Tus hijos te traerán flores de plástico
«Mis felicitaciones a los vencedores de las elecciones, especialmente a Pedro Sánchez, que ha conseguido que triunfe su blanqueante relato»
Otegi y Otxandiano celebran el triunfo de Bildu en las elecciones del País Vasco. | Europa Press
El mes que viene se cumplen 60 años de la publicación de, a mi juicio, uno de los poemas más bellos y desgarradores que se han escrito: Mis hijos me traen flores de plástico. Incluido en el Libro de las alucinaciones, en este texto, José Hierro representa a un personaje que, ante las circunstancias, siente perdido el sentido de la realidad. A partir de algo que, a priori, podría parecer «normal» y lógico (unos hijos depositando flores sobre la tumba de su padre), el autor aprovecha para reflexionar desde la perspectiva de la muerte.
Hierro nos lleva a presenciar su propio entierro en una impresionante alegoría que plasma, brutalmente, la sensación de desesperanza, desilusión, fracaso y traición con la deriva del mundo y con la pérdida de valores.
Mediante la imagen de «las flores de plástico», el autor sugiere que la vida ha llevado a sus vástagos a perder la conexión con la verdad y que, por desmemoria, ignorancia, cinismo o mala educación, han terminado -sin ser, tal vez, muy conscientes de ello- traicionando y humillando a sus predecesores. Las «flores de plástico» simbolizan la artificialidad y la superficialidad, sugiriendo la conexión de los hijos del difunto con el presentismo, lo efímero, lo volátil y la apariencia, en contraposición con la verdad de las flores naturales.
«Os enseñé muy pocas cosas / a odiar a la crueldad, a la avaricia, a lo que es falso y feo… a las flores de plástico».
El poema de Hierro sugiere (durísimo) que la muerte no se da solo por la descomposición física, sino por el olvido irremediable: la carencia de luz y palabra: «Aquí me dejan bajo tierra. Es una tarde de febrero. Todo es negro cuando se van. Y mudo».
«Quienes han manejado la educación y los medios durante años, ya se han encargado de borrar lo que supuso el terrorismo»
Mis hijos me traen flores de plástico es en uno de los poemas más conocidos de Hierro y ha sido interpretado de diversas maneras a lo largo del tiempo. A mí, me sigue encantando y creo que hoy tiene más relevancia que nunca.
Mientras conocía el resultado de las elecciones vascas y veía a Bildu triunfar, me acordé de este texto que leí por primera vez mientras hacía la carrera (el verano del asesinato de Miguel Ángel Blanco). Sesudos tertulianos explicaban en la tele que la razón por la que muchos jóvenes pueden haberle dado esta victoria a los batasunos es que no tienen memoria histórica de lo que supuso el terrorismo. No me extraña: quienes han manejado la educación y los medios durante años, ya se han encargado de borrarlo. Y Pedro Sánchez de institucionalizarlo.
Ayer busqué y saqué el libro de Hierro para volver a leerlo. Creo que nada resume mejor la sensación de muchos españoles que estas palabras del autor:
«¡Qué necio aquel que erra buscando la verdad! Como si hubiese una verdad tan sólo. Como si una verdad fuera bastante para darnos la vida/…/ Pensé algún día que quien vive sólo un instante, nunca puede morir. Quizá quise decir que sólo aquel que muere un instante sabe lo nada que es vivir. Mas nadie ha muerto nunca sino definitivamente. Y entonces las palabras no tienen labios que las formen».
Somos muchos quienes pese a todo no podemos ni queremos olvidar.
Mis felicitaciones a los vencedores de las elecciones, especialmente a Pedro Sánchez, que ha conseguido que triunfe su blanqueante relato.
Mi solidaridad, cariño y admiración a quienes se han dejado la piel en Euskadi por la libertad y por la democracia.
Aunque vean cómo les traen flores de plástico.
