MyTO

El hueco simbólico de Ciudadanos

«Sin Ciudadanos todo irá a peor, como está yendo: con esta inquietante y suicida polarización de los extremos enloquecidos»

Opinión

Inés Arrimadas. | Europa Press

Iba a titular este artículo El lugar simbólico de Ciudadanos, pero es un lugar próximo a su desaparición: un hueco inminente. Me he permitido anticiparme. El ciclo electoral que acaba de comenzar será presumiblemente el de la extinción del partido que en abril de 2018 encabezaba las encuestas. Dos meses después gobernaba Pedro Sánchez, gracias a la moción de censura que su PSOE le hizo al PP con la alianza de la extrema izquierda populista, el nacionalismo vasco, los proetarras y los independentistas catalanes que venían de su intentona de golpe de Estado posmoderno. Pero más que acabar con el PP, un partido en fin de cuentas homologado, asimilable, útil para su gramática, querían acabar con Ciudadanos, que era el que mejor y más decididamente se oponía a todos ellos. Lo han conseguido. (La subida de Vox fue la guinda del intento, el cierre de la trampa: la garantía del despilfarro energético de la oposición por una vía muerta.)

Algunos tonteamos entonces con lo que llamé ‘neosanchismo’. Consistía en no creer ni confiar en Sánchez, pero constatar su vacío de un modo neutral: es decir, considerando que, puesto que Sánchez estaba vacío, cabía también la posibilidad de que se rellenase con algo bueno. Su trayectoria solo avalaba dos cosas (además de dicho vacío): su empecinamiento y su ambición. Dado que las encuestas favorecían a Ciudadanos, los neosanchistas pensamos que Sánchez se situaría ahí. Por puro cálculo electoral lo sustituiría de facto, y por lo tanto timaría a sus socios de moción. Dos cosas más contribuyeron a nuestro consentimiento: el hartazgo por el presidente Rajoy y una cierta admiración por el golpe audaz de Sánchez, que sacaba a su partido de una situación precaria. Obviamente, nos equivocamos. El vacío de Sánchez estaba en realidad signado por unas cualidades personales nada estimables (que se han ido desplegando con el tiempo). Y su pacto con lo peor del Congreso era en sí mismo, en verdad, irredimible.

Los neosanchistas nunca llegamos a votar a Sánchez. Pronto fuimos exneosanchistas y después antisanchistas. Lo nuestro era votar a Ciudadanos (ya que no podíamos votar a UPyD, que había sido de verdad lo nuestro). Confiábamos, para entonces desde el antisanchismo, en que el poder electoral de Albert Rivera empujara a Sánchez al buen camino por la fuerza. Pero Rivera no estuvo por ello, ni naturalmente Sánchez. Algunos castigamos a Rivera con la abstención. Fuimos un millón, según las cuentas. Contribuimos al hundimiento de Ciudadanos, ahora creo que equivocándonos también. Aunque una razón límpida nos asistía: Ciudadanos se había traicionado a sí mismo. No habíamos votado a Ciudadanos, pero tampoco estaba exactamente Ciudadanos entre las ofertas electorales de las segundas elecciones de 2019, pese a que se seguía llamando Ciudadanos.

El caso es que no estaba realmente, pero sí estaba simbólicamente. O al menos topológicamente: un lugar, entre los extremos, que genera su símbolo. Ahora no recuerdo si lo ha dicho Fernando Savater o Arcadi Espada (me he puesto entrevistas con los dos recientemente), pero en Ciudadanos han coexistido los errores, incluso nefastos, de sus políticas y sus políticos con la necesidad que subsiste de su espacio, pese a tales errores. Es cierto que en todos los partidos se da el contraste entre el ideal y la práctica, pero con ninguno se corre el riesgo de que su ideal se quede electoralmente vacío. Con Ciudadanos sí. Cuando desaparezca, muchos nos quedaremos definitivamente sin ningún partido al que votar. Supongo que aún se podría evitar, pero no lo parece. Y sin Ciudadanos todo irá a peor, como está yendo: con esta inquietante y suicida polarización de los extremos enloquecidos.

1 comentario
  1. Pasmao

    Que dios le conserve la vista Don Jose Antonio.

    Yo he sido votante de Ciudadanos (antes de que UPyD se presentara por mi circusncripción), long time ago, y después de UPyD.

    Después de UPyD, viendo como acabó (por errores propios) y prsiones insoportables ajenas (Cs) ligadas a poderes medáticos y económicos evidentes ni loco me pasé otra vez a Cs, pese a que Rivera estaba de moda.

    Ahora voto VOX, que sin emocionarme es mucho mas sólido que ambos, y que aunque a usted le parezca imposible si ocupa ese espacio que PP y PSOE han dejado huérfano, que es el espacio del sentido común y de pensar que en España no caben 17 Taifas y que constitucionalmente hay que luchar contra ello.

    Le copy pego parte del comentario que he dejado en la columna de Doña Guadalupe porque también le viene al pelo.

    Un cordial saludo

    «Ciudadanos existe ahora por sólo una única «razón» compartida por PSOE y PP, y todos esos grupos y personas que orbitan en ese entorno, y es señalar a VOX como facha, ultraderecha, etc. Sin esa necesidad ya no existirían, habrían caído en la mas completa irrelevancia mediática. Irrelevancia que es la antesala de su desaparición.

    Desde el PP viene muy bien, porque así se pueden presentar como derecha «liberal» y justificar esa OPA que le están haciendo a Cs, para blanquearse, en la idea de que quienes votaban a Cs porque no tragaban PP ahora si votarán PP, porque no son fachas. Cuando resulta que siendo VOX un partido conservador es en la práctica mucho mas liberal que el PP y Cs, como usted señala con lo del estado de alarma y su recurso ante el TC.

    Cs le hace el trabajo sucio al PP de señalar a VOX cómo facha, y así los que dudan entre PP y VOX, y que no gustan de las peleas entre ambos, no verá al PP cómo agresor contra VOX en temas en los que posiblemente esté mucho mas de acuerdo con la coherencia interna de VOX que con la del PP.

    Y Cs le hace el trabajo sucio a Sánchez/Podemos… para poder así justificar todas las alertas antifascistas varias… que blanqueen ese gobierno despótico.

    Lo que se sería intolerable para ambos, PP y PSOE, es que VOX pudiera tener suficiente peso como para poner al PP en la tesitura de tener que elegir entre ellos (VOX) y el PSOE como compañeros de gobierno. Porque ahí quedarían retratados ambos, PP y PSOE, como PPSOE.

    Y Cs trabaja para que eso no sea posible, por eso continua teniendo presencia mediática, y si hay que blanquear a BILDU y Podemos, pues se los blanquea.

    En eso ha quedado Cs. Y Arrimadas, Begoña Villacís, etc…»

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