician la salud. Además, también es considerado prebiótico, ya que contribuye al cuidado de la microbioma intestinal.
En específico, los almidones y la fibra que contienen estas lentejas son coadyuvantes en el proceso de digestión. Es decir, cuando el organismo las asimila, prolongan la sensación de saciedad y ayudan a regular la microbiota intestinal. De igual forma, como no tienen piel, son más fáciles de digerir que las lentejas comunes. Es por ello que los expertos en salud las aconsejan para aquellas personas que tienen dificultades intestinales o exceso de gases.
Las bebidas con más calorías que suben el colesterol
Los platos cargados de grasa no son los únicos perjudiciales para los niveles de colesterol. Las calorías líquidas también juegan un papel muy importante en la dieta, ya que también puede afectar a los niveles de azúcar, colesterol o triglicéridos. Por ello, estas son algunas de las bebidas de las que es mejor no abusar:
Refrescos azucarados
El alto contenido en azúcares aumentan tanto el colesterol como los triglicéridos en sangre. Por ello, eliminarlos o reducirlos en la dieta puede ayudar a prevenir el desarrollo de enfermedades cardiacas, diabetes y obesidad.
Las bebidas alcohólicas afectan al colesterol
Consumir en exceso este tipo de bebidas, o hacerlo de forma regular, puede aumentar tanto el colesterol como los triglicéridos. Además, hace elevar la presión arterial y hace aumentar el riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca, sobrepeso y diabetes.
Café
En aquellas personas que no pueden ponerse en marcha sin café y que, por tanto, toman como mínimo una taza al día, los niveles de colesterol aumentan hasta en un 8%. Esto es por su alto contenido de cafestol, un compuesto que aumenta los niveles de colesterol. Esta sustancia impacta negativamente en el metabolismo de los lípidos, aunque la forma de elaborar el café puede reducir este efecto negativo.
Es importante destacar que este compuesto también está presente en aquello cafés descafeinados. Retirarlo con filtros de papel puede ser una buena solución o recurrir a otras variantes como el café americano.
Batidos
Por último, esta bebida también tiene un contenido de grasas saturadas muy alto, lo que puede aumentar la cantidad de colesterol LDL en la sangre y, además, disminuir el colesterol HDL. Los batidos azucarados de frutas, junto con los fritos como patatas, maíz y otros aperitivos, son los alimentos que contienen una mayor cantidad de grasas trans (grasas insaturadas).
Leche entera
Este tipo de leche contiene grasas saturadas que hacen subir los niveles de colesterol LDL, el tipo malo. Además, tiende a aumentar los niveles de glucosa en sangre un poco menos rápido que la leche desnatada, pero hay que tener en cuenta las calorías adicionales.