Estos son los alimentos que se pueden consumir con moho, según la OCU
Tomar un alimento con presencia de moho de forma accidental no suele ocasionar problemas graves en la salud
El moho en los alimentos es un problema común que se produce cuando ciertos tipos de hongos se desarrollan en superficies de alimentos. Estos hongos se alimentan de los nutrientes presentes en los alimentos y pueden crecer en diversas condiciones, especialmente en ambientes húmedos. La presencia del moho en algunos alimentos puede resultar dañino para la alimentación.
Tomar un alimento con presencia de moho de forma accidental no suele ocasionar problemas graves. Sin embargo, si esta exposición se repite, las toxinas pueden causar daño al ADN y llevar a la formación de mutaciones que pueden causar cáncer o malformaciones en el feto si la exposición ocurre en una mujer embarazada.
Causas de la aparición de moho en los alimentos
La aparición de moho en los alimentos se debe principalmente a la presencia de esporas de hongos que pueden encontrarse en el entorno y en los alimentos mismos. Sin embargo hay una serie de factores que pueden influir como:
- Humedad: el moho necesita un ambiente húmedo para crecer. Si los alimentos tienen un alto contenido de agua o si se almacenan en condiciones de humedad, esto aumenta la probabilidad de que se forme moho.
- Temperatura: la temperatura también es un factor importante. La mayoría de los mohos crecen mejor a temperaturas moderadas, generalmente entre 10°C y 30°C (50°F a 86°F).
- Tiempo: con el tiempo, las esporas de moho presentes en los alimentos pueden desarrollarse y formar colonias visibles. Esto es más probable en alimentos almacenados durante períodos prolongados.
- Oxígeno: la mayoría de los mohos son aeróbicos, lo que significa que necesitan oxígeno para crecer. Algunos mohos pueden desarrollarse en alimentos envasados al vacío o sellados herméticamente si las esporas estaban presentes antes del envasado.
- Contaminación cruzada: si un alimento con moho entra en contacto con otros alimentos, puede propagarse el moho a los alimentos circundantes.
- Almacenamiento inadecuado: almacenar alimentos en condiciones inadecuadas, como en un lugar cálido y húmedo, o en un recipiente no hermético, puede favorecer el crecimiento del moho.
Alimentos que no se pueden consumir con presencia de moho
Es importante desechar los alimentos húmedos al primer signo de moho, especialmente aquellos con alto contenido de agua, como frutas blandas, compotas, zumos y verduras. El moho tiende a propagarse rápidamente en alimentos con mayor cantidad de agua, lo que significa que incluso una pequeña mancha en una fresa o ciruela puede indicar que todo el alimento está afectado.
Esta regla también se aplica a los productos lácteos, como yogur, queso fresco, queso de corte y queso blando. Si las mermeladas, jaleas o confituras muestran signos de moho, también es esencial desecharlas.
Alimentos con moho que se pueden consumir de forma segura
El moho es bienvenido en algunos alimentos:
- Quesos duros: algunos quesos se pueden tomar con presencia de moho, otros, como el cheddar o el parmesano, son seguros si se elimina la parte afectada. Debe recortarse aproximadamente 2 centímetros alrededor del moho. En el caso de los quesos blandos, es aconsejable desechar todo el producto si aparece moho.
- Vegetales de carne firme: vegetales como la zanahoria, el pimiento o el repollo pueden consumirse después de quitar con un cuchillo la parte alrededor del moho, dejando al menos 2 centímetros de distancia, incluso por debajo de la superficie.
- Embutidos curados: los embutidos curados, como el salami o el jamón serrano, son aptos para el consumo si se corta o raspa la parte mohosa, siempre y cuando el moho no haya penetrado dentro del embutido.
Cómo prevenir la aparición de moho
Para prevenir la formación de moho en los alimentos, es recomendable almacenarlos en recipientes herméticos, mantener la , controlar la humedad, por ejemplo,con un deshumidificador.
La mejor opción es almacenar los alimentos perecederos en el refrigerador, evitar la contaminación cruzada y revisar productos almacenados a largo plazo para comprobar que estén en buen estado.