Réquiem por una España difunta
«Si la partitura firmada por Cerdán y Turull llegara a ejecutarse, bien podría decirse que morirá, por un puñado de votos, España tal y como la hemos conocido»
Carles Puigdemont y Santos Cerdán.
Cómo habrá sido el 7 que le hace a la Constitución el acuerdo entre PSOE y Junts firmado en Bruselas (ojo al parche: en bilingüe, y no porque lo necesiten, pues la negociación será entre Junts y los vicarios del PSC, sino para ir delimitando el marco internacional y que vaya preparando los auriculares el verificador, ese que «no puede ser ni catalán ni español», Puigdemont dixit; es decir ni español ni español); cómo habrá sido, decíamos, que hasta los otros acuerdos-extractivos del PSOE con ERC y el PNV han quedado en un discreto segundo plano, y de los de Sumar y Bildu, ¡Bildu!, nadie se acuerda.
Si la partitura firmada por Cerdán y Turull llegara a ejecutarse, con los pagos al contado diarios que anuncia que reclamará la parte acreedora, bien podría decirse que morirá, por un puñado de votos, España tal y como la hemos conocido desde que hay democracia.
El acuerdo-colofón con Colación/Colocación Canaria, superfluo para Sánchez pero bonito adorno final para un narciso como él, reviste una carga simbólica bastante deprimente: ese «si todos van a sacar tajada, no vamos a ser nosotros los pazguatos».
Y es que el documento firmado por los vicarios de Sánchez y Puigdemont prepara el acta de defunción de un país que dejará de existir en el punto y hora en que se persone para fiscalizarlo un verificador internacional (serán cuatro, y sectoriales, según la procesada Laura Borràs, que ha estado muy pero que muy en el ajo: cómo demonios incluirán su corrupción en la lista de los agraciados es todavía un elemento a negociar. A Pujol y su tribu será más fácil meterlos, no en vano es el padre espiritual de todo el procés).
Y ello será así porque a un lado de la mesa se sentarán los representantes socialistas de lo que quede del Estado español, y al otro unos delincuentes autoamnistiados y autorepresentantes de una parte del mismo territorio que adquiere, de golpe y porrazo, una cuasi personalidad jurídica internacional.
Igual le piden al Papa de Roma que oficie, toma. Ya le pidió «dialogar» a Aragonès el otro día…
Y con un verificador internacional, cuya mera existencia viola la soberanía nacional, todo, absolutamente todo podrá ser acordado. Y al margen naturalmente de la Constitución, por mucho que se nos quiera hacer creer que el límite lo impondrá el Parlamento de Cataluña, que emana de ésta: es falso, la Cámara sólo decidirá lo que decidan los independentistas, con su conocida deslealtad a España.
Esta tutela internacional de lo que se vaya negociando en los próximos años es, por lo tanto, peor que la muy indecente amnistía diseñada por los propios amnistiados. Una amnistía que por un lado perdonará a unos delincuentes con vocación reincidente y por el otro castigará moralmente a los que se opusieron a sus delitos, del rey abajo, con un relato contrafactual de la Historia, en un ominoso preámbulo, que se está elaborando, con los mismos sepultureros de Nueva Planta.
Que Felipe VI tenga que firmar su propia condena moral quedará en los anales de Historia de la infamia, y será un legado envenenado para su sucesora.
Coda 1) Bilateral. Dicen los voceros del PSOE que los independentistas han renunciado, a cambio de sus votos, a la unilateralidad: no es verdad, es el PSOE el que se suma a ésta, hasta tal punto que muchos independentistas andarán preguntándose qué sentido tiene ya reclamar la independencia cuando se les ofrece algo mejor en bandeja sin tener que pagar el duro coste de un proceso de secesión. (Rahola habla de un acuerdo «histórico» sino «insólito»). Es bilateral, sí: uno cede en todo, el otro, nada.
Coda 2) Transversal. Hay que ver cómo La Paisa Today y sus intelectuales orgánicos elogian lo que denominan un acuerdo transversal (y a fe que lo es: desde la derecha nacionalista más retrógrada de Europa, PNV y Junts, hasta la izquierda wokista y ultranacionalista pro Hamás, pasando por la ultra izquierda heredera de la ETA).
Cuestionario maldito a Santos Cerdán, partero del Gobierno Frankenstein 2.0
¿Por qué amnistiar a quien dice que lo volverá a hacer? – Porque nosotros también lo volveremos a hacer.
¿El lawfare qué significa? – ¿El low fair? ¿Está claro, ¿no?
¿Qué aportará el Gobierno transversal al progreso social a España? -Vamos a defender los valores de progreso ampliando lo realizado en la anterior legislatura.
¿En lo social qué? – Ampliar los supuestos de delito sexual, con la nueva doctrina Rubiales, ladrón de besos.
¿Y qué pena se les aplicará? – Química.
¿Será Yolanda Díaz vicepresidenta otra vez? – No, será presidenta segunda, como bien dijo Patxi López.
¿Y Patxi López? -Lo que siempre fue en el PSOE: un referente.
¿Un referente de qué? – De Patxi López.
¿Cómo será la membresía de Podemos, repetirá el dueto Irene-Ione? – La duda ofende.
¿En qué carteras? – Igual da…
¿Quién sustituirá a Calviño en Economía si le dan el BEI? – Quedará vacante.
¿Y en Hacienda? -Junts.
¿Y en la Seguridad Social? -El PNV.
¿Y en Justicia? -Bildu.
¿Y eso? -Ya dijimos que era un Gobierno transversal (y ZP ha presentado la candidatura de Otegi para lo de Oslo…)
¿Habrá más ministros nacionalistas en la sombra? -¿Por qué quiere encarcelarlos otra vez? Todos amnistiados.
¿Y Borràs, Alay, Boye, Buch…? -Qué sílaba no ha entendido de «to-dos». «To-dos»
¿Habrá un tripartit con el otro Maragall? Sí, y que los bombin. Que los zurzan…
¿A quiénes? – A los del PP, naturalmente.
¿Qué dirá la consulta para el nuevo Estatut recauchutado que proponen? – Dirá: ¿Quiere el referéndum de independencia que prevé el nuevo Estatut?
¿Y qué papel reservarán ustedes a la Corona? – Macero real.
¿Qué aconseja no leer? – Lo de estos historiadores revisionistas.
