La inversión de EEUU en España cae un 61% en pleno coqueteo de Sánchez con China
En el primer semestre del año pasado las inversiones representaban el 50% del total y ahora solo el 19,9%
Pedro Sánchez y su homólogo de China, Xi Jinping, en una cumbre reciente. | Agencias
La inversión de las empresas de Estados Unidos en España cayó un 61% en los primeros seis meses del año 2024 tras registrar 2.345 millones entre enero y junio, según las cifras publicadas por la Secretaría de Estado de Comercio y analizadas por THE OBJECTIVE. Es el dato más bajo desde 2020, cuando en plena pandemia de coronavirus se llegó a los 425,3 millones, con la salvedad de que en esas fechas el comercio mundial estaba paralizado y los flujos de capital se redujeron a la mínima expresión.
Estas cifras se conocen además cuando el Gobierno español ha generado malestar en EEUU por su extrema cercanía a China, su principal rival económico. A mediados de septiembre, Pedro Sánchez lideró una nutrida representación que visitó Pekín por espacio de una semana. Allí se firmaron nuevos acuerdos comerciales y se intensificaron los contactos para el desembarco de empresas chinas en España, en especial en el sector de los coches eléctricos y de la tecnología, dos áreas sumamente sensibles para Washington en su guerra comercial contra el gigante oriental.
El caso es que EEUU ha sido históricamente el primer motor de la entrada de capital extranjero en nuestro país. Solo en 2023 fue el primer emisor de inversión con el 28,9% del total, seguido por Reino Unido (13,1%), Alemania (10,6%) y Francia (9,2%). En total, 8.154 millones entraron en España desde EEUU el año pasado, de los que 6.114 millones se registraron en el primer semestre.
Reino Unido y Francia
En el primer trimestre, la inversión con origen en EEUU ya se redujo un 77% y pese a que este segundo trimestre llegó a los 1.000 millones -frente a los 330 millones de igual periodo del año pasado- el acumulado anual sigue siendo negativo. Esto implica además que el país norteamericano haya pasado a ser el segundo inversor, ahora por debajo de Reino Unido, que se ha quedado en los 2.456 millones entre enero y junio, un crecimiento del 256,7%.
Durante el primer semestre se ha producido una relativa mejora global -gracias a los datos del segundo trimestre- en el que la inversión extranjera en España cayó solo un 3,7% después del desplome del 33% que registró entre enero y marzo de este año. Una recuperación impulsada principalmente por los países europeos, cuyos flujos de capital suelen tener una correlación con los de EEUU. Pero ya no. Es así como en el primer semestre del año pasado, la inversión de Estados Unidos en España representaba el 50% del total y ahora solo es el 19,9%.
En el primer semestre de este año, la inversión extranjera de Francia en España llegó a los 1.210 millones, tras crecer un 41%; Alemania se situó en 1.188 millones, un alza del 165%; Países Bajos con 726 millones, un 327% más; e Italia con 622 millones, mejorando un 485%. Del otro lado, México llegó a los 436 millones aunque con una caída del 11%; Australia se quedó con 303 millones y un desplome del 59%; y Japón se situó en los 258 millones, un 24% menos.
EEUU y China
Las fuentes empresariales consultadas por este diario advierten de que estos movimientos negativos en el caso de Estados Unidos no coinciden con su crecimiento económico, que fue del 2,8% en este mismo periodo, y pueden tener más relación con cierto enfriamiento comercial con España a causa de la cercanía de Madrid con Pekín. Unas relaciones que se han intensificado en el último año con nuevos acuerdos comerciales y compromisos de inversión del gigante asiático.
EEUU lleva más de tres años acusando a empresas chinas -y en especial a Huawei- de espiar para Pekín y ha intentado que Europa se convierta en un aliado para el bloqueo de este país. Al mismo tiempo, la Unión Europea lleva advirtiendo varios meses a sus Estados miembros de que deben dejar de depender de los suministros de Pekín en sus infraestructuras estratégicas, y recientemente ha aplicado duros aranceles de hasta el 38% a los coches eléctricos chinos por considerar que reciben ayudas de Estado y que compiten en desigualdad de condiciones con los vehículos europeos.
En medio de toda esta guerra, el Gobierno español ha hecho prácticamente todo lo contrario de lo que ha sugerido la diplomacia de Estados Unidos y Europa. La semana pasada, Sánchez pidió desde Pekín que se revisaran estos aranceles, haciendo saltar todas las alarmas tanto en la UE como en Washington. Las autoridades comunitarias advirtieron de que la política comercial se dicta desde la Comisión, mientras que este diario publicó que funcionarios de Washington con presencia en Europa estaban molestos con esta mediación.
Coches eléctricos
Estas gestiones de Sánchez realizadas a petición de China (cuando sus representantes visitaron Madrid antes del verano) se suma a la inacción de España, que dos años después de promulgar la ley de ciberseguridad sigue sin establecer un bloqueo oficial a Huawei y que hace pocos meses abrió las puertas al fabricante chino Chery para que construyese sus coches eléctricos en la Zona Franca de Barcelona. El Ministerio de Industria, además, invitó a la compañía china a pujar por fondos europeos, algo que tampoco gustó en Bruselas.
Con todo, las fuentes consultadas por este diario indican que es casi imposible que se impongan sanciones a España desde EEUU por coquetear con China, pero no descartan una congelación de las relaciones comerciales. Una situación que podría estar relacionada con la caída de la inversión desde este país en este semestre, pero que -dicen los expertos- habrá que monitorizar en los próximos meses.
Estos movimientos no solo podrían perjudicar la inversión, sino que también a los intercambios comerciales. En 2023, las empresas españolas exportaron 18.904 millones de euros a EEUU, mientras que España realizó compras por valor de 28.617 millones. En lo que va de año se han vendido productos por 10.947 millones (un 1,2% más) y se han adquirido por 16.604,9 (una mejora del 1,9% interanual).
