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Telecomunicaciones

Saudi Telecom quiere tener su consejero en Telefónica antes de que termine el año

La operadora de telecomunicaciones tendrá que hacer un par de cambios para cumplir los criterios de gobernanza

Saudi Telecom quiere tener su consejero en Telefónica antes de que termine el año

Sede de Telefónica en Madrid. | Agencias

Saudi Telecom hará uso de sus derechos políticos en Telefónica, aprobados este jueves por el Consejo de Ministros después de varias semanas de deliberaciones y análisis del Ministerio de Defensa y de la Junta de Inversiones (Jinvex) y 14 meses desde que adquiriera su primer paquete de acciones. Fuentes conocedoras consultadas por THE OBJECTIVE indican que el objetivo de la compañía de telecomunicaciones de Oriente Medio es tener su representante en el consejo de administración de la empresa española antes de que termine este año o, como tarde, a comienzos de 2025.

Esto implica que STC solicite este sillón en las próximas dos semanas para que así pueda ser aprobado en el consejo de administración del mes de diciembre, el último del año. De no ser así, todo el proceso se completaría en enero. Lo que sí está claro es que los saudíes no renunciarán a estar representados en el máximo órgano de decisión de Telefónica, en su condición de primeros accionistas, ya con el 9,9% del capital.

Como ha explicado este diario, los saudíes aspiran a un reparto de poderes equitativo como accionistas principales. En un marco de entendimiento, de colaboración con los otros dos socios y sin querer influir en el equipo gestor, quieren participar en la toma de las grandes decisiones. Esto significa seguir con el plan original de STC para su desembarco en Telefónica, que siempre ha pasado por tener un consejero en la empresa española.

Accionistas de Telefónica

Tras el plácet del Gobierno, STC canjeará en las próximas horas su 5% en derivados que compró en septiembre del año pasado y que se sumará al 4,9% que tenía hasta la fecha. Con este 9,97% tendrá una participación equivalente a la de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) -que desde antes del verano tiene el 10%- y de Criteria Caixa, que también subió al 9,9% en el transcurso de este año. Un cambio radical en la gobernanza de Telefónica, que pasará de tener un capital fragmentado a tres dueños identificables (con el 30% en total), que están condenados a entenderse.

Una nueva gobernanza que deberá quedar refrendada en el consejo de administración de Telefónica. El último cambio se produjo en mayo cuando la SEPI propuso a Carlos Ocaña como su representante en sustitución de Carmen García de Andrés, que era vocal desde mayo de 2017.  Del mismo modo, en la Junta de Accionistas de este año ratificó a los cinco vocales cuyo mandato expiraba en junio: Isidro Fainé (que pasó de representar a la Caixa a Criteria), José Javier Echenique, Peter Löscher, Verónica Pascual y Claudia Sender.

Anteriormente, el presidente ejecutivo José María Álvarez-Pallete, hizo una modificación a comienzos de diciembre del año pasado –pocos días antes de la confirmación de la entrada de la SEPI en Telefónica– en la que incorporó a Solange Sobral, consejera de Telefónica Brasil, y Alejandro Reynal, CEO de Four Seasons Hotels y ex CEO de Atento, el antiguo call center de Telefónica.

Cambios en el consejo

Por ello, la compañía espera hacer una última -y única- gran modificación aprovechando la entrada del consejero de STC. Lo primero que deberá valorar Pallete es el vocal que tendrá que salir para hacer sitio al nuevo accionista, que con toda seguridad designará a un hombre. Para proteger los equilibrios y las normas de paridad deberá salir otro hombre, ya que no se elevará el número actual de 15 vocales. Esto apunta a Francisco José Riberas como el que probablemente tenga que ceder su sillón, aunque también se ha señalado a Javier de Paz, que actualmente es el único que no es ni independiente, ni dominical, sino que ostenta el carácter de «otro externo».

Sin embargo, el nuevo consejero también ocupará una plaza de dominical (en representación de un accionista relevante) y si no sale otro de igual categoría, se podría generar un desequilibrio en las normas de gobernanza que exigen que al menos la mitad de los vocales sean independientes. Por tanto, se deberá producir un segundo cambio que además deba respetar que el 40% del consejo esté compuesto por mujeres, un equilibrio que paradójicamente se rompió con la entrada de Carlos Ocaña, el representante del Gobierno y la SEPI.

En todas las quinielas está la salida del representante del BBVA, José María Abril, que además abandonaría su sitio de vicepresidente, dejando por el momento una única vicepresidencia en manos de Isidro Fainé. El banco solo posee un 5% de capital y no tiene intención de subir en el accionariado. Esto abre la puerta a la entrada de una nueva consejera, que deberá ser independiente pero que, según algunas informaciones, podría ser cercana al Gobierno.

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