Lo que diga la derecha
«El Gobierno hace la trampa retórica más fácil de todas: escoger siempre la peor versión de su adversario. Y a partir de ahí construye su argumentario»
Ilustración de Alejandra Svriz.
El Gobierno de Sánchez no suele explicar muy bien sus ideas. Cuando lo intenta, no suena muy convincente. El presidente es más partidario de la fuerza de los hechos consumados; las cosas se hacen y luego ya habrá alguna manera de justificarlas. Y si no, tampoco pasa nada. La mayoría de las veces, no son explicaciones o justificaciones, sino excusas. Sobre todo porque el Gobierno funciona mediante espasmos y se contradice constantemente. Su principal esfuerzo comunicativo es justificar lo injustificable. Y para justificar lo injustificable vale lo que sea.
A menudo el Gobierno busca justificaciones en sus adversarios. Una medida no es buena en sí misma, y el Gobierno lo sabe; solo gana realmente cierta legitimidad y aceptación entre su parroquia cuando el adversario la crítica. Entonces ahí el Gobierno puede recoger y adoptar un argumentario: si tanto molesta a la derecha (recordemos que derecha es todo lo que no sea sanchismo), tan malo no será. Es un argumento adolescente que pueden usar hasta los terraplanistas: ¡algo tendrán que esconder los científicos para que les moleste tanto mi teoría de la Tierra Plana! Si tanto molesta, solo puede ser verdad.
Un ejemplo reciente son las declaraciones de la exalcaldesa de Pamplona, de UPN, tras perder la alcaldía ante Bildu (no es la primera vez que los abertzales gobiernan la ciudad: el nuevo alcalde, Joseba Asiron, ya lo fue entre 2015-2019). Cristina Ibarrola dijo que «nunca apoyaría a EH Bildu pase lo que pase, prefiero fregar escaleras». Es una frase desafortunada, pero rápidamente ha servido al argumentario del Gobierno, que está deseoso de encontrar justificaciones y excusas para ocultar que había prometido en numerosas ocasiones que no permitiría a Bildu gobernar.
En Hora25, el programa de la SER, el periodista Pablo Tallón dijo sobre las palabras de Ibarrola: «La exalcaldesa Ibarrola ha acabado dando un potente argumento a quienes defienden que esta moción en Pamplona era completamente necesaria». Como ha escrito David Mejía, «están tan faltos de argumentos que se lanzan en plancha a por un comentario torpe para justificarse». No se les había ocurrido antes porque aún no lo sabían: había que echar a UPN de Pamplona por clasista.
«Al final el Gobierno y la izquierda acaban pensando que sus adversarios son así, esas parodias»
El aparato comunicativo del Gobierno tiene dos objetivos: evitar la fiscalización y la rendición de cuentas y rastrear hasta el último rincón de la opinión pública y mediática contraria a su Gobierno en busca de un desplante que le sirva como excusa y justificación de sus políticas. ¿Un columnista de La Voz de Mazarrón ha dicho que Pedro Sánchez es un felón? Nos vale. Se puede enmarcar así: «La derecha mediática cree que el presidente es ilegítimo y no esconde sus pulsiones golpistas».
El Gobierno hace la trampa retórica más fácil de todas: escoger siempre la peor versión de su adversario. Y a partir de ahí construye su argumentario. Esto le da una victoria temporal y sobre todo ilusoria: al final el Gobierno y la izquierda acaban pensando que sus adversarios son así, esas parodias. Por eso cada vez que hay una derrota electoral de la izquierda, los progresistas se preguntan «¿cómo es posible que haya tanta gente tan horrible?». Es una estrategia que quizá te ayude a ganar las elecciones, pero que sin duda te impide conocer realmente el país que gobiernas.
La respuesta de la derecha a cualquier argumentación del gobierno (o excusa, o justificación, como quiera llamarlo el autor) suele ser, una vez sí y la otra también, una sarta de insultos, desgarro de vestiduras y proyecciones apocalípticas , pero nunca o casi nunca una contra propuesta, un plan alternativo, u otro argumento.
Así sí que es verdaderamente difícil conocer qué país propone la oposición.
La respuesta del sanchismo más cínico y más rufianesco a cualquier argumentación de la oposición (o excusa, o justificación, o mentira gorda, o difamación pública del lameculos por la que mejor seria querellarse contra el cretino que da pábulo a estas proyecciones injuriosas que se han escuchado y se escucharan hasta de los ‘intelectuales’ orgánicos del régimen que tienen la facha más dura que el pedernal, y lo sabemos, tanto como prescindible es una novelucha de JJMillás) suelen ser, una vez sí y la otra también, una sarta de insultos, desgarro de vestiduras de la temporada pasada para pederse en botija y que retumbe con sus alarmas antifachistas de chichinabo, y sus ridículas proyecciones apocalípticas sobre la derecha y la ultraderecha atribuyéndoles las mismas mafiosidades que práctica y envidia a los narcodictadores bolivarianos, pero nunca una propuesta en positivo como gobierno que es, siempre en negativo, mediante un plan propositivo u otro argumento que pueda ser discutido en el Congreso, que es donde se discuten las propuestas gubernativas en los países civilizados. Todo son reuniones y pactos ultrasecretos con los golpistas y los jefes mafiosos bildutarras.
Así es imposible conocer qué porquería de (pluri)país de hechos consumados propone el sanchismo.
Te repites más que la morcilla, Pepe Loca.
No hace falta rastrear tanto como un chucho perdiguero para darse cuenta de que sólo un tuercebotas cínico como Sánchez podría tildar de corrupto en voz alta en el hemiciclo al hermano de Ayuso, que en consecuencia es llamado en privado hijo de fruta cínico y difamador para que sólo los enchufados tiralevitas del PSOE le rían sus difamaciones al hideputa de las cestas de frutas. Toda la PSOE y Cía. insultan a Ayuso públicamente, pero no al revés.
No hace falta rebuscar demasiado para darse cuen de cuán es de fiar un mentiroso compulsivo tan cínico que es amigo de asesinos, de golpistas convictos y confesos, y felicitado por los terroristas Hamás cuando necesita sus votos. El mismo tiparraco rastrero que proclamaba la buena nueva de la lista más votada en Valladolid mientras calificaba de ‘progresistas’ a los Bildutarras y a la ultraizquierda urbi et orbi, solo para seguir en el machito. El mismo tuercebotas cínico que, en compañía de su antecesor ZP acusa al PP de secuestrar el CGPJ al mismo tiempo que Él okupa todas las instituciones publicas de todos con sus peones de brega.
Señor PSP-C repase la hemeroteca y NO haga el ridículo, so Canelo.
Le seguiré la corriente: vaya usted mucho a la mierda, so cretino.
Procure no RAZONAR con un GORILITA.
No hace falta rastrear mucho para darse cuenta de que sólo personalidades del PP llaman hijoputa al Presidente Sánchez y de que sólo personalidades del PP le ríen la gracia a la inventora de las cestas de frutas. Sólo el PP a Sánchez, pero no al revés, señor Dudda.
Y no hace falta rebuscar demasiado para darse cuenta de cuán de fiar es un señor tan formal que era amigo de Marcial Dorado cuando ya sabía que era contrabandista, pero sólo porque lo de narco no le constaba. El mismo señor de cara hormigonada que proclamaba la buena nueva de la lista más votada a la vez que pactaba con VOX en todas partes precisamente para desplazar a la lista más votada. El mismo señor de veracidad acrisolada que, en la buena compañía de su antecesor Casado, acusa al PSOE de secuestrar las instituciones judiciales al mismo tiempo que ¡¡durante cinco años largos!! bloquea ilegalmente la renovación del CGPJ. Si es que se lo ponen a huevo a «PerroSanxe»!
En fin, señor Dudda, relea usted Mt 7, 3-5.
GORILITA.
DEFINICIÓN DE ADJETIVO CALIFICATIVO: «Un adjetivo calificativo es una palabra variable que describe las características de un sustantivo. Sirve para expresar las cualidades de las personas, animales o cosas, es decir, para calificarlas», es decir, si eres un hijo de pvta como lo sois los sanchistas, incluido tú, simplemente se esta adjetivando correctamente.
AJO Y AGUA Y AHORA VAS Y LOS CACAS BABOSILLO.