Cervantes: actual y universal
Resulta verdaderamente sorprendente que Miguel de Cervantes, el Quijote y, en su conjunto, toda su obra, estén presentes de forma tan notoria en este siglo XXI.
Resulta verdaderamente sorprendente que Miguel de Cervantes, el Quijote y, en su conjunto, toda su obra, estén presentes de forma tan notoria en este siglo XXI.
Muy pocos autores siguen estando vigentes cuatrocientos años después de su muerte. La obra de Cervantes se sigue publicando en todo el mundo hispánico y se sigue traduciendo a múltiples idiomas en muy diversos países.
El Quijote se ha adaptado al teatro, la ópera, la radio, la televisión, el cine, los dibujos animados…
Si cualquier novelista considera un éxito que se lleve al cine una obra suya, qué decir de Cervantes y el Quijote, con adaptaciones cinematográficas rodadas en español, alemán, francés, inglés, italiano o ruso.
Y no olvidemos los libros infantiles que recogen ciertos pasajes y que se han publicado estos últimos años en alemán, hindi, árabe o hebreo, por editoriales privadas. Los niños de culturas tan distintas se ven unidos por lecturas comunes.
Impresionante repercusión de una obra… ¿tan antigua?, ¿tan española?
Realmente el Quijote no resulta tan antiguo, ni resulta tan español. La obra que parece reflejar, como ninguna otra, el espíritu español, con Don Quijote, Sancho Panza y Dulcinea, ha resultado ser la obra más universal. Recoge valores y sentimientos universales, es decir, por encima de distancias geográficas o temporales. Cervantes escribió literalmente para todos los públicos: los de entonces y los de hoy, hombres y mujeres, jóvenes y mayores, intelectuales y niños que aprenden sus primeras letras.
Cervantes aprendió a ser universal al conocer, comprender y asimilar la cultura europea, grecolatina y cristiana, en sus viajes por España, Portugal, Italia y Grecia; y la cultura árabe y musulmana en sus estancias en Argelia y Túnez. Como hombre de armas y de letras, conoció la diversidad cultural e incorporó a su obra lo más importante que tienen todas personas en lo más interno, aunque parezca locura quijotesca que mueve a risa: el deseo de hacer el bien.