Pedro Sánchez y el descrédito de la democracia constitucional
«Lo que debería ser un sistema basado en la separación de poderes se ha deteriorado y transformado en un aparato partidista de control centralizado»
Este artículo pretendía ser una disquisición sobre cómo la colonización de las instituciones perpetrada por Pedro Sánchez durante estos seis años al frente del Gobierno ha minado la confianza de los españoles en el sistema democrático constitucional, ya que éste, lejos de erigirse en un obstáculo insalvable en el camino del Presidente hacia el poder absoluto, se ha convertido en el instrumento perfecto para la consecución de sus fines. A estas alturas es innegable que nuestra Constitución no está hecha a prueba de aspirantes a autócratas ni prevé herramientas eficaces para impedir su demolición desde dentro, esto es, con total inobservancia de los procedimientos y mayorías previstos para su reforma o derogación.
Pero un análisis desde la perspectiva de la teoría política y jurídica se me antoja insuficiente para conseguir que el lector pueda atisbar, aunque sea una pequeña parte, de la magnitud del abismo institucional y democrático al que nos enfrentamos, del cual no vamos a salir únicamente votando —algo de lo que los partidos de la oposición no parecen ser conscientes—. Alguien dijo que lo primero que debe hacerse para afrontar un problema en valorarlo en su conjunto, así que espero perdonen que me aparte de la ortodoxia estilística que se presupone a estos artículos y les muestre un listado —exhaustivo, pero no excluyente— de lo que se ha cocido en el ámbito institucional durante estos años de sanchismo. Porque si para algo debe servir el periodismo es para suplir el cortoplacismo de la memoria al que tanto recurren los gobiernos para engañar a ciudadanos incautos. Allá va:
- José Luis Escrivá – Gobernador del Banco de España, exministro de Transformación Digital y de la Función Pública de España y, en la pasada legislatura, de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
- Dolores Delgado – Fiscal General del Estado, exministra de Justicia durante el primer gobierno de Pedro Sánchez. Fue nombrada por su sucesor Fiscal de Sala en la Fiscalía de Memoria Democrática y Derechos Humanos, cargo creado especialmente para ella. Este nombramiento ha sido anulado por el Tribunal Supremo.
- Carmen Calvo – Presidenta del Consejo de Estado, exvicepresidenta del Gobierno la pasada legislatura. Fue nombrada ministra de Cultura durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y Secretaria de Igualdad del partido socialista.
- Ximo Puig – Embajador de España ante la OCDE, expresidente de la Comunidad Valenciana.
- Juan Carlos Campo – Magistrado del Tribunal Constitucional (2022), exministro de Justicia. Director General de Relaciones con la Administración de Justicia de la Junta de Andalucía y Viceconsejero de Justicia y Administración Pública de la Junta de Andalucía durante los gobiernos socialistas.
- Pedro Duque – Presidente de Hispasat, exministro de Ciencia e Innovación.
- Héctor Gómez – Embajador de España ante la ONU, exministro de Industria. Portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados y diputado por el PSOE. Director de Turespaña durante el primer mandato de Pedro Sánchez. Antes, diputado en el Parlamento de Canarias por el PSOE.
- José Félix Tezanos – Director del CIS desde 2018, exsecretario de Estudios y Programas del PSOE.
- Beatriz Corredor – Presidenta de Redeia (Red Eléctrica Española), exministra de Vivienda durante el segundo mandato de José Luis Rodríguez Zapatero.
- Raquel Sánchez – Presidenta de Paradores, exministra de Transportes. Fue alcaldesa de Gavá por el PSOE.
- Laura Díez – Magistrada del Tribunal Constitucional, exdirectora general de Asuntos Constitucionales con el gobierno de Pedro Sánchez.
- Miquel Iceta – Embajador de España ante la UNESCO, exministro de Cultura y Deporte y antes Ministro de Política Territorial y Función Pública. Destacado miembro del Partido Socialista Catalán que ha ocupado distintos cargos en la Generalidad de Cataluña.
- Magdalena Valerio – expresidenta del Consejo de Estado tras anular su nombramiento el Tribunal Supremo, exministra de Trabajo y Seguridad Social durante el primer gobierno de Pedro Sánchez. Antes ocupó distintas consejerías en los gobiernos socialistas de Castilla-La Mancha.
- Álvaro García Ortiz – Fiscal General del Estado, sucesor de Dolores Delgado, con la que mantiene una estrecha relación de amistad. Primera persona que ocupa el cargo que ha sido condenada por desviación de poder (precisamente para favorecer a su amiga Dolores Delgado nombrándola Fiscal de Sala). Considerado inidóneo para el puesto por el Consejo General del Poder judicial.
- Juan Manuel Serrano – Presidente de Correos desde 2018, ex jefe de gabinete de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE. Tras dejar un agujero en Correos de más de mil millones, fue nombrado director general de la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre, dependiente del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.
- Concepción Cascajosa – Presidenta de RTVE, militante del PSOE y profesora universitaria.
- Mariano Bacigalupo – consejero de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Marido de la vicepresidenta del actual gobierno socialista, Teresa Ribera.
- Miguel Ángel Oliver – Ex secretario de Estado de Comunicación, presidente de la agencia EFE.
- Fernando Galindo – Letrado mayor de las Cortes Generales y secretario general del Congreso de los Diputados. Amigo íntimo de Pedro Sánchez desde la infancia, con quien coincidió en el Ayuntamiento de Madrid.
- Ernesto Gasco – Director general del Hipódromo de la Zarzuela, ex comisionado contra la pobreza infantil con el gobierno de Pedro Sánchez. Antes Viceconsejero de Transportes y Obras Públicas del Gobierno Vasco y diputado del PSOE.
- José Ignacio Carnicero – Director General de Agenda Urbana y Arquitectura, amigo de la infancia de Pedro Sánchez.
- Esperanza Casteleiro – Directora general del CNI y ex Secretaria de Estado de Defensa durante el segundo mandato de Pedro Sánchez.
- Enriqueta Chicano – Presidenta del Tribunal de Cuentas. Ha sido militante del PSOE y miembro de la Fundación Pablo Iglesias.
- Raúl Blanco – Presidente de Renfe y ex Secretario General de Industria con el anterior Gobierno de Pedro Sánchez.
- Cándido Conde-Pumpido – Presidente del Tribunal Constitucional, ex Fiscal General del Estado durante el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Y me dejo a no pocos en el tintero, teniendo en cuenta que, según la Intervención General de la Administración del Estado, en 2023 los altos cargos y asesores crecieron un 58% con respecto al 2017 (433 altos cargos y 1.174 asesores), pero me atrevería a apostar a que, al igual que los del listado, todos tienen en común la palabra «socialista» y no «independiente», que es la que procedería en la mayoría de casos.
En cualquier caso, creo que esta lista es suficiente para que el lector se represente aquello que pretendía: Sánchez ha asaltado el Estado y lo ha convertido en el brazo ejecutor de sus designios. La práctica totalidad de los contrapoderes ha sido corrompida por el virus del sanchismo y no son más que extensiones del Ejecutivo que retuercen la Constitución y la legalidad a voluntad. Sólo el poder judicial queda en pie, aunque los de Pumpido ya han demostrado estar dispuestos a arrogarse indebidamente funciones casacionales cuando sea menester.
Lo que debería ser un sistema basado en la separación de poderes y en la garantía de derechos individuales se ha deteriorado y transformado en un aparato partidista de control centralizado, donde las libertades de los ciudadanos se ven socavadas por el embate colectivista.
Hayek nos lo advirtió en su obra magna, Camino de Servidumbre: una democracia no se define únicamente por el voto o la participación política, sino por la existencia de instituciones sólidas y autónomas que actúan como contrapeso al poder ejecutivo. Estas instituciones deben salvaguardar el marco legal que garantiza las libertades económicas y civiles. Cuando esas instituciones dejan de ser imparciales y se convierten en herramientas del poder político, la democracia se debilita y acaba siendo subvertida por tiranos. Qué bien describió Platón a los que, junto a Pedro Sánchez, integran ese infame club de la historia: tirano es el que, movido por sus bajas pasiones, se convierte en esclavo de sus deseos y ejerce el poder sin justicia. Pocas frases definen mejor al Presidente.