Feijóo, en andas del PSOE. Pero...
«El líder del PP necesitará algo más que la ‘podemización’ del ‘sanchismo’ y Juanma Moreno le ofrece en Andalucía una alternativa más allá del juego sucio»
¿Le bastará a Feijóo con Sánchez para ganar? El politólogo francés Pierre Rosanvallon acuñó el concepto de deselección: el votante no elige sino deselige, esto es, tiende a votar contra quien está en el poder. No es una norma, pero sí una pulsión poderosa. Y la decadencia de Pedro Sánchez en la Moncloa identificada en todos los sondeos salvo la pamema de Tezanos, debe mucho a su mayoría junto a Podemos en alianza con Esquerra y Bildu, esa fórmula que horrorizaba a Rubalcaba –el último socialdemócrata con mando en el PSOE– hasta bautizarla como mayoría Frankenstein. Sánchez ha acabado por hacer casi todo lo que se comprometió a no hacer antes de alcanzar el poder.
Pero…
Feijóo parece haber entendido que no puede fiarlo todo a que Sánchez naufrague por sí solo. En las últimas semanas, el PSOE ha puesto en marcha toda su maquinaria, con la campaña El Gobierno de la Gente, podemizándose definitivamente bajo la idea de que los poderes fácticos y los poderes oscuros, léase energéticas y banqueros, de un lado, y medios y judicatura por el otro, conspiran contra el buen pueblo. El populismo tiene sus réditos, pero esa podemización también tendrá un coste. Sacrificar el centro es siempre arriesgado, por más que el PSOE haya asumido que ya ha perdido el espacio natural de las mayorías y aspira a competir con una fuerte movilización de la izquierda y sus alianzas con el independentismo catalán, el nacionalismo oportunista vasco, el regionalismo cantonalista efervescente y lo que quede de Podemos, pack que garantiza un puñado de escaños. Sánchez va a pelear, está ya haciéndolo, y no va a cortarse un pelo en bajar al barro, o en enviar a sus portavoces, ya sea Isabel Rodríguez en sus homilías de los martes en Moncloa, o Patxi López en San Jerónimo o Pilar Alegría con su galería de torpezas en Ferraz, donde ha llegado a sostener que el PP estuvo en la manifestación de Escuela de Todos en Barcelona para dividir y encizañar a los catalanes, sin duda en contraste con los independentistas que sólo procuran la convivencia. Todos ellos han insistido en que la bajada de impuestos en Andalucía, que estaba en el programa del PP, sólo sirve a los ricos. ¿Están sosteniendo que la mayoría absoluta de andaluces son ricos? ¿o que son idiotas?
«A Feijóo le conviene esta ‘podemización’ del PSOE y esa beligerancia contra Andalucía»
Feijoo, que también está cometiendo errores, hace bien en dejarse ver en el espejo andaluz.
En definitiva, el líder de la oposición no sólo tiene que negar el sanchismo, cuando éste vende sus decisiones en nombre de los más débiles frente a los ricos, sino trasladar una alternativa. Con el IVA del gas ha ido bien, pero en otras iniciativas se les ha visto empanados. Es cierto que desde el Senado, y contra el aparato del Estado, no lo tiene fácil. Y por eso es un acierto ofrecer un espejo a la ciudadanía en el que de pueda ver el albertismo real, y el Gobierno andaluz es seguramente su mejor opción. Ayuso, siendo un activo, es un perfil de aristas más ásperas y además Madrid no refleja la realidad de España; en cambio Andalucía es una comunidad periférica, no precisamente rica y además maltratada, con un líder moderado y dialogante. Feijóo ya advirtió que Moreno era su alterego. La propuesta andaluza de rebaja fiscal, con la apuesta el impuesto del patrimonio, cuyo éxito o fracaso se evaluará en esta legislatura, y la deflactación discreta del IRPF ante la espiral inflacionista que supone una presión fiscal añadida sobre los ciudadanos –ojo, esto es Keynes, no precisamente Friedman– ha desatado la furia socialista. María Jesús Montero, como respuesta, ya anuncia que aprobarán el impuesto a las grandes fortunas de Podemos contra el que votaron hace unas pocas semanas.
A Feijóo le conviene esta podemización del PSOE y esa beligerancia contra Andalucía, en contraste con la complicidad sumisa del sanchismo a cualquier deslealtad que provenga de Cataluña o País Vasco. Eso es algo que va a desgastar mucho al PSOE en toda España. Y García Page ha sido el primero en marcar distancia hacia su partido para evitar que el desastre le alcance. Habrá, como decía Bendodo desde Génova, más Pages.
Es el PSOE el que lleva en andas a Feijóo hacia el poder desde hace meses, pero el líder del PP necesitará algo más que la podemización del sanchismo. Y Juanma Moreno le ofrece en Andalucía una plataforma en la que se escenifique la alternativa más allá del juego sucio del trincherismo. También Madrid, la gran potencia, y otras comunidades, pero ahora sobre todo Andalucía, moderada, cercana a la gente, dispuesta a romper la baraja y avalada por una gran mayoría. A la espera del efecto corrosivo que tenga el lento proceso del indulto a Griñán y quizá otros nombres de la nomenclatura de los ERES, que se leerá como un indulto del PSOE a la corrupción del PSOE, y tanto más si su argumentación va a ir por la línea grotesca ensayada esta semana por la ministra de Justicia… esta rebaja de impuestos, que estaba en el programa electoral, ha agitado el tablero cuando más convenía. La alianza Feijóo-Moreno no era una foto de cara a la galería.