La termita
«El sanchismo considera que hay que destruir como sea la cultura española. Para eso, nada mejor que colocar socialistas y separatistas catalanes en ese empleo»
Los sucesivos ministros del sanchismo cada vez representan con mayor esplendor el programa de Gobierno. No creo que quepa ya ninguna duda de que Sánchez no tiene otro propósito que destruir el Estado español para poder gobernar como Franco, sin control u oposición.
El último mordisco es el de Ernest Urtasun, un independentista al que ha nombrado, con gusto exquisito, ministro de Cultura. Como su antecesor, el inenarrable Miquel Iceta, un prodigio capaz de superar al ministro más breve del sanchismo Maxim Huerta que duró siete días en Cultura, nadie sabe qué méritos tiene Ernest para llevar sobre sus hombros la cultura española.
Parece que la mayor dificultad de encontrar un buen ministro de Cultura sea, para Sánchez, localizar a alguien con una capacidad de ridículo superior a la suya. ¡No va a elegir a alguien que a la manera reaccionaria vaya a enriquecer la cultura española! El sanchismo odia a España y por lo tanto considera que hay que destruir como sea la cultura española. Para eso, nada mejor que ir colocando socialistas y separatistas catalanes en ese empleo.
Este programa no es muy distinto del que lleva a cabo con el Poder Judicial. Lo va arruinando poco apoco, carcomiendo con sus mandíbulas de insecto todo el aparato. Ahora quito a un juez honrado, ahora pongo a un esbirro; si puedo (y puede) destruyo el Tribunal Constitucional, si puedo (esto es más difícil) aplasto al Consejo del Poder Judicial, y así sucesivamente. La cuestión es que ningún juez pueda decirle una verdad en público, porque el ámbito público, la opinión pública, es suya, como la calle fue de Fraga.
Así que Urtasun lo primero que ha decidido ha sido preparar un desmantelamiento de los museos que nunca ha visitado. Apropiándose de las consignas de las universidades norteamericanas, prepara una guerra contra todo aquello que le agravie. Bien es verdad que dos rectoras de universidades americanas (¡una nada menos que de Harvard!) acaban de dimitir cuando se ha demostrado su fanático antisemitismo. A ver si aquí conseguimos algo del mismo nivel.
«Urtasun empieza a olisquear por los museos (a los que detesta porque son almacenes de la burguesía), en busca de piezas indígenas»
De momento Urtasun empieza a olisquear por las oscuras salas de los museos (a los que detesta porque son almacenes de la burguesía), en busca de piezas indígenas de cualquier gen con el fin de devolverlas a sus dueños, lo cual le va a plantear dificultades, a menos de que las venda a cambio de algún voto, como su jefe. Pero también quiere limpiar los museos de desviaciones machistas, y eso va a suponer que mande a los almacenes piezas como la Maja Desnuda de Goya, digo yo, o esos magníficos cuadros del romanticismo que representan un mercado de esclavas. Son obras que ofenden a la castidad socialista y deben ocultarse no vayan a darles ideas.
Ya en plan de devolver piezas coloniales, no recuerdo yo ahora si los independentistas catalanes han devuelto todo lo que se llevaron de la comunidad aragonesa. Parece que han estado veinte años pleiteando para no restituir las apropiaciones coloniales de Sijena, pero que al final las han tenido que devolver. Sin embargo, leo en la prensa regional que no han reintegrado las piezas más importantes. El nuevo ministro va a tener que intervenir de inmediato, espero.
Última hora: El Gobierno de España (todavía) ha decidido que se puede ser terrorista si uno habla catalán, o bien quiere ser catalán, o si acaso detesta seguir siendo español. Lo cual abre una gran cantidad de empleos para el fin de semana. Al mismo tiempo, si usted es clarinetista de la banda municipal de Barcelona, procure tocar el instrumento en catalán o le despedirán. Los fascistas son así, señora.