Tamames y el tercer Sánchez
«Ver como un intelectual respetado y octogenario se enfrenta al icono pop del socialismo que representa Sánchez es un ‘show’ que uno no se puede perder»
A Tamames le embaucan los escritores y los extremos, pero en el fondo es un centrista. Durante el franquismo, el economista fue captado por Federico Sánchez, el alias de Jorge Semprún, para unirse al Partido Comunista y, décadas después, ha sido Fernando Sánchez Dragó el que le ha convencido para ser el candidato de Vox en la moción de censura que se celebrará la semana que viene.
Tras su época en el PCE, el académico terminó recalando en el languideciente CDS de Adolfo Suárez y en 2023 podría contentar a todos con su discurso, excepto a algunos diputados del partido de extrema derecha que le han apoyado para ser candidato a la presidencia del Gobierno de España. Tamames explica que nunca fue comunista sino antifranquista. El economista, al que Carrillo vería hoy con recelo, ni aceptó la dictadura del proletariado ni abrazó al marxismo-leninismo. En la actualidad, el candidato de Vox estaría lejos de muchos de los postulados de la formación verde relativos a la inmigración, el medio ambiente o el feminismo, aunque puedan coincidir en el mantenimiento de la unidad nacional. Tamames dice que va a representar el interés de una mayoría de españoles que estarían hartos de una coalición de gobierno que horada al país y sus instituciones y divide a su sociedad.
En un momento de fuerte polarización de la política española, que un exmilitante comunista apoyado por el partido de la ultraderecha sea el candidato de una moción de censura frente a un Gobierno de izquierda radical, en algunos aspectos, no deja de ser una paradoja. No estamos acostumbrados a que en el Congreso alguien diga que no tiene nada personal contra su contrincante, como viene haciendo Tamames con Sánchez, o que sea respetuoso y educado con el rival, y menos que le diga que le tiene cierta estima. El discurso del economista podría ser un terremoto de sensatez y fundamento intelectual, algo a lo que no nos tiene acostumbrados el hemiciclo de los «rufianes» y las «monteros».
Alberto Núñez Feijóo trata con condescendencia al candidato. Si fuera su padre le diría que no se presentase, ha señalado el líder del PP, para quien el gran argumento frente al economista es que Tamames no es compatible con la actividad política actual o que no forma parte de Vox, como le dijo a Álvaro Nieto en THE OBJECTIVE.
«No hay nadie en la oposición con el ego y el valor de Tamames para dar un repaso a los desmanes del Gobierno»
El académico es una rara avis en el panorama político español. No hay nadie en la oposición con el ego y el valor de Tamames para dar un repaso a los desmanes de un gobierno que ataca la unidad del país al suprimir el delito de sedición y modifica el de malversación para favorecer a los independentistas; y que divide a la sociedad española con leyes equivocadas que crean problemas en lugar de solventarlos
La vanidad y valía intelectual del octogenario con gafas a lo Umbral y pelo de tinte trumpiano le convierte en un gran atractivo para la sociedad del espectáculo en la que vivimos. Cualquiera que haya oído al académico en una conferencia sabe que es muy brillante y que puede brindar un buen espectáculo. En una sociedad de redes sociales como Instagram o TikTok, intelectuales como Tamames, que años atrás se ganaron su prestigio académico, deben ser iconos mediáticos si quieren destacar entre los más jóvenes. Ocupar el prime time en televisión le permite ser carne de meme y su intervención en el Congreso se desgajará en pequeños vídeos que serán emitidos por YouTube o TikTok. El ego de Tamames le va como anillo al dedo a la sociedad actual, que Mario Vargas Llosa denominó la civilización del espectáculo, ya que podría no solo entretener sino también ilustrar a sus señorías y al resto de ciudadanos.
Ver como un intelectual respetado y octogenario como Tamames se enfrenta al icono pop del socialismo que representa Sánchez es un show que uno no se puede perder. Tamames podría intentar desde acercar al centro al Partido Socialista, a vendernos la 27 edición de su clásico de la economía o terminar como un Ulises embrujado por los cantos de la sirena killer presidencial. Sería el tercer Sánchez que le embelesa en la vida. El escritor del Manual de Resistencia.