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Feijóo y el bilingüismo cordial

«El ‘bilingüismo cordial’ que propone Feijóo tiene detrás un largo recorrido con más de un claroscuro»

Opinión

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. | Europa Press

  • Escritor. Su último libro es ‘Aly Herscovitz. Cenizas en la vida europea de Josep Pla’ (Athenaica, 2023).

Desde que Alberto Núñez Feijóo, coincidiendo con su advenimiento como líder supremo de los populares, reivindicó la fórmula para su partido, no paro de darle vueltas a esto del bilingüismo cordial. Será que no soy gallego. Por lo que he podido comprobar en las hemerotecas digitales, se trata de una expresión muy de allí. Tan de allí que a los columnistas gallegos que acostumbro a leer ni siquiera les ha llamado la atención. Pero no me malentiendan. No estoy diciendo que forme parte de lo que se conoce como acervo popular. A no ser, claro, que limitemos ese acervo al ámbito del Partido Popular de Galicia. Entonces sí, entonces puede considerarse popular con todas las de la ley. Es más, su autor intelectual, quien posee los correspondientes derechos, no es otro que el propio Feijóo. Acuñó la fórmula a mediados de 2007, cuando la Comunidad estaba gobernada por el bipartito social-nacionalista de PSOE y BNG y él era el jefe de la oposición y futuro aspirante a la Presidencia de la Xunta por el PP. Acababa de aprobarse el Decreto de uso y promoción del gallego en el sistema educativo –que no era sino un decreto de inmersión lingüística encubierta– y Feijóo corrió raudo a levantar la bandera cordial del bilingüismo para contraponerla a la imposición del monolingüismo en gallego.

Bien es verdad que por entonces había surgido en Galicia una asociación, Galicia Bilingüe, que reivindicaba el derecho a la libre elección de lengua en la enseñanza. En otras palabras: un movimiento ciudadano, ajeno a intereses partidistas, que plantaba cara a la política lingüística gubernamental. Feijóo y su PP, pues, se subían a la ola, demostrando que la cordialidad no estaba reñida con los intereses electorales. Y tanto se subieron que dos años más tarde, en vísperas de los nuevos comicios autonómicos y ante el crecimiento del movimiento impulsado por Galicia Bilingüe –presentaron más de 100.000 firmas de apoyo en la Cámara autonómica y acudieron también al Parlamento Europeo–, Feijóo se comprometió, en caso de victoria, a poner en práctica lo que la asociación reivindicaba. Y llegó la victoria y la formación de un nuevo gobierno. Lo que no llegó, en cambio, fue la libre elección de lengua. En su lugar, Feijóo se aferró a un trilingüismo de nuevo cuño en las aulas –a las dos lenguas cooficiales se añadía el inglés– con ribetes presuntamente cordiales.

Así pues, lo que el flamante presidente del Partido Popular proponía este sábado en Sevilla tenía detrás un largo recorrido con más de un claroscuro. Cuando menos en Galicia, donde se ha estado aplicando desde hace cerca de tres lustros. A mí, qué quieren, eso de mezclar las evidencias –o sea, la existencia de hablantes de una u otra lengua cooficial, o de ambas, y los consiguientes derechos que les asisten– con las virtudes del corazón, no me parece en principio mala idea. Al fin y al cabo, quien más, quien menos todos somos una emulsión de razón y sentimiento. Pero debo reconocer que sí me preocupa que al poco de invocar Feijóo su fórmula y proyectarla a la política nacional, saliera el asturiano Adrián Barbón, presidente del Principado y secretario general del PSOE regional, a aplaudir con las orejas. Para Barbón y su Gobierno, comprometidos en lograr durante la presente legislatura la cooficialidad del bable y el eonaviego, en nada difiere el bilingüismo cordial de Feijóo de la «oficialidad amable» que ellos propugnan en Asturias. Dicho de otro modo: mientras las políticas lingüísticas se revistan de cordialidad o amabilidad, cualquier objeción está de más, por razonada y razonable que sea. Convendrán conmigo en que no andamos muy lejos del mantra aquel del diálogo que todo lo cubre y encubre.

Ignoro cómo implantará Feijóo, en caso de alcanzar en un futuro la Presidencia del Gobierno de España, ese bilingüismo cordial. Pero si acaso estuviera dispuesto –cosa que dudo, francamente– a coger el toro por los cuernos y afrontar de una vez por todas el problema del ninguneo del castellano como lengua de enseñanza e institucional en no pocas regiones de la periferia peninsular e insular –y entre ellas Galicia–, yo le aconsejaría que empezara por hacer lo que no ha hecho nunca el PP cuando ha gozado en las Cortes de mayorías suficientes. A saber: aprobar sin demora una ley de Alta Inspección Educativa que permita al Estado y a sus leales servidores velar por la igualdad de derechos en las aulas o, lo que es lo mismo, garantizar en el conjunto del territorio español la aplicación de nuestro ordenamiento jurídico fundamental –y, más en concreto, el referido a la lengua y la educación–, llegando incluso a suspender cuando proceda las competencias de los gobiernos autonómicos renuentes a acatar y cumplir la ley. Cordialmente, claro está.

36 comentarios
  1. Pasmao

    El problema del PP con las lenguas regionales proviene de su necesidad vital de ser los PNV/CiU de turno en Galicia, Valencia, Baleares, Navarra y se tercia (espero que no) en Asturias. En Cataluña y Vascongadas la plaza ya esta tomada.

    Y si para eso se tiene que pasar por el forro de sus caprichos a sus votantes españolistas en esos lugares, mas en Vascongadas y Cataluña, pues adelante. Y si para eso tiene que mentir en las Taifas no bilingües pues se miente. Con cordialidad, pero se les traiciona.

    La ideica, de tiempos de Fraga, viene de querer copiar un invento de Alemania, pero «adaptándolo» a España.

    En Alemania existe (mas bien existía por que lo que hay ahora, desde Merkell, incluida es una basura) un partido conservador la CDU. Demócratas cristianos que se presentan toda Alemania para las elecciones generales y en casi todas las regionales. Y la CSU, la versión regional del anterior que se presenta por Baviera y que es mucho mas conservadora. De tal manera que en las regionales de Baviera la CDU no se presentaba y lo hacía la CSU y en las nacionales a la inversa.

    Con excelentes resultados en Baviera (muy rica) y a veces buenos y otras menos buenos en las nacionales.

    Obviamente Alemania es Alemania, tienen una disciplina presupuestaria feroz y a pasar de tener múltiples dialectos ni en broma se les pasa por la cabeza hacer las idioteces de aquí con su idioma de Goethe, por muy federales que sean.

    En España cuando se jubiló a Fraga en el PP nacional y se le envió a Galicia se les ocurrió que se podía copiar el sistema, convirtiéndola en la Baviera del Noreste, y así le daban mas empaque al señorito. Y si para ello había que galleguizar al PP pues se hacía. Y les salió hasta bien.

    Visto el éxito, al otro señorito, «Ansar», no se le ocurrió mejor idea que hacer lo mismo en Baleares y Valencia, y cómo necesitaban un entorno lingüístico que les avalase en los medios no se les ocurrió otra que traerse a los filólogos del PSC con el catalán de Pompeu Fabra para que dando la bendición al invento nadie les pudiera decir nada. Y si por el camino se cargaban las otras variedades dialectales del mallorquín, ibicenco, menorquín, valenciano, etc… pues e hacía.

    En Navarra tenían su particular pelea con UPN, donde aspiraban al modelo alemán porque es donde tenía mas sentido. Pero la pela es la pela.. y en la guerra de los fueros, UPN se las quería llevar todas y si hacía falta ikastolizar hasta la Rivera del Ebro, pues se hacía. Luego que no se quejen.

    Y al principio también les funcionó (al PP) en Valencia y Baleares. Pero con el tiempo, eso les pasa por que son del PP, los lingüistas se pasaron al otro lado (ya se sabía que eran un Caballo de Troya, pero en el PP son así) y a base de tenar la cuerda lingüística con un discurso que el PP había legitimado previamente el PP perdió esas comunidades, y a sus votantes… que primero se pasaron a Ciudadanos y después a VOX.

    El único sitio donde lograron «triunfar» fue en el primer sitio que estuvieron. La Galicia de Fraga que después fue de Núñez Feijóo.

    Y lo ha conseguido gracias, básicamente, a un voto del miedo a los «rojos» mas un voto clientelar apesebrado que responde a caciques locales, muy parecido al que vota PSOE en Andalucía.

    Donde el pinchazo de un VOX ridículo las ultimas elecciones a la Taifa también ayudo mucho.

    El problema del PP con la lengua de la Taifa es que necesita desesperadamente volver a tocar pelo en Valencia y Baleares, y hacerlo defendiendo lo mismo que hizo tiempo atrás, y con el embeleco que Feijóo tiene un modelo bilingüe amable, cordial y chachi guay, y que por ello si gobiernan esas Taifas se tendrá la fiesta en paz.

    Pero con el problema de que allí le han visto la matrícula y es mas que posible que VOX esté por delante del PP allí. Tanto en elecciones a la Taifa como en las nacionales.

    El PP no defiende a los que queremos hablar español y que se nos respete, defiende un modelo donde el pueda hacer y deshacer de la misma manera que PNV y antes CiU hacen en sus Taifas. Como un Sánchez mas en el Parlamento.

    Y Núñez Feijóo es un eximio representante de esa política.

  2. Martintero2

    Ya ven mi nombre. Fui miiante del PP y con bastante vida en el. También fui testigo del acuerdo y promesa de Rueda, voz y mano de Feijoò, respecto del español que se cita. Y como todo gallego testigo del acoso que el castellano sufre en… LA ADMINISTRACIÓN Gallega. No en la calle. En la calle prácticamente hay un amable, sí, monolinguísmo. Monolinguísmo en castellano. En la Xunta y a dónde llega su dinero es justo lo contrario. Gallego por decreto o subvención. Toda la palabrería del PPG, y aspirantes a dineros o empleos públicos o subvencionados, no puede ocultar la realidad. Ponga cualquier dependencia pública en el buscador de Google y aparecerá en gallego. El castellano habrá que buscarlo, si lo hay, que no siempre. Incluso la información turística, para personas de fuera de la comunidad., ye ya es decir. Pues nada que digan así, ya luego, en cuanto no lleguen los votos y los sueldos hablaremos.

  3. Hablamos

    1. Gloria Lago es profesora de inglés en instituto por oposición desde que tiene 24 años. Mucho antes de que Feijoo ganara las elecciones.

    2. Galicia Bilingüe continuó su actividad y ella fue expedientada por la Xunta por criticar que Feijoo no cumplió sus compromisos electorales

    3. En 2017 fundó Hablamos Español, entidad ya de ámbito nacional en la que se integró Galicia Bilingüe. Su trabajo y el de sus equipos puedes verlo en su web ,sus redes y en prensa.

    Recomiendo ver los dos últimos vídeos publicados en el canal de Youbube de www.hispanohablantes.es

    Un breve vídeo grabado en la casa de Gloria Lago y otro titulado Operación Babel en el que cuenta lo que ha descubierto que hay detrás de todo el tinglado de las lenguas. Por eso hay este interés en callarla.

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