Panamá Papers

Si bien esta foto ilustra el escándalo del despacho panameño usando uno de los rostros más populares que aparecen en sus documentos, en realidad muestra lo oculto del éxito con armamento lumínico. Messi abraza el balón de oro mientras los focos iluminan su cara B. La imagen parece reprocharnos: ¿cómo no se han dado cuenta si era evidente que algunos personajes públicos guardan sus finanzas allí donde mejor las tratan, es decir en paraísos fiscales? ¿Se necesitaba tanta fanfarria para cerciorarse?

Un viejo dicho advierte que dinero llama a dinero, por tanto a nadie extraña que uno trate de ganar lo más posible y pagar lo mínimo. Así las grandes fortunas son listas urdiendo sus entramados financieros, lo sorprendente es toparse con tanta habilidad en jugadores de fútbol, familiares de monarcas y dirigentes políticos a quienes se les supone una honradez sin mácula. Poseer una sociedad en un paraíso fiscal no es ilegal, pero sí evadir impuestos a través de ella; de ahí las preguntas sobre su uso y las respuestas como que era cosa de la esposa, tal  como sugiere el primer ministro de Islandia -país rescatado, ojo- (imprescindible ver el instante dónde sale huyendo de la entrevista) porque los cónyuges dan mucho de sí.

Puestos a urdir estratagemas por qué no nos llevamos el PIB de vacaciones a Bahamas y nos ahorramos una pasta en los intereses de la deuda. No, si ya sé que de ingeniería contable voy justa pero de ética y moral entendemos todos, y de eso trata la mayor revelación de documentos confidenciales de la historia del periodismo. Más queWikiLeaks. Se ha precisado un año y 370 periodistas para organizar el fichero de clientes de un bufete especializado en sociedades “offshore” repartidos por todo el mundo. Advierto que en Panamá hay un puñado como Mossack Fonseca.