MyTO

¿Quién teme a Izquierda Española?

«Quizá el surgimiento de un nuevo partido anime a la izquierda oficial a dar explicaciones sobre por qué defienden los privilegios fiscales de las regiones ricas»

Opinión

El líder de Izquierda Española, Guillermo del Valle. | Europa Press

  • David Mejía es doctor por la Universidad de Columbia y profesor de Filosofía y Humanidades en IE University.

Nadie sabe qué será de este nuevo partido, Izquierda Española, pero su presentación en sociedad nos ha servido para medir la calidad de nuestro debate público. Lo mejor que podemos desearle a su impulsor, Guillermo del Valle, es que no sea juzgado por el nivel de sus adversarios. Como dijo otro Valle, hay honor en morir devorado por leones, pero no en morir coceado por los burros. Cantidad de políticos y periodistas han recibido el proyecto con una mezcla de hostilidad y desdén, prueba de su incapacidad para procesar toda idea que no encaja en los argumentarios habituales. La pereza intelectual es indistinguible del sectarismo. 

Perdón, no he explicado algo que será obvio para nuestros lectores en España, pero no así para nuestros amigos de México: quienes han reaccionado con hostilidad y difidencia a la creación de Izquierda Española han sido medios y políticos oficialmente de izquierdas. La acusación más recurrente ha sido que Izquierda Española es, en realidad, un partido de derechas. Es decir, hay en España adultos, más o menos funcionales, que consideran verosímil que un abogado de 34 años creara un think tank de izquierdas (El Jacobino) y años después fundara un partido, Izquierda Española, para disimular su derechismo. Según esta juiciosa teoría, Del Valle sería un caballo de Troya de la reacción, y su único objetivo sería «robar votos» a la verdadera izquierda. Refuerzan su tesis subrayando que la creación del nuevo partido está siendo celebrada en los medios de ultra-derecha-fascista, como este. Rematan con un poco de cherry picking: mucha publicidad para los ex de Ciudadanos, como Sergio Sanz, o de UPyD, como el propio Del Valle, y ninguna para los a ex de Izquierda Unida como Juan Francisco Martín Seco o Ángel Pérez. 

Se dice que Izquierda Española nace de las ruinas de UPyD y Ciudadanos, y en parte es así. Estos partidos surgieron como alternativas socialdemócratas al PSOE cuando este hizo suyos los postulados del nacionalismo. Con el tiempo ninguno, por motivos distintos, logró llenar ese vacío. Pero Izquierda Española también surge de las cenizas de esa IU que representaban personas como Paco Frutos, y tantos otros, con ideas tan revolucionarias como que una niña que nace en Extremadura debe tener los mismos derechos y oportunidades que una niña que nace en el País Vasco. 

Quizá el surgimiento de Izquierda Española anime a la izquierda oficial a dar algunas explicaciones: por ejemplo, por qué defienden los privilegios fiscales de las regiones ricas, e incluso su derecho a la secesión. ¿Es de izquierdas defender que un grupo pueda unilateralmente romper la unidad de justicia y solidaridad que es el Estado? ¿Por qué, estando a favor de nacionalizar empresas privadas, defienden la privatización de territorios comunes?¿Es de izquierdas aplicar un criterio de ciudadanía étnico, en lugar de cívico? ¿Por qué es reaccionario que Vox le cante a Isabel II pero es progresista que Ximo Puig le cante a Jaume I? ¿Por qué defienden la sanidad pública, pero se oponen a la tarjeta sanitaria nacional, a los historiales clínicos compartidos o a los calendarios comunes de vacunación? ¿Y por qué han naturalizado pactar con partidos que quieren privar, entre otros, de derechos sanitarios a la mayoría de sus conciudadanos? Cuando terminen las coces y rebuznos, les agradeceríamos una explicación. 

57 comentarios
  1. 23xtc

    pero no se preocupen Mejía no es tonto, no lo es, por eso esta con Guillermo del Valle en su proyecto.

    Exdirigentes de Izquierda Unida, Ciudadanos, UPyD y algún socialista despistado… todos ellos pretéritos. La mayoría duchos en la puñalada trapera que pone punto final a la conspiración que desencadena la escisión. Ipso facto los escindidos afirmarán que su objetivo irrenunciable es la unión… de lo que acaban de romper. Propóngales fundar un partido político. ¿Qué puede salir mal? Para asegurar la operación, incluya en el lote algún trotskista, a ser posible de los que todavía están reconstruyendo la IV Internacional.

    Añaden a hembristas de la «violencia machista» que se fueron al 8 M de 2020 sin mascarillas, como dijo Carmen Calvo «nos va la vida en ello», pero a ella no se murió de covid a pesar de no haber nada para los contagiados, salvo para ella, Irene Montero, Dalias, y la esposa de Sánchez.

    Seguro que Guillermo del Valle acudió con sus «hermanas» a ese 8 M.

  2. 23xtc

    Mejía sabe que Ángel Pérez es fundador en 1984 del prosoviético Partido Comunista de los Pueblos de España, y secretario general del PCE de Madrid hasta 1993, cuando se hizo con el control de Izquierda Unida en la Comunidad).

    En febrero de 2015 Alberto Garzón lo expulsó de IU. ¿Se acuerdan ustedes de José Antonio Moral Santín, el comunista que era la mano derecha de Miguel Blesa en Caja Madrid?.

    Para Izquierda Española la unidad de España y la recentralización tienen una base económica. Nada de las esencias de la patria y esas cosas. «Exacto. Me dan igual las esencias españolas», confirma su fundador.

    «La recentralización por sí misma no, pero sí en los términos de la socialdemocracia clásica. Es decir, ¿por qué no? No hablamos de la revolución bolchevique, sino de participación del Estado en sectores estratégicos»

    Repite el izquierdista español. Nada de recuperar competencias, jacobino a la violeta.

    Esto es Izquierda Española en lo material. Su discurso: inconexo y contradictorio.

  3. Psilvia

    «Se dice que Izquierda Española nace de las ruinas de UPyD y Ciudadanos, y en parte es así»

    Efectivamente, David, solo en parte. Por eso me parece un error tratar de fundir los postulados que defendían esas formaciones políticas en «una, grande y libre izquierda española». Solo por esa manipulación y pretensión engañosa de autodefinirse como partido de izquierda española ya es un auténtico bluf, al margen de las críticas vertidas por el hegemónico oficialismo sanchista, que, como todo el mundo sabe ni es de izquierdas, ni de derechas, ni liberal, ni democrático en muchos sentidos, como hemos tenido tiempo de comprobar.

    Con el estado de putrefacción que está alcanzando todo lo que representa a esa «izquierda» woquista y sanchista que lo inunda todo, es una torpeza querer apropiarse de ese término tan manoseado, desprestigiado y desgastado por el uso de unos vividores sin escrúpulos. Me dirá que el nombre es lo de menos, pero no lo es. Y esa parte que pudiera resurgir de las cenizas de Ciudadanos y UPyD se conformaría con encauzar la acción política hacia la recuperación de una democracia liberal y de unos ciudadanos libres e iguales en derechos y deberes.

1 2 9
Inicia sesión para comentar