No hay excusas, solo errores
Un rescate, como el de los tres espeleólogos en Marruecos, que como todo el mundo sabe, ha terminado como ha terminado, debería afrontarse de un modo mucho más profesional y serio, centrándose en las primeras horas, justo cuando el problema debe abordarse con la mayor concentración.
Un rescate, como el de los tres espeleólogos en Marruecos, que como todo el mundo sabe, ha terminado como ha terminado, debería afrontarse de un modo mucho más profesional y serio, centrándose en las primeras horas, justo cuando el problema debe abordarse con la mayor concentración.
A más de un periodista se le pone la piel de gallina, sobretodo a nivel internacional, cuando hablamos de organización y responsabilidad en España. A la impresionante pérdida de imagen y credibilidad promovida por un gobierno inexistente, corrupto, incapaz e inmoral, debemos sumar la alarmante pérdida de confianza de la población a la hora de dar la cara y tomar el caballo por las riendas cuando surge algún problema grave.
Un rescate, como el de los tres espeleólogos en Marruecos, que como todo el mundo sabe, ha terminado como ha terminado, debería afrontarse de un modo mucho más profesional y serio, centrándose en las primeras horas, justo cuando el problema debe abordarse con la mayor concentración. Escuchar a Sebastian Álvaro, que tiene una experiencia sobrada en rescates, nos demuestra que alguien en España desconoce lo que significan las palabras profesionalidad y credibilidad.
Que García-Margallo admita fallos o errores en el rescate de los espeleólogos es patético, motivo de cese o dimisión en otros países civilizados. ¡Que fácil es culpar a Marruecos!, un país que vive en otro tiempo en muchos aspectos…(no en todos). Una vez más, la UE demuestra que, o no tiene arrestos suficientes para dar la cara o que en España no entienden lo que significa organizarse velozmente para afrontar un problema de tamaña magnitud. No hay excusas, solo errores. Ha sucedido siempre, en la mayoría de rescates u operativas de salvamento en catástrofes. España no sabe, España no está a la altura de otros países, España no tiene nivel. Y es lamentable.
