El pescado en conserva más saludable ¿en aceite o en escabeche?
Los expertos coinciden en que los alimentos enlatados son una opción práctica y saludable siempre y cuando los ingredientes sean los adecuados
Pescado en conserva en supermercados | Pixabay
Los alimentos enlatados son una excelente opción siempre y cuando los ingredientes sean saludables ya que de ellos dependerá su valor nutricional.
Aunque muchos productos enlatados aportan nutrientes esenciales, como la vitamina D en el pescado enlatado, es crucial examinar detenidamente la lista de ingredientes en busca de excesos de sodio, grasas añadidas y aditivos no deseados.
Optar por opciones bajas en sodio y seleccionar productos sin grasas añadidas puede ayudar a maximizar los beneficios saludables de los alimentos enlatados, brindando una opción práctica y nutritiva para mantener una dieta equilibrada.
Qué conserva es la más saludable
Las sardinas enlatadas son una buenísima elección en términos de valor nutricional. Son ricas en ácidos grasos insaturados y omega-3, los cuales tienen efectos muy positivos en la salud cardiovascular y pueden proteger el cerebro del envejecimiento. A pesar de ser enlatadas, las sardinas conservan sus beneficios nutricionales. Además, son una buena fuente de fósforo, selenio y vitaminas B y D.
Cuál elegir: ¿en aceite o en escabeche?
Los aceites de pescado son una excelente fuente de vitamina D, que es esencial para nuestra salud. Además de los pescados como el salmón, la anguila, las anchoas, el caviar y las ostras, las conservas de pescado también son ricas en esta vitamina. Sin embargo, surge la pregunta de qué tipo de conservas proporcionan más vitamina D: ¿las conservas en aceite o las conservas en escabeche?
Las conservas en aceite, como el atún fresco, el atún, el bonito o la caballa, contienen 25 microgramos de vitamina D o calcifediol por cada 100 gramos de porción comestible del producto. En contraste, las conservas en escabeche, que incluyen el bonito fresco, el bonito, el atún o la caballa, proporcionan un total de 20 microgramos de vitamina D.
En resumen, las conservas en aceite son ligeramente más ricas en vitamina D, aportando 25 microgramos, mientras que las conservas en escabeche suman un total de 20 microgramos.
¿Qué se debe tener en cuenta a la hora de elegir una lata u otra?
Al revisar una lata de conserva de pescado, es importante prestar atención a algunos detalles clave. Por ejemplo, la presencia de grasas añadidas como el aceite de oliva suele indicar calidad, pero también significa un aporte calórico mayor. Aunque estas grasas suelen ser poliinsaturadas, es necesario tener cuidado con el consumo excesivo si estamos siguiendo una dieta para perder peso o mantenernos en forma. En estos casos, es preferible optar por conservas al natural en lugar de las que vienen en aceite.
Además, debemos tener en cuenta la cantidad de sal que contiene la conserva, ya que el exceso de sal puede ser perjudicial para nuestra salud.
La sal añadida es común en muchos alimentos precocinados y platos preparados, incluyendo quesos, embutidos y ciertas conservas de pescado. Por lo general, la presencia de sal es más notable en las conservas en escabeche en comparación con las conservas al natural o en aceite.
La peligrosidad de las latas de conservas
Entre las advertencias más destacadas para protegerenos de alimentos en mal estado o contaminados se encuentra el evitar consumir latas de conserva que presenten abolladuras o estén hinchadas, ya que esto podría ser un indicativo de daño y representar un riesgo para nuestra salud.
El botulismo, una toxina potencialmente peligrosa, es el principal riesgo asociado con alimentos enlatados en mal estado, lo que puede afectar gravemente al sistema nervioso y requiere de atención médica urgente.
Su peligrosidad no se limita a la presencia de toxinas como la del bolutismo, aquellas personas que padrecen hipertensión deben limitar su consumo de productos con sal, y lo mismo ocurre para aquellos con obesidad o sobrepeso, quienes deberían optar por preparaciones al natural o pescado fresco para evitar las grasas añadidas.
En el caso de los mariscos, las personas con hiperuricemia deben evitar cualquier tipo de conserva, al igual que los pescados azules, especialmente los de gran tamaño, debido a su alto contenido en purinas.
