Machismo y oportunismo
El mayor mérito de Arias Cañete es haber conseguido que hablen del debate quienes ni siquiera se habían enterado de que hubo un debate. En el cara a cara, el candidato del PP estuvo constreñido por un frío guión. Los asesores de Génova temían que Cañete fuera Cañete.
El mayor mérito de Arias Cañete es haber conseguido que hablen del debate quienes ni siquiera se habían enterado de que hubo un debate. En el cara a cara, el candidato del PP estuvo constreñido por un frío guión. Los asesores de Génova temían que Cañete fuera Cañete.
El mayor mérito de Arias Cañete es haber conseguido que hablen del debate quienes ni siquiera se habían enterado de que hubo un debate. En el cara a cara, el candidato del PP estuvo constreñido por un frío guión. Los asesores de Génova temían que Cañete fuera Cañete. Entre los estrategas populares cunde la máxima contraria a la que predicaba Helenio Herrera. El futbolista exponía que la mejor defensa es un buen ataque y en el PP son de la opinión de que el mejor ataque es una buena defensa. De ahí que cada mañana, antes de salir de casa, tengan que pedir perdón por los pecados del carné.
Es posible que Cañete pensara que perdió por ceñirse a un guión que no necesita y decidió después dar rienda suelta a su verborrea jerezana. Ahí salió el Cañete coñón y con él una frase que, convenientemente agitada, puede presentarlo como el más reaccionario de los carcas. Y así proporcionó a Ferraz un argumento sobre el que basar la campaña más pobre de ideas que se recuerda en más de cien años de PSOE.
A Elena Valenciano le preocupan tanto las mujeres que, como presidenta de la fundación Mujeres, condenó las canciones de los payasos de la tele por su tinte machista. Emplear el «cómo están ustedes» en lugar del políticamente correcto «cómo estáis vosotras y vosotros» es un claro atentado a la dignidad de la mujer. Los socialistas de nuevo cuño han basado su feminismo en la parida de la paridad, sembrando dudas de género donde no había ningún género de dudas y enriqueciendo el lenguaje con bellos términos como «miembra». Y tan atareados andaban en su trascendente labor que no han reparado en que su presidente en el País Vasco, un tal Eguiguren, sigue en el cargo a pesar de haber sido condenado por malos tratos.