Ucrania y Europa: los muertos los tanques
En la España del III Plan de Desarrollo de Franco, veíamos a los ricos extranjeros llegando a nuestra costa turística en blanco y negro hablando inglés. Hoy, los ricos extranjeros siguen llegando a nuestros chalets, que van comprando hablando ruso, en una España que es Europa en blanco y negro.
En la España del III Plan de Desarrollo de Franco, veíamos a los ricos extranjeros llegando a nuestra costa turística en blanco y negro hablando inglés. Hoy, los ricos extranjeros siguen llegando a nuestros chalets, que van comprando hablando ruso, en una España que es Europa en blanco y negro.
En la España del III Plan de Desarrollo de Franco, veíamos a los ricos extranjeros llegando a nuestra costa turística en blanco y negro hablando inglés. De las películas americanas intuíamos el sueño americano de grandes coches y de inagotables ‘American Express’. Hoy, los ricos extranjeros siguen llegando a nuestros chalets, que van comprando hablando ruso, en una España que es Europa en blanco y negro.
Decíamos hace una semana que el ‘derecho a decidir’ lo iba a ejercer el Ejército Ruso en Crimea, y así fue. Europa, ante los hechos, utiliza ya sólo el derecho a decir, impugnando un referéndum ilegítimo y a la vez siendo connivente con un golpe de Estado sin legitimidad. Ucrania está agitada por los ‘titushka’, profesionales del crimen y la agitación al servicio de quien les alimente, para crear que el titular que más convenga. Pero Ucrania está dividida, ante todo, por dos sueños. El sueño americano es hoy el sueño ruso. Poder y dinero sí. Pero para muchos es recuperar un orgullo y un ‘alma’ rusa, que por muy nacionalista y muy Gogol que sea, es alma, grande como la música de las estepas de Rimsky Korsakov. Por el otro lado, la democracia Europea, con la promesa de dejar muy lejos la pesadilla soviética y la herencia de ricos dictadores cosacos como Yanucovich. Dos sueños que pasan ambos por Maidán y el ‘berkut’, término que engloba cualquier fuerza real, independientemente del disfraz administrativo de policía o ejército que tome.
Maidán seguirá siempre, porque el hombre será siempre siendo hombre. Siempre habrá el tercer sueño, entre la libertad de unos y el poder de otros: el sueño de la Justicia, la búsqueda de verdad. En la crisis de Ucrania, la paz en Maidán la traían valientes sacerdotes cristianos ortodoxos con su cruz por delante, recordando los orígenes. Los orígenes de Europa y los orígenes que hicieron grande el ‘alma rusa’. Y su olvido, que llenó de cadáveres los campos con el desprecio por la vida de judíos y cristianos en Rusia y Alemania hace muy poco, y de millones de vidas humanas que la legislación de la decadencia asesina con ‘legitimación’ hoy en una Europa, que convive con la muerte, pero no decide. Sólo habla. Por eso, los tanques deciden. ¿Legítimamente? A estas alturas hay que hablar primero de justicia.